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Latinoamérica

Detienen a cuatro militares con cocaína en sus morrales, cuando retornaban de combates en el Meta

El Tiempo
Bogota

El caso se registró el domingo 10 de junio, cuando los oficiales a cargo sometieron a los uniformados a una requisa porque tenían sospechas.


Ese día, los 80 miembros de la compañía B del Batallón de Contraguerrilla No. 40 Héroes del Santuario tenían un fuerte motivo para estar alegres: salían del área de operaciones en el municipio de Vistahermosa (Meta); unos se iban de vacaciones y otros de permiso.
Con sus objetos personales y en medio de las bromas fueron trasladados en helicópteros a la base del Ejército en Puerto Lleras. Pero el viaje se convirtió, para cuatro de ellos, en una entrada a la cárcel.

Todo iba bien hasta que llegó el momento de la inspección que, como de costumbre, los superiores realizan a los equipos de los soldados que salen de las áreas de operación. Al revisar los morrales de cuatro militares encontraron cerca de 8 kilos de cocaína.

Ya había sospechas

El hallazgo no fue sorpresivo, pues los hombres de inteligencia ya tenían información de que algunos uniformados podrían tener droga en su poder.

Por esa razón, apenas los militares descendieron de los helicópteros fueron enviados a formar a un lado de la pista de aterrizaje. Durante las requisas, los oficiales del Ejército encontraron la droga en poder del cabo Arbey Rincón y de los soldados profesionales Virgilio Alvernia, Yeferson García y Ómar Viloria.

En los momentos previos a la requisa, un capitán le preguntó al cabo Rincón por lo que llevaba en el equipo. Este admitió que era cocaína y explicó que lo hacía por "inexperiencia" y porque tenía "problemas económicos".

Así mismo, un teniente que participaba de la requisa observó que el soldado Alvernia caminaba hacia la pista y trataba de ocultar una bolsa tapándola con un poncho. Al interrogarlo sobre lo que llevaba respondió que " que no era nada".

En cuanto al soldado Viloria, dice el informe judicial, antes de bajarse del helicóptero sacó un bolso pequeño. Al revisarlo encontraron varios paquetes con droga.

Y cuando le tocó el turno de la requisa al soldado García, dicen los oficiales en el expediente, se percataron de que tenía un paquete amarrado entre las piernas. El uniformado se mostró nervioso y le rogó a uno de sus superiores que no dijera ni una palabra. Al final, descubierto, explicó que tenía problemas económicos en la familia.

Sin embargo, los cuatro militares, en la indagatoria, negaron su participación.

El cabo Rincón dijo que a él no le cogieron ninguna cocaína, pero que sabía que decían que la hallaron en su equipo. García advirtió que él fue el último en descender del helicóptero y por eso pasaba el equipo a los demás y todo lo que se iba quedando él lo iba pasando. Viloria dijo que vio que se quedaba un bolso y lo que hizo fue bajarlo. La Fiscalía no les creyó y les dictó medida de aseguramiento.


Redacción justicia
El caso de Apiay


Un caso similar al del cabo y los tres soldados detenidos en Vistahermosa se registró el pasado 25 de marzo, cuando autoridades de Estados Unidos detuvieron en el Paso (Texas) a cinco militares de ese país sindicados de transportar cocaína en un avión militar que salió de la base de Apiay (Meta). Uno de ellos quedó libre después por falta de pruebas.

Dentro de este caso, el 19 de mayo pasado, la Fiscalía detuvo a tres colombianos investigados por su presunta vinculación con los estadounidenses. Su aprehensión se produjo con base en información del FBI que recoge los testimonios de los militares de ese país.

Los detenidos fueron el técnico subjefe retirado José Álvaro Macías, José Ángel Gutiérrez Tafur, quien fue retirado de la Fuerza Aérea, y el civil William Rodríguez. La Fiscalía sigue el proceso y busca llegar a otras personas señaladas de hacer parte de esta red.