VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoam�rica


"El pueblo no come celulosa, ni desayuna en ADM"

 Mensaje de la 36
 
Posiblemente y a pesar de la multiplicidad de programas de televisi�n de car�cter pol�tico y social, as� como de los abundantes espacios en la prensa escrita referidos a los derechos humanos, la opini�n p�blica seguir� sin ver y sin o�r, el dolor, la miseria y la pobreza cotidiana de los uruguayos.
Menos se puede esperar, sobre la posibilidad de poseer una visi�n global del mundo, que no sea otra que la que transmiten cada noche los canales de televisi�n asistidos por la CNN.
El pasado mi�rcoles 7 el Informe de las Naciones Unidas sobre el Indice de Desarrollo Humano, ubica a Uruguay en el 46 lugar de la lista de pa�ses del mundo.
De acuerdo con ese informe cada tres segundos muere de hambre un ni�o, o se que cada hora mil doscientos, menores de diez a�os fallecen.
 
En los tres "desembarcos" del gobierno progresista el hombre que despert� aplausos encendidos fue siempre el ministro de Econom�a y Finanzas, Danilo Astori.
El jefe de las finanzas habla para los funcionarios de los organismos financieros internacionales como para los ciudadanos comunes; y a todos los convence por igual.
Fuerte compromiso fiscal, riguroso control de gastos del Estado, Presupuesto fuertemente acotado a las posibilidades, cumplimiento estricto con las obligaciones de la deuda y reforma del Estado.
Y el pueblo aplaude y se enfurece si se pone en duda las buenas intenciones del ministro de Econom�a.
Para el 2010 ya no dependeremos m�s del Fondo Monetario Internacional.
A las empresas p�blicas las asociaremos con privados para prepararlas para la competencia del mercado.
El Tratado de Inversiones con Estados Unidos nos abrir� las puertas a las inversiones.
Las inversiones nos traer�n el crecimiento.
Y el crecimiento es el camino del desarrollo y el bienestar del pueblo.
Y el pueblo aplaude y se molesta si se pone en duda este proceso y futuro tan brillante que nos espera.
 
La gente conf�a tanto en los discursos oficialistas de la televisi�n, que resulta incapaz de observar con sus propios ojos los miles de uruguayos revolviendo desechos en los contenedores de basura.
Menos podr�n imaginarse el tipo de vida que llevan cientos de miles de ni�os y ancianos que no se ven ni en el centro de la ciudad ni los lugares p�blicos porque subsisten en los tugurios, en la periferia de las ciudades.
A algunos miles puede v�rseles sin embargo, en los lugares de cobro de la ayuda social convertidos en sombras humanas duramente castigados por el sistema social que se mantiene injustamente.
Generaciones de orientales que han sobrevivido peores cat�strofes que la de Nueva Orleans y para quienes, la opini�n p�blica no tiene tanta solidaridad.
 
El informe divulgado el mi�rcoles por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre el Desarrollo Humano 2005 aborda tambi�n el terrible costo humano que significan los conflictos violentos en los pa�ses pobres. Y de c�mo la pobreza constituye muchas veces un terreno f�rtil para generar m�s violencia.
Dice el informe que el mundo gasta 10 veces m�s en armamento que en ayuda humanitaria.
Por cada d�lar que se invierte en el mundo en ayuda humanitaria los pa�ses destinan 10 a sus presupuestos militares seg�n los datos recogidos por este informe de naciones Unidas.
�Qu� hace Uruguay manteniendo alrededor de 30 mil efectivos y dedicando una verdadera fortuna de su Presupuesto nacional, para unas Fuerzas Armadas que no solo siguen ocultando la verdad sino que cada tanto hacen notar su prepotencia?
 
Este informe difundido esta semana pone de manifiesto la desigualdad extrema que existe en la distribuci�n de la riqueza.
Los 500 individuos m�s ricos del mundo tienen ingresos m�s grandes que los 416 millones de personas m�s pobres de la tierra.
Una de cada cinco personas vive con menos de un d�lar por d�a, lo que significan m�s de mil millones. Y otros mil quinientos millones viven con menos dos d�lares diarios, en la pr�ctica m�s del cuarenta por ciento de la poblaci�n mundial forma una clase de supervivencia diaria.
Estas personas viven en pa�ses pobres como el nuestro donde los presupuestos militares resultan varias veces superiores a los llamados
"Planes de Emergencia" como los del Ministerio de Desarrollo Social.
 
