Latinoam�rica
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La Iglesia lanza cruzada para apagar insurgencia popular
Econoticias
La influyente Iglesia Cat�lica de Bolivia intenta unificar a todos los
poderes p�blicos, articulando los intereses de la oligarqu�a latifundista y pro
petrolera del oriente con los demandas de los sectores reformistas y m�s
moderados del movimiento popular. Hablan de adelantar elecciones, pero la
rebeli�n crece y crece.
Con la bendici�n del Papa Benedicto XVI, la influyente Iglesia Cat�lica de
Bolivia desat� una mega campa�a para detener la insurgencia popular, que crece
aceleradamente en todo el pa�s. La jerarqu�a eclesial intenta unificar a todos
los poderes p�blicos en torno a una Asamblea Constituyente y a un refer�ndum
auton�mico, articulando los intereses de la oligarqu�a latifundista y pro
petrolera del oriente con los demandas de los sectores reformistas y m�s
moderados del movimiento popular.
En las �ltimas horas, el Cardenal Julio Terrazas y los obispos se han reunido
con el presidente Carlos Mesa, con el presidente del Congreso, Hormando Vaca
Diez, con el presidente de la C�mara de Diputados, Mario Coss�o y con el
presidente de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodr�guez. El prop�sito es
lograr un gran acuerdo nacional de pacificaci�n, que obligue a los sectores m�s
radicales y combativos de Bolivia a abandonar la idea de la nacionalizaci�n del
gas y el petr�leo. En estas reuniones se baraja, incluso, el acortamiento del
mandato de Mesa y la convocatoria a elecciones antes de fin de a�o.
La cruzada en la que est� metida a fondo la Iglesia Cat�lica hab�a sido
demandada insistentemente por el presidente Mesa y por el diputado cocalero y
jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales. Desde los p�lpitos, los
sacerdotes llamaron este domingo a la pacificaci�n, a dejar los extremismos y a
unir a ricos y pobres, a justos y pecadores. La mega campa�a tambi�n se ejecuta
a trav�s de todos los medios de comunicaci�n, grandes y peque�os, incluidos los
denominados alternativos, que llaman a poner fin a los bloqueos y a sellar la
paz entre los sectores en conflicto.
Todos buscan, en el fondo, quebrar la creciente unificaci�n que se da entre los
sectores revolucionarios de vanguardia, como son la Central Obrera Boliviana (COB),
las Federaciones de Mineros y Maestros urbanos y rurales de La Paz, la Central
Obrera Regional de El Alto y la Federaci�n de Juntas Vecinales de El Alto, con
las bases cada vez m�s radicalizadas de trabajadores, campesinos y vecinos de
los barrios m�s pobres, tras tres semanas de imponentes movilizaciones que ya
han puesto al Estado en virtual colapso y en tela de juicio el poder pol�tico.
Empuje revolucionario
Al enarbolar la bandera de la nacionalizaci�n de sus reservas de gas y petr�leo,
valuadas en m�s de cien mil millones de d�lares, el pueblo m�s pobre y rebelde
de Sudam�rica est� siendo empujado a rebasar la democracia neoliberal, a cerrar
el Congreso y a tomar el poder, ante la evidencia que ni el Gobierno ni el
Parlamento podr�n recuperar los hidrocarburos que est�n en manos de Repsol,
Petrobras, Total, Enron, Shell, British Petroleum y otras. Los trabajadores,
campesinos y vecinos que luchan por la nacionalizaci�n creen que s�lo al
recuperar las riquezas naturales podr�n superar el estado de pobreza y
humillaci�n que agobian a siete de cada diez bolivianos.
No extra�a, por ello, que en El Alto y en las laderas y barrios m�s pobres de La
Paz este fin de semana hubiera comenzado a emerger el poder popular, ejercido
por los vecinos organizados que controlan todas las calles y avenidas. Desde la
noche del viernes, los distritos y Juntas se turnan para cercar La Paz y se
hacen vigilias de d�a y de noche. En las precarias barricadas hay fogatas,
whipalas, palos y un creciente rencor contra el gobierno y el Congreso, todos se
preparan para marchar este lunes sobre La Paz donde har�n un gran cabildo
abierto. Hay aire de insurrecci�n. 'El cabildo es el poder popular que
reemplazar� al poder neoliberal', dice Edgar Patana, dirigente de la Central
Obrera de El Alto, al explicar la importancia del Cabildo de este lunes en la
Plaza de San Francisco.
