Latinoamérica
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Los movimientos sociales ante un reto histórico
Bolivia: Rumbo a elecciones generales
Alex Contreras Baspineiro
En los últimos dos años, las históricas movilizaciones de miles de bolivianos
y bolivianas no sólo fueron capaces de perforar la política neoliberal, impedir
la exportación del gas a mercados de México y Estados Unidos, expulsar a una
transnacional como Suez-Aguas del Illimani y derrocar a dos presidentes: Gonzalo
Sánchez de Lozada y Carlos Mesa Gisbert, sino y sobretodo, de devolver la
fortaleza a los de abajo, de retomar y difundir su palabra y de recuperar el
derecho a soñar. En suma, de creer en el pueblo mismo.
Aunque los movimientos sociales -sobretodo en sus cúpulas y liderazgos aún se
encuentran divididos- y no lograron cristalizar la totalidad de sus objetivos,
quedando pendientes la convocatoria a la Asamblea Constituyente y la
Nacionalización de los Hidrocarburos, demostraron que se encuentran en una fase
de ofensiva ante el retroceso de los partidos tradicionales que defienden el
modelo neoliberal.
Esos movimientos sociales ahora se encuentran ante el reto histórico de
participar en las elecciones generales convocadas para el domingo 4 de diciembre
de 2005 y, de ser capaces o no, de escribir una nueva página en la rica pero
también luctuosa historia de Bolivia.
En la actualidad, el Movimiento al Socialismo (MAS) encabezado por el diputado y
dirigente cocalero Evo Morales, se convierte en la primera fuerza política del
país y con grandes posibilidades de disputar la Presidencia de Bolivia. En
torno a este movimiento se empezaron a sumar movimientos sociales, sindicales y
agrupaciones ciudadanas de izquierda, campesinas, indígenas y populares como el
Movimiento Sin Miedo (MSM), los cooperativistas mineros, organizaciones de
profesionales y otros.
Mientras tanto, otros sectores como la Central Obrera Boliviana (COB), la
Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE) de El Alto, los campesinos de La Paz, el
Movimiento Sin Tierra (MST), el Consejo de Ayllus y Markas del Qollasuyo (CONAMAQ)
y algunos sectores de intelectuales que priorizan la Asamblea Constituyente y la
Nacionalización de los Hidrocarburos, tienen el objetivo de conformar un nuevo
Instrumento Político, paralelo al MAS.
Por si fuera poco, seis alcaldes de centro-izquierda y neoliberales que ganaron
en las elecciones municipales de diciembre de 2004, en sus principales ciudades,
formaron el Frente Amplio y Patriótico que podría postular como candidato
presidencial al obrero y actual alcalde de Potosí, René Joaquino.
Si mañana fueran las elecciones generales, el voto de los movimientos sociales y
de la izquierda se caracterizaría por la gran dispersión y fragmentación,
beneficiando sólo a los partidos neoliberales y del sistema. Los próximos
días y meses serán vitales para tratar de que éstas corrientes que pretenden un
cambio estructural confluyan en un solo movimiento unitario como la historia los
convoca.
Candidatos del sistema En el otro margen, aparecen los candidatos del sistema:
defensores de la política neoliberal, de las transnacionales, de los partidos
tradicionales y de los mandatos de la embajada norteamericana.
De acuerdo a las primeras encuestas, el preferido del poder mediático (en
realidad el candidato made in USA) es el ex presidente Jorge Quiroga, sucesor
del extinto dictador Hugo Bánzer y militante de Acción Democrática Nacionalista
(ADN), aunque ahora pretende postular por una agrupación ciudadana. En sus
primeras declaraciones, por ejemplo, afirmó que no está de acuerdo con la
nacionalización de los hidrocarburos "pero sí con la nacionalización de los
beneficios que generan los hidrocarburos".
Otro candidato es el ex mirista Samuel Doria Medina de Unidad Nacional (UN)
quien señaló que se debe conformar un frente "para bloquear a Evo". El
empresario, aunque lo niega, es acusado por no haber pagado un préstamo de 20
millones de dólares al desaparecido Banco del Estado, monto que le sirvió para
consolidar la empresa del cemento más grande del país.
Los otros candidatos de los partidos tradicionales, la oligarquía y las logias,
serían el cruceño Juan Carlos Durán del Movimiento Nacionalista Revolucionario
(MNR), el partido del célebre "Goni" Sánchez de Lozada, el también cruceño
Hormando Vaca Diez por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que
desplazaría a Jaime Paz a postular sólo como prefecto en Tarija y Manfred Reyes
Villa de la Nueva Fuerza Republicana (NFR) que ante el debilitamiento de su
partido se quedaría como candidato a la prefectura de Cochabamba.
No se descarta que estos partidos que tienen los mismos objetivos -más bien los
mismos intereses- puedan agruparse en una "megacoalición" para enfrentar a los
candidatos de los movimientos sociales.
Elecciones millonarias Las elecciones convocadas para el 4 de diciembre, no sólo
serán para elegir al Presidente, Vicepresidente, senadores y diputados, sino por
primera vez en la historia que la población boliviana elegirá a nueve prefectos
de los nueve departamentos del país.
En los últimos 20 años de democracia, la Corte Nacional Electoral (CNE) sólo
organizaba dos actos electorales importantes en cada período constitucional: la
elección general y las municipales, ahora, también debe encargarse de la
elección de prefectos y de asambleístas, además del referéndum autonómico para
julio de 2006.
Este nuevo sistema representa un gasto adicional y considerable para el Estado
Boliviano. La reforma de la Constitución Política del Estado (CPE) en la
Asamblea Constituyente le costará al Estado entre 20 y 25 millones de dólares.
Por otro lado, se estima que el costo de las elecciones generales (Poder
Ejecutivo y Poder Legislativo) y de prefectos ascenderá a 60 millones de
bolivianos. Una elección normal oscila entre 40 a 43 millones de
bolivianos.
Para evitar confusiones entre los votantes, en las elecciones de diciembre se
utilizarán dos papeletas de sufragio: una que será única a nivel nacional, para
elegir al Presidente, Vicepresidente, senadores y diputados y otra, para la
elección de prefectos que debe tener un formato diferente y su presentación
estará en función del número de candidatos inscritos en cada uno de los nueve
departamentos del país.
Según la Corte Nacional Electoral (CNE), la inscripción de candidatos
presidenciales y prefecturales será cerrada 100 días antes del 4 de diciembre de
2005.
Los partidos políticos, agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas que deseen
competir en los comicios deben presentar sus listas de candidatos a la
Presidencia, Vicepresidencia y al Parlamento hasta el 26 de agosto ante la CNE.
Ante ese reto, los diferentes movimientos, frentes y partidos políticos ya
alistan sus mejores armas para tratar de convencer a los bolivianos y bolivianas
para que se inclinen por una determinada opción: unos recurrirán a los programas
y planes de gobierno, otros a los regalos y limosnas y los más a las promesas
para que estando arriba se olviden de los de abajo.
A diferencia de años anteriores, varios analistas políticos coinciden que estas
elecciones pueden ser las más importantes del proceso democrático boliviano,
porque no sólo se elegirá al Presidente de Bolivia y sus más cercanos
colaboradores, sino se determinará la suerte de todo un pueblo.
- Alex Contreras Baspineiro, periodista y escritor boliviano.