Latinoamérica
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Entrevista con Evo Morales,
lider del Movimiento al socialismo
“Queremos ejercer el derecho de propiedad”
Eduardo
Febbro
Página 12
El
diputado cocalero insiste en la posición del MAS de la nacionalización de los
recursos naturales de Bolivia. Apoya al mandatario de la transición y le pide
que no mezcle las agendas. El Congreso debate para definir el modo de adelantar
los comicios generales. “El presidente y su gabinete tienen que dar señales
claras, como la agenda de elecciones generales.”
Bolivia se dirige a elecciones generales anticipadas. Las dos Cámaras se
reunirán hoy para definir la manera en que se convocará a estos comicios. Mañana,
el presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez, convocará al Congreso para que
éste elabore la solución constitucional que autorice la celebración no sólo de
las elecciones de presidente y vicepresidente, sino, también, las legislativas.
De las dos opciones que existían para llegar a esta solución, renuncia masiva y
voluntaria de los diputados o interpretación del artículo 93 de la
Constitución, es la última la que se ha adoptado. Para ello hacen falta los
votos de dos tercios de los diputados y se especula que en las próximas dos
semanas las dos Cámaras adoptarán esta resolución.
Si bien es cierto que la convocatoria a elecciones generales responde a una de
las cuatro demandas de los movimientos sociales, la consulta se llevará a cabo,
sin embargo, con la misma arquitectura política que desencadenó las crisis de
los últimos dos años. Salvo enmienda o acuerdo en el Congreso, la figura del
próximo jefe de Estado depende de un acuerdo entre las bancadas y no de una
segunda vuelta electoral.
Con todo, las soluciones constitucionales que se están elaborando dentro del
marco de la democracia han tenido la virtud de apaciguar el clima de tensión
social. Ayer, el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, aportó
su apoyo a la gestión del presidente Eduardo Rodríguez. En entrevista con
Página/12, Morales puntualiza su posición en la crisis actual y aboga por un
acuerdo entre todos los sectores sociales del país.
–Usted juega hoy la carta de la continuidad constitucional reforzando los
apoyos del presidente Eduardo Rodríguez. ¿Cuáles son las condiciones mínimas
para mantener esa estructura?
–Frente a la nueva coyuntura política, nosotros vamos a respetar al gobierno de
transición. Le damos nuestro apoyo incondicional a que garantice las elecciones
generales anticipadas. El MAS no pedirá ningún cargo.
El Poder Ejecutivo tiene todas las atribuciones para formar un nuevo gobierno.
Nuestra única sugerencia es que esas personas no sean hombres políticos
identificados con Sánchez de Lozada, con el banzerismo y las dictaduras. Es
importante que el presidente institucionalice los cargos públicos con gente
dispuesta a servir al pueblo y no servirse del pueblo. El presidente y su
gabinete tienen que dar señales claras, marcar agendas como las elecciones
generales adelantadas. Coincidimos con ello.
–Sin embargo, usted no quiere que las agendas electorales se mezclen, es decir,
las elecciones generales con las autonomías, etc.
–No. Pensamos que no se debe juntar el tema de la autonomía, el tema de la
elección de los prefectos, la Asamblea Constituyente. Eso sería generar otro
problema en el país. Además, se está hablando no de una Asamblea Constituyente
sino de un Congreso Constituyente, es decir, los mismos parlamentarios elegidos
en las elecciones adelantadas serían parlamentarios y constituyentes. Eso es
burlarse del pueblo boliviano. La extrema derecha está apostando por el caos y
el desastre porque ella sabe que este tema va a traer conflicto. Por eso la
tarea del presidente es adelantar las elecciones y no de mezclar.
–Usted ha repetido que es preciso nacionalizar los hidrocarburos. ¿Cuál es el
alcance de esa demanda?
–Que los recursos naturales estén en manos de la nación. Teóricamente, las
leyes de la Constitución nos permiten que los recursos nacionales estén nacionalizados,
en especial los hidrocarburos. Pero, lamentablemente, como dueño de esos
recursos nacionales el gobierno no ejerce el derecho de propiedad. Eso es lo
que se entiende por nacionalización de hecho, es decir, se trata de ejercer el
derecho de propiedad.
–¿Y qué ocurre con las empresas extranjeras que ya
están trabajando en Bolivia?
–Esa presencia obedece a los contratos contraídos por los gobiernos de turno,
más de 70. Los términos de esos contratos decían que el titular adquiere el
derecho de propiedad en boca de pozo. Sin embargo, esos contratos no han sido
ratificados por el Congreso nacional y, por consiguiente, son irregulares,
ilegales e inconstitucionales. En suma, mientras esos contratos no sean
ratificados no pueden aplicarse. Pero desde 1996 se aplicaron, pero el
Parlamento jamás los reconoció. Uno de los artículos del proyecto de ley que
hemos planteado trata de que se realicen auditorías técnicas y económicas para
saber exactamente cuánto han invertido las empresas y cuánto han recuperado
hasta ahora. Sin control no se puede definir nada. Aunque sea ilegal e
inconstitucional, estamos dispuestos a saber cuánto han invertido. No se puede
permitir que el Estado no controle los campos petrolíferos. Repito, legalmente
están nacionalizados pero en la práctica no. Por eso debe haber un directorio
conformado por el Estado y las empresas mientras dure la auditoría. Nosotros no
planteamos echar a las multinacionales ni tampoco confiscar. Queremos ejercer
el derecho de propiedad. Si Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos
necesita socios, ese socio debe aportar el 50 por ciento. Si no los requiere,
el 100 por ciento es para el Estado.
–La crisis boliviana ha quebrado en parte el entendimiento entre los
movimientos sociales y el MAS. ¿Cómo se plantea el MAS
los meses que vienen?
–El MAS va a seguir apostando por la unidad entre todos los sectores, con los
movimientos sociales, agrupaciones ciudadanas y con algún partido que apueste a
un proyecto político. El MAS es el primer partido de
Bolivia y hay un espacio de debate con las fuerzas sociales que luchan contra
el liberalismo, un espacio para avanzar en la construcción de un instrumento
político. Acá en Bolivia y en muchos otros países el modelo económico impuesto
por el Banco Mundial no resuelve los problemas económicos y sociales. Tiene que
surgir un nuevo modelo de reciprocidad, de solidaridad. En lo fundamental, se
trata de un nuevo modelo de real distribución de nuestras riquezas. Y ese es un
trabajo que hay que hacer junto a los movimientos sociales empobrecidos por el
neoliberalismo. Si en la misma construcción política del Estado boliviano aquí
no hay normas y leyes en base a principios de equilibrio es imposible resolver
los problemas del país. El tema es entonces cómo buscar esas transformaciones
profundas a ese modelo económico. Y eso pasa justamente por la Asamblea
Constituyente. El movimiento popular, el movimiento indígena originario, quiere
hacer cambios en democracia.