(Segunda jornada). "Los que han sido elegidos democráticamente, deben gobernar democráticamente, y los que no cumplan deben responder ante la OEA", repitió el sonsonete que ya suena a tango viejo, la Secretaria de Estado norteamericana. "Debemos actuar para garantizar el estado de derecho", agregó "Condulzuurra" durante el acto de inauguración de la asamblea anual de la organización. Metida en lugares comunes muy gastados, tampoco se olvidó de echar de menos la presencia de "representantes democráticos de la otra Cuba". Además, tal como se había previsto, los EEUU insisten en la aplicación de la Carta Democrática, un engendro aprobado en el 2002 en pleno lanzamiento de la "guerra mundial antiterrorista de Bush" para facilitar su intervencionismo en América Latina. Lo más importante, no obstante, de lo dicho por Rice es su insistencia en aplicar el "Modelo Iraq actualizado" para crisis previsibles. Veamos cómo.
Los EEUU –afirmando su largo historial intervencionista en América Latina, y su inmediato historial en Yugoslavia, Afganistán, Iraq y Haití- han presentado un proyecto de resolución en el que proponen medidas "preventivas" para hacer efectiva la mencionada Carta Democrática.
Con la nueva estructura global de intervención preventiva y post conflicto, diseñada desde hace tiempo –recordemos que fueron los ingenieros del Pentágono los que planificaron durante el largo período de bloqueo la invasión y ocupación de Iraq- y presentada hace poco menos de un año con la puesta en marcha de la oficina del Coordinador para la Transición y Estabilización, a punto, Washington considera definido el modelo imperial y quiere que la OEA apruebe su aplicación para América Latina. Por eso quiere que el Consejo Permanente, presidido para el próximo año por la República Dominicana, evalúe las situaciones que puedan conducir a retrocesos democráticos.
Con un Insulza -nuevo secretario general "consensuado" después de dos intentos de Washington de promover a sus candidatos- complaciente, el asunto ha empezado a rodar en la OEA a la espera de lo que digan Brasil, Argentina, Ecuador, Uruguay y Venezuela.
El Secretario de la OEA ha pedido implementar las obligaciones de la Carta Democrática Interamericana y ha pedido "establecer las prioridades básicas de la OEA". Mencionó "el terrorismo, la desigualdad social, la delincuencia organizada, así como la seguridad ciudadana". En relación con el primer tema indicó que la OEA tiene la obligación de asistir a las naciones americanas donde el sistema democrático se ha visto amenazado, o el orden institucional ha sido alterado. Insulza se refirió más concretamente a Ecuador, Bolivia y Haití, países a los que prometió todo el apoyo del organismo.
Sin embargo, no todos los países están de acuerdo con la pretensión estadounidense ni mucho menos con su propuesta: "Hacer realidad los beneficios de la democracia". En realidad, los ejemplos a la vista, son terribles.
En cada una de las reuniones en las que se hable de terrorismo sonará el nombre de Luís Posada Carriles; y la denuncia de los planes de magnicidio contra Chávez, dirigidos por EEUU, que ha hecho el vicepresidente de Venezuela, Rangel.
Entre el bla, bla, bla, insulso de los serviles, se deslizará en los oídos la propuesta de Fidel Castro desde La Habana: la creación de un tribunal permanente contra el terrorismo en América Latina.
Para hoy está prevista la llegada del emperador Bush