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Los tres presos políticos que hoy cumplirían 52 días de una huelga de hambre para presionar a las autoridades y obtener su libertad condicional, decidieron terminar ayer con esa postura.

"Depusieron la huelga de hambre anoche, vamos a transmitirle esto a los senadores para que esto pueda significar una tramitación más rápida de la ley y que la comisión se aboque a este proyecto", declaró el abogado Alberto Espinoza.

Pablo Vargas abandonó ayer en horas de la noche el ayuno por temores de un posible infarto, mientras Hardy Peña y Claudio Melgarejo se unieron después a esa determinación.

Espinoza adelantó que informará a los parlamentarios del fin de la huelga para que valoren si aprueban o no el reclamo de libertad condicional.

Se espera que el pedido de indulto sea votado en la sala de la Cámara Alta entre el 12 y 13 de julio próximo.

De acuerdo con el médico Pablo López, los internos perdieron un poco más de 20 kilos cada uno y para su recuperación permanecen ingresados en el hospital de la Cárcel de Alta Seguridad.

En esta misma jornada, una bomba de bajo poder destructivo estalló este miércoles frente a un banco en Santiago, en una supuesta muestra de apoyo a los reclusos.

Autoridades policiales comunicaron que el artefacto hizo algunos daños en ventanas y viviendas aledañas a la institución bancaria, pero no se reportan víctimas humanas.

En el lugar de los hechos se encontraron proclamas de respaldo a los reos, quienes fueron juzgados por tribunales militares a inicios de la década del 90 bajo la ley antiterrorista promulgada por la dictadura para endurecer la represión contra sus opositores políticos.

Los tres presos llevan como promedio 12 años de cárcel y cumplen condenas de cadenas perpetuas o largas penas de prisión.

Por el carácter severo de la normativa ninguno resultó favorecido por un indulto otorgado en agosto de 2004 a una veintena que fue procesada junto con ellos.