�Cu�ntas veces hemos escuchado a los progresistas del gobierno decir p�blicamente que los uruguayos debemos
honrar la deuda p�blica?
�Alguien le ha dicho que los pa�ses ricos deber�an honrar la deuda eterna que tienen con los pa�ses pobres?
En cambio, cada a�o se celebran cientos de reuniones en todo el mundo donde participan los principales l�deres mundiales en su "guerra contra la pobreza".
Pero si esta lucha contra la pobreza en realidad fuera una prioridad, resulta una falsedad que los gobiernos de los pa�ses desarrollados asignen tan pocos recursos para combatirla.
Y que los pa�ses pobres como el nuestro asignen tan poca importancia al presupuesto humanitario que a esta altura trata de salvar vidas.
 
Para medir estos �ndices de pobreza las Naciones Unidas calculan tres aspectos b�sicos para el Desarrollo Humano, el tiempo de vida saludable, el acceso a la educaci�n y el nivel de dignidad de vida. El primer factor se mide en funci�n de la probabilidad de no sobrevivir hasta los 40 a�os, el segundo se mide en funci�n de la tasa de analfabetismo de los adultos y en tercer lugar se considera el porcentaje de poblaci�n sin acceso al agua potable y los ni�os con peso inferior a la media de su edad.
 
La ONU es la que afirma que el comercio mundial ofrece posibilidades para impulsar el desarrollo humano pero el informe demuestra que el aumento del comercio y los negocios no ha reducido la pobreza y tampoco la desigualdad.
 
La poblaci�n mundial seguir� envejeciendo hasta el 2015 cuando se estima que se superar�n los siete mil millones de personas.
Aumentan las diferencias entre ricos y pobres y el proceso de globalizaci�n contrariamente a lo que opina Astori porque las inversiones y beneficios no responden a las voluntades ni necesidades de las personas pobres.
El 20% de las personas m�s ricas del planeta cuenta con un 85% de la riqueza mientras el 20% m�s pobre dispone del 1,1%.
El crecimiento econ�mico de los �ltimos a�os no ha permitido una mejora de las condiciones de vida de la mayor�a de la poblaci�n no ha contribuido a garantizar los derechos humanos.
M�s de tres mil millones de personas no tienen acceso a una vida digna por causa de las desigualdades que genera el sistema capitalista neoliberal.
El hambre, enfermedades como el SIDA la falta de atenci�n sanitaria, la educaci�n, el agua potable, la discriminaci�n de la mujer, las guerras y diferentes conflictos son expresiones diferentes de la pobreza y la injusticia.
 
No es tan as� como nos dice Astori, desde el p�lpito, en su conocido "dec�logo de deberes".
Primero, "Pagar la deuda".
Segundo, "generar confianza en los mercados".
Tercero, "estabilidad financiera".
Cuarto, "paz social".
Quinto, "credibilidad en los inversores extranjeros".
Sexto, "inversiones".
S�ptimo, "crecimiento".
Octavo, "desarrollo".
M�s bien es todo lo contrario. Porque los pa�ses ricos son el verdadero problema para el desarrollo y el crecimiento de las naciones pobres.
Las peores barreras comerciales las sufren los pa�ses pobres seg�n el informe presentado por Naciones Unidas. En promedio los aranceles y trabas comerciales que tienen que enfrentar estos pa�ses al exportar sus bienes al llamado "primer mundo" son tres veces mayores que las barreras comerciales entre pa�ses ricos. Las injusticias comerciales explican porque los pa�ses al sur del Sahara por ejemplo con una poblaci�n equivalente a 690 millones de habitantes exportan menos que un pa�s del tama�o de B�lgica.
 
Los pa�ses m�s ricos son tambi�n los m�s avaros -siempre seg�n este informe- y exhortan a poner la mayor atenci�n para que el grupo de pa�ses m�s ricos del mundo el G8 mantengan los acuerdos del milenio.
 
