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Latinoamérica

Uribe confirma que los gobiernos colombianos no combaten a los paramilitares

 

 Pedro J. Moreno


El presidente - candidato sabe muy bien por qué lo dice: porque él ha sido parte de esos gobiernos y porque ha sido uno de los promotores del paramilitarismo mediante las convivir.

Con esto queda demostrado lo que todo el mundo sabía, desde hace muchísimo tiempo: los organismos armados estatales nunca han combatido a los paramilitares y por el contrario les han dado organización, financiación, disfrazada dentro del presupuesto, armas, dotación, entrenamiento, información, transporte, protección, suministro de miembros en servicio activo y coordinación y dirección de sus criminales acciones.

Esto no hubiera sido posible si no hubiera habido complicidad del alto gobierno colombiano con el alto mando armado oficial que coordina y dirige todas las actividades de estos grupos paramilitares, al punto que organizaciones internacionales llaman a estos grupos armados ilegales la 6a. division del ejército, cuando legalmente éste solo tiene 5 divisiones.

Es parte de la política estatal contra insurgente la creacción de estos grupos armados ilegales para que hagan el trabajo sucio y evitar que las fuerzas oficiales aparezcan como violadores de los derechos humanos.

En muchas ocasiones las fuerzas oficiales utilizan el nombre y las insignias de los paramilitares o de las fuerzas insurgentes cuando realizan directamente actos ilegales y violadores de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario.

Seguramente esta será la manera de operar de la fuerza pública oficial de ahora en adelante con cualquier otro nombre si se realiza de verdad la desmovilización de los paramilitares.

Con ocasión de la farsa de la 'captura' de don Berna, se ha destapado Uribe, sin ningún pudor, en la defensa de éste diciendo que colaboró en la persecusión y desmantelamiento del cartel de Medellín; lo que no cuenta es que él, Uribe, colaboró con Pablo Escobar y el cartel de Medellín, así lo informa documento desclasificado del Pentagono, y que se benefició política y económicamente de ellos y luego se siguió beneficiando con la nueva organización que reemplazó a Pablo Escobar a su muerte. De nuevo queda en evidencia la identidad entre paramilitares y narcotraficantes y en sus encubridores o beneficiarios tanto con el cartel anterior como con el nuevo.

Todos los instrumentos de presión del cartel de Medellín de Pablo Escobar continúan en vigor e inclusive se potenciaron con la subida al poder del presidente - candidato.

La Colombia honesta debe solicitar a la Comunidad Internacional la creación de una Comisión Judicial Especial para Colombia para investigar, juzgar y castigar a los responsables de narcotráfico, que al mismo tiempo son del paramilitarismo. Se debe solicitar la desclasificación de todos los documentos relativos de que dispongan los organismos de investigación de Estados Unidos, Italia y demás países que realmente quieran combatir el narcotráfico.

Debe ser una entidad internacional porque las entidades colombianas investigativas y judiciales están comprometidas con el narcotráfico y el paramilitarismo, de lo cual han hablado mucho los medios de comunicación internacionales y nacionales.

Si Uribe quiere demostrar que nada tiene que temer de investigaciones contra el narcotrafico y el paramilitarismo debe colaborar para que dicha Comisión se cree y comience en el menor tiempo posible a actuar.