'M�s mineros est�n llegando para reforzar la lucha del pueblo. Los compa�eros se
est�n plegando a la lucha', agrega Miguel Zubieta, dirigente de la Federaci�n de
Trabajadores Mineros de Bolivia.
En el distrito 4, en el norte de la ciudad de El Alto, los vecinos con l�grimas
en los ojos han jurado no retroceder en la lucha por la nacionalizaci�n. Una
asamblea que reuni� a casi 10 mil mostr� que ya no importa si el presidente Mesa
cae o renuncia. Recordando las heroicas jornadas de octubre del 2003, cuando
enfrentaron las tanquetas del Ej�rcito y a los militares carapintadas con piedra
y palo, los vecinos resolvieron marcar las viviendas de aquellos polic�as y
repriman al pueblo. Tambi�n criticaron acremente a Evo Morales por intentar
desorientar la lucha popular por la nacionalizaci�n con la Asamblea
Constituyente.
En la Central Obrera de El Alto esta decisi�n ya hab�a sido asumida plenamente.
'Con la convocatoria a la Asamblea Constituyente o sin ella, El Alto seguir� en
la lucha y con el paro c�vico laboral porque estamos peleando por la
nacionalizaci�n y la industrializaci�n de nuestro gas', asegur� Patana.
Al borde de la asfixia
La tensi�n es creciente en todo el pa�s, especialmente en las grandes ciudades,
especialmente en La Paz y El Alto, que est�n al borde de la asfixia, sin
carburantes y desabastecidos de alimentos.
En la Planta de Senkata, en El Alto, desde donde se distribuye toda la gasolina,
diesel y gas licuado que consume la ciudad de La Paz, hay un masivo cerco de
vecinos que impide la salida de los cisternas. 'A las dos de la ma�ana, la
Polic�a ha intentado sacar un convoy de cisternas para abastecer a La Paz, pero
hemos reforzado el bloqueo y no ha salido ni una gota', relata Roberto de la
Cruz, dirigente de la Central Obrera de El Alto.
En La Paz, una ciudad de 800 mil habitantes, hay una aguda escasez de gasolina y
carburantes y circulan pocos veh�culos. Este domingo no hay manifestaciones,
aunque en varios sindicatos se ven a dirigentes reunidos, organizando las
protestas de este lunes. Tambi�n eval�an las acciones de la Iglesia. 'Llamar a
elecciones no resuelve nada, queremos la nacionalizaci�n', dicen en la
Confederaci�n de Gremiales.
En el resto del pa�s se mantienen firmes los bloqueos carreteros. El �ltimo
informe del Servicio Nacional de Caminos establece que 55 puntos de bloqueo
impiden el paso regular de veh�culos de transporte de carga y de pasajeros en
siete de los nueve departamentos de la rep�blica. Los campesinos, colonizadores
y maestros rurales tienen cortadas dos de cada tres caminos en el Altiplano y
los valles.
En el oriente, reducto de la oligarqu�a latifundista y pro petrolera, las
protestas y bloqueos tambi�n se hacen sentir. Los campesinos, ind�genas y
colonizadores ya ocuparon en el norte de Santa Cruz los pozos petroleros de la
empresa British Petroleum en la provincia Sara, en la comunidad de San Luis,
exigiendo la recuperaci�n de los hidrocarburos y la convocatoria a la
Constituyente. Nuevos pozos ser�an ocupados en las pr�ximas horas
Mientras tanto, en la ciudad de Santa Cruz, el gobierno municipal con el apoyo
del Ej�rcito, prohibi� ayer la realizaci�n de marchas, huelgas, m�tines y otras
protestas en el centro de la ciudad, tratando de evitar que maestros,
campesinos, fabriles e ind�genas se manifiestan en contra de la oligarqu�a y a
favor de la nacionalizaci�n. La prohibici�n cuenta con el apoyo directo del
Comandante de la Octava Divisi�n de Ej�rcito, Tom�s Pe�a.