Latinoamérica
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Entrevista al Comandante Antonio García
Miembro del Comando Central del Ejército de Liberación Nacional de
Colombia
Concedida al periodista Enrique Rivas de EL ESPECTADOR
Septiembre 10 de 2005.
1. La guerrilla en tiempos pasados dijo que una primera condición para
iniciar diálogos con el Gobierno era el desmonte del paramilitarismo. ¿Esto
influyó para que ustedes inicien conversaciones con el presidente Uribe?
La posibilidad de iniciar un diálogo con este gobierno lo hemos visto como una
opción que no es fácil, y aún se encuentra en los marcos de una exploración, y
la realidad de un proceso de diálogo está determinado por la factibilidad que se
puedan superar los obstáculos que impiden la paz que hemos señalado. Para hacer
posible una verdadera paz se precisa del desmonte del paramilitarismo, cosa que
no se ha dado. Lo acontecido es la legalización de sus bandas y el
favorecimiento para que dichos grupos actúen con total impunidad en las
ciudades, en síntesis se produjo la cooptación de criminales por parte del
Estado para hacerlo funcional a sus necesidades de represión.
2. ¿Qué diferencia habría entre el proceso con las AUC y el ELN?
Primero que todo nunca hubo guerra entre paramilitares y Estado colombiano,
siempre los paramilitares han sido funcionales a las necesidades del Estado. Los
paramilitares jamás se propusieron cambiar las realidades de la sociedad
colombiana, sino apoyar la acción represiva del Estado por medio de masacres
contra la población no combatiente. La lucha del ELN contra el Estado
tiene como propósito cambiar las estructuras sociales, económicas y políticas de
Colombia, hacer posible una transformación de las estructuras de injusticia. La
salida política sería real y posible si estas transformaciones estructurales se
viabilizan por un camino diferente a la guerra.
3. ¿Cómo sería la financiación, mientras se da la reinserción, de los
combatientes elenos?
Este no es un tema de actualidad. Lo que se discute ahora es si es posible o no
una salida política al conflicto y si este gobierno está preparado para trabajar
por ella. El ELN es una fuerza que está muy integrada a la sociedad y
hace parte de los diseños de futuro que se trabajan en Colombia y sería
equivocado pensar que un camino de paz se puede entender sin la participación de
los diferentes sectores de la sociedad.
4. ¿Este paso significa claudicar o que en este momento las armas son inocuas
y que se está avanzando hacia una justicia social?
La justicia social con este gobierno está demasiado lejos, pensar en la
inocuidad de las armas también puede estar a la misma distancia. El propósito de
un proceso de paz es acercar la justicia social, para que la inocuidad de las
armas también se acerque. Este es el gran reto.
5. Hay quienes dicen que uno hace la paz con el enemigo. ¿Este es un enemigo
digno para hacer la paz?
La paz se puede hacer con aquel que se dispone a acordar un diseño de futuro
social en el cual todos nos sintamos interpretados. Si la dignidad tiene que ver
con la paz, se podría decir que es digno aquel que es flexible y hace posible
caminos diferentes a la guerra. Y es digno, en la guerra, aquel que no es
perverso, y sólo acude a la guerra como acto último para luchar por la defensa
de la condición humana como lo señala la legislación internacional y en tal
sentido desarrolla una guerra limitada, ceñida a unos propósitos políticos.
6. Si bien es cierto que han sido organizaciones independientes, pero con
coincidencias en lo político y militar, ¿han dialogado con las FARC sobre el
tema?
Hemos intercambiado información sobre estos temas.
7. Ya han dicho que quien menos se desgaste tendrá los mejores resultados en
el futuro. ¿Este es un buen resultado para el ELN?
El desgaste se produce cuando se hace lo que no se debe hacer en cada momento.
El desgaste es gastar donde no se debe. La sociedad está en una crisis profunda
en todos los órdenes y quien trabaje por construir un camino que permita
remontar dicha crisis, tendrá el futuro de su lado en la medida que el futuro es
posible para todos. En este sentido los resultados no serán, ni pueden ser para
el ELN, sino para toda la sociedad. Sólo nos motiva el bien-estar y
bien-ser de todos los colombianos.Por eso asimilar paz con desmovilización y
desarme será siempre equivocado.
