El 2 de octubre de 1968 es una fecha fijada con hierro en la historia de México: fue el día en que se cometió la llamada matanza de Tlatelolco.
Aunque la fecha es indeleble, las circunstancias son brumosas: mientras que los distintos gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) han dicho que murieron dos docenas de estudiantes, otros cálculos -de protagonistas e investigadores- hablan de entre 150 y 500 muertes.

Son 35 fotos inéditas que desmontan la versión oficial del gobierno de México sobre la autoría de la matanza de Tlatelolco

Sanjuana Martínez

Los gobiernos también ha negado cualquier participación de grupos paramilitares, en especial de un escuadrón de la policía conocido como
el Batallón Olimpia.
Sin embargo, otra cosa muestra un grupo de fotografías enviadas de manera anónima a la periodista Sanjuana Martínez, corresponsal en España de la
revista mexicana Proceso, que fueron publicadas el pasado fin de semana.

Documento histórico

Algunas fotos son borrosas. Se nota que fueron tomadas hace 33 años. Sin embargo muchas son lo suficientemente claras como para traer el pasado
desde las sombras:
jóvenes semidesnudos, ensangrentados y rodeados por soldados.
También se ve algo más: guantes blancos en manos izquierdas.
Durante años, protagonistas y sobrevivientes de los hechos de Tlatelolco dijeron que los integrantes del Batallón Olimpia utilizaron esa prenda la noche del 2
de octubre de 1968 para identificarse entre sí.

Esa matanza fue provocada y organizada por miembros del ejército y paramilitares del Batallón Olimpia

Sanjuana Martínez

También, según lo informa el periódico británico The Guardian, durante años se ha dicho que ese escuadrón paramilitar fue conformado por
el entonces secretario
de Gobernación -equivalente al ministro del Interior-, Luis Echevarría, quien en 1970 llegaría a la presidencia de México.
"Recibí las fotos de manera anónima y luego una llamada de la persona que las había mandado, diciendo que eran fotos tomadas por un fotógrafo del
ex presidente y en 1968 secretario
de Gobernación, don Luis Echeverría", dijo Sanjuana Martínez a BBC Mundo.
Para la corresponsal de la revista Proceso no hay duda de que las fotografías tienen el peso de lo histórico. "Son 35 fotos inéditas que desmontan la versión oficial del gobierno de México sobre la autoría de la matanza de Tlatelolco".
"Esa matanza fue provocada y organizada por miembros del ejército y paramilitares del Batallón Olimpia", aseguró la periodista.

¿Que España investigue?

En su relato en la revista Proceso, Sanjuana Martínez dice que el anónimo remitente le indicó que era hora de que todos supieran lo que había ocurrido en Tlatelolco. Y no sólo en México.
"...por ejemplo, España.
-¿Por qué en España?
-Porque allí se han investigado otras dictaduras, como las de Chile y Argentina".
La periodista mexicana dice que no sabe si el hecho de estar casada con un fiscal que trabaja con el juez español Baltazar Garzón pudo ser un motivo para que le enviaran las fotos.

Son fotos que demuestran que se cometió un crimen de Estado. A las víctimas se les debe la reparación y a los responsables el castigo

Sanjuana Matínez

"No tengo ni idea. Simple y sencillamente me limité a cumplir con mi labor que es publicar esta información que será importante para el futuro
de mi país, porque mientras no se
revise el pasado y se haga justicia no podremos mirar hacia el futuro".
Las fotos de Tlatelolco se publican en momentos en que el presidente Vicente Fox se encuentra bajo asedio nacional e internacional por
los pocos resultados que ha mostrado
en sus promesas de esclarecer violaciones a los derechos humanos en México.
Y a Sanjuana Martínez no parece quedarle ninguna duda de que, 33 años después, la herida de Tlatelolco sigue abierta y es al mandatario
mexicano a quien corresponde empezar a cerrarla.
"Son fotos que demuestran que se cometió un crimen de Estado. A las víctimas se les debe la reparación y a los responsables el castigo. La deuda
creo que está pendiente
 y será el presidente Vicente Fox quien tenga que responder ante esto".

Sanjuana Martínez, corresponsal de la revista Proceso