Solo en Bolivia cerca de 100 familias se han apoderado de las tierras m�s f�rtiles y han creado gigantescos latifundios, mientras millones de campesinos est�n inmersos en una verdadera hambruna y minifundio.
Siempre de acuerdo a este informe de la ONU, en Bolivia menos de cien familias son propietarias de 25 millones de hect�reas mientras que millones de familias apenas si tienen acceso a este recurso natural y trabajan solamente cinco millones de hect�reas.
Quiere decir que las 100 familias de oligarcas tienen adem�s fuertes lazos de poder pol�tico y econ�mico y est�n asentados en todo el pa�s disponiendo cinco veces m�s de tierras que los campesinos pobres que subsisten a duras penas por la degradaci�n a causa de la sobreexplotaci�n agr�cola y la baja productividad.
 
Gastan m�s en perfume los ricos, que lo que los pobres necesitan en agua potable.
Los Europeos y Norteamericanos gastan m�s de siete mil millones de d�lares en perfumes y en cirug�as est�ticas correctivas.
Con ese mismo dinero se podr�a proveer de agua potable a dos mil seiscientos millones de personas y que podr�an salvar cuatro mil vidas diarias.
Para enfrentar el SIDA se necesitar�a el equivalente a tres d�as de gasto militar porque el mundo gasta anualmente 800 mil millones de d�lares en armas y solamente invierte 16 mil millones de d�lares en alimentaci�n para ni�os en situaci�n vulnerable.
Un pa�s de un mill�n de pobres como el nuestro, donde la gente compra muchas cosas en d�lares, paga cuotas en d�lares, y pasa de desayuno de trabajo, a almuerzo de trabajo y ahora hasta c�ctel de trabajo en los Hoteles de varias estrellas.
 
Este informe sobre la situaci�n social en el mundo durante el 2005, alerta sobre la persistente y cada vez m�s profunda desigualdad. Los datos documentan el abismo existente entre las econom�as estructuradas y las no estructuradas.
Y la distancia es a�n mayor entre los trabajadores calificados y no calificados. La creciente disparidad en la salud, la educaci�n, y la participaci�n social, econ�mica y pol�tica.
 
El Informe se aparta de los criterios de Astori que destacan el crecimiento econ�mico como panacea de los problemas de desarrollo. "El informe -se se�ala- hace hincapi� en que el crecimiento y la generaci�n de ingresos no capta ni aborda suficientemente el traspaso de la pobreza de una generaci�n a otra, m�s bien parece llevar a la acumulaci�n de riqueza por unos pocos y a asumir una mayor pobreza a la mayor�a. A decir verdad pese al considerable crecimiento econ�mico de michas regiones el mundo es m�s desigual que hace 10 a�os".
 
Seg�n el informe de Naciones Unidas sobre la situaci�n social en el mundo: "Las desigualdades entre los pa�ses han ido de la mano de la globalizaci�n. Estas desigualdades han tenido consecuencias negativas en muchos aspectos, entre ellos el empleo, la seguridad en el empleo y los salarios. No obstante se sigue debatiendo en torno al papel concreto de las pol�ticas de liberalizaci�n y desregulaci�n de estas tendencias".
 
"El desempleo sigue siendo elevado en muchos contextos y las tasas de desempleo de los j�venes son especialmente elevadas. Los j�venes tienen dos o tres veces m�s posibilidades que los adultos de estar desempleados y actualmente constituyen hasta un 47% del total del 186 millones de personas sin empleo en el mundo. La mayor�a de los mercados de trabajo no pueden absorber a todos los j�venes que buscan trabajo. La incapacidad de los pa�ses para integrar a los j�venes que ingresan en el mercado de trabajo en la econom�a estructurada tiene un profundo impacto cuyos efectos van del r�pido crecimiento de la econom�a no estructurada hasta el aumento de la inestabilidad nacional".
 
"Millones de personas trabajan, pero siguen siendo pobres; pr�cticamente la cuarta parte de los trabajadores del mundo gana lo suficiente para sacar a sus familias y a s� mismos m�s all� de un umbral de pobreza de un d�lar diario. Una gran mayor�a de los pobres que trabajan son trabajadores no agr�colas del sector no estructurado. La transformaci�n de los mercados de trabajo y el aumento de la competencia mundial han instigado una explosi�n de la econom�a no estructurada deterioro de los salarios, los beneficios y las condiciones de trabajo, en particular en los pa�ses en desarrollo".
 