8. Dijeron que la idea de diálogo con Uribe era para demostrar que un proceso
de paz con él era difícil o imposible.
Hasta el momento nada ha sido fácil y el que se pueda dar un diálogo, es un
asunto que está en exploración. La realidad aún no ha dado la última palabra.
9. Todo esto significa que el ELN estará en la arena política para las
próximas elecciones?
En la arena política siempre ha estado el ELN, el país conoce nuestras
propuestas. Hemos dicho que nos parece muy importante que amplios sectores de la
población vengan confluyendo en propuestas políticas electorales alternativas,
donde se expresa un propósito claro de buscar un destino más democrático para
Colombia y que un gobierno de este talante podría ser un instrumento tal vez más
real para construir una salida de paz. Por tanto nuestra participación está
referida al campo del debate, de propuestas de futuro y no en el campo de los
votos.
10. ¿Se conserva la mesa de negociación o esquema que se traía con los
anteriores gobiernos?
La única mesa en que estuvo el ELN fue en el gobierno de Gaviria, con
Pastrana nunca se pudo llegar a una mesa porque no quiso firmar el acta de La
Habana del año 2000 que le daba inicio formal al proceso. Ningún esquema rígido
es aconsejable, lo más importante es lo que está por encima de los esquemas y
tiene que ver con los contenidos de una agenda y los participantes, para el
ELN es vital que el proceso de paz esté referido a conseguir cambios
sociales y políticos que permitan la democratización del país, que se camine
hacia la justicia social y donde además la sociedad participe activamente en
dicho proceso.
11. Lo anterior sugiere las siguientes preguntas:
a) ¿Se volverá a insistir en la Convención Nacional con los sectores sociales
del país?
La Convención Nacional tiene vigencia y es el principal instrumento que
permitirá la participación de la sociedad en el diseño de la nueva Colombia que
podrá superar el conflicto.
b) ¿Qué se necesita para llegar a un Acuerdo Nacional o Constituyente como lo
proponen?
Lo esencial es construir un acuerdo nacional de cambios necesarios para
Colombia, lógico que se requiere de tiempo para construir consensos, ese es el
papel de la Convención Nacional.
c) ¿En la mesa de negociación seguirían Francisco Galán desde Itagui, Antonio
García, Pablo Beltrán, Nicolás Rodríguez, Milton Hernández y Ramiro Vargas,
entre otros?
De darse la eventualidad de un diálogo, el Comando Central y la Dirección
Nacional del ELN definirán la delegación que sea más conveniente, donde
algunos de los que Ud. menciona a lo mejor podrían participar.
d) En el acompañamiento internacional estarían: por los Países Amigos:
Francia, España, Cuba, Suiza, México y Noruega. Por los países verificadores:
Canadá, Japón, Suecia, Portugal, ONU, CICR.
Por ahora sería prematuro hablar de este tema, lo cual no quiere decir que
vayamos a desconocer la necesaria participación de la comunidad internacional en
un proceso de paz y que desde luego hay países y organismos que han jugado un
papel destacado y que siempre nos gustaría contar con su valiosa contribución.
e) Cuál sería el papel de la Misión Técnica Internacional de la ONU?
También es prematuro hablar de este tema.
f) La tregua bilateral por seis meses, que implica incluso cese de
operaciones militares contra las infraestructuras viales, eléctricas, petrolera,
y contra los miembros de la fuerza pública, significa tener un lugar de
concentración de la tropa. ¿Sur de Bolívar? ¿Catatumbo? ¿Arauca?, Chocó?,
¿Antioquia?
Hemos dicho que el ELN en un eventual proceso de diálogo estaría abierto
a que dicho tema haga parte de una agenda. Lo de posibles concentraciones de
tropas del ELN, y cosas por el estilo, no va con el diseño que tenemos.