"En muchos pa�ses la desigualdad entre los salarios que devengan los trabajadores calificados y los no calificados se va acentuando desde mediados de la d�cada de los ochenta ya que los salarios m�nimos reales han disminuido al tiempo que se produce un brusco aumento de los ingresos m�s altos".
 
El informe aconseja que "se deben ampliar las oportunidades de empleo productivo decoroso, los j�venes deben ser el centro de las pol�ticas y programas de empleo. Con un empleo decoroso los que est�n en condiciones de asegurarse un empleo y recibir una remuneraci�n suficiente prestaciones y protecci�n de la ley tambi�n estar�n para expresar sus inquietudes y participar en actividades de la sociedad".
 
Este informe se distancia de los pron�sticos y an�lisis macroecon�micos de Astori. Ya desde comienzos de los a�os noventa se han hecho populares gracias a la inclusi�n del Indice de Desarrollo Humano.
A pesar de que a�n sigue siendo un listado a consolidado a trav�s de estos a�os de historia una forma m�s humana de entender y medir el desarrollo.
 
Hasta los a�os ochenta, el desarrollo se med�a solamente como lo hace Astori y acompa�an sus camaradas progresistas midiendo los �ndices macroecon�micos desligados de sus posibilidades y capacidades efectivas.
Fue gracias al premio Nobel, Amartys Sen, que comenz� la familiarizarse con formas de medir el desarrollo teniendo en cuenta el bienestar de las personas y no solamente el pago de la deuda, las exportaciones, el comercio, y el presupuesto nacional.
Ahora se trata de medir la esperanza de vida, los niveles de educaci�n y el disfrute de los derechos humanos.
Todos temas que en nuestro pa�s est�n del lado del debe mayoritariamente.
Los uruguayos debemos medir el desarrollo social, econ�mico y humano desde el punto de vista de otro dec�logo muy diferente al de Astori y sus seguidores los "astoristas" del progresismo.
 
Por mucha conferencia de prensa progresista.
A pesar del show televisivo diario.
Pese a los almuerzos de trabajo "pantagru�licos" del oficialismo.
Por m�s "matr�cula Universitaria" que se pretenda cobrar a los estudiantes.
M�s all� de las fotos que el vicepresidente Nin Novoa se tome con Condolezza Rice en Washington.
Con uno, dos, o tres Tratados de Inversiones con los Estados Unidos.
 
Los pobres siguen esperando la ayuda del plan social todos los meses.
Los j�venes hijos de los trabajadores siguen llenando las c�rceles del pa�s.
Los viejos esperan un aumento de sus jubilaciones y pensiones.
Los familiares de los detenidos siguen esperando que aparezcan sus seres queridos.
Los vecinos de Maldonado que el agua sea del Estado.
Los vecinos de Fray Bentos no quieren contaminaci�n ambiental en su ciudad.
Y el pueblo uruguayo no come eucaliptos ni pasta de celulosa, y mucho menos en ADM.
 
PARA EL PUEBLO URUGUAYO.
PARA LOS TRABAJADORES Y SECTORES POPULARES.
PARA LOS FRENTEAMPLISTAS.
EL DESARROLLO Y LA ESPERANZA SE DEBE MEDIR COMO LO HACEN LAS NACIONES UNIDAS.
 
PRIMERO, EL EMPLEO.
SEGUNDO, EL SALARIO.
TERCERO, LOS DERECHOS SOCIALES, LA SALUD, LA EDUCACI�N, LA VIVIENDA, LA PARTICIPACI�N SOCIAL.
CUARTO, LOS DERECHOS HUMANOS.
 
PORQUE EL DESARROLLO TIENE MUCHO M�S QUE VER CON LAS CAPACIDADES DE LAS PERSONAS, CON SUS POSIBILIDADES DE APROVECHAR SUS LIBERTADES.
PARA PODER DESARROLLAR UN PROYECTO DE VIDA PROPIO Y COLECTIVO, DE VIDA DIGNA.
DESARROLLO COMO FORMA DE LIBERTAD REAL DE LAS PERSONAS Y DE DISFRUTE EFECTIVO DE TODOS LOS DERECHOS HUMANOS.
       


������