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Cuenta con el apoyo de Evo Morales
Europa Press
El abogado de 49 años Eduardo Rodríguez Veltzé juró la madrugada de este viernes como el sexagésimo cuarto presidente de la República de Bolivia, en medio de una de las más crudas crísis políticas y sociales que ha vivido la nación altiplánica, que ha causado la muerte de un minero y cientos de heridos y detenidos, además de graves daños a la propiedad pública y privada debido a las protestas en las que se ha enmarcado una huelga general que mantiene totalmente paralizado al país.
Rodríguez Veltzñe está relacionado con el Movimiento Nacionalista Revolucionario. Algunos movimientos sociales, como los de El Alto, no se han dejado desmovilizar tan fácilmente: mientras no se toque el "tema de la nacionalización de los hidrocarburos", como dijo Edgar Patana de la Central Obrera Boliviana, siguen las manifestaciones y los bloqueos.
"Bolivia merece mejores días", dijo el nuevo presidente, quien hizo un llamamiento a sus compatriotas para recuperar la estabilidad y la paz en la nación.
Rodríguez Veltzé, quien hasta ayer era el presidente del Tribunal Supremo de Bolivia, juró como nuevo mandatario provisional en una ceremonia que se realizó en la histórica Casa de la Libertad de Sucre, a 640 kilómetros al surestede de la capital, La Paz, y tras una sesión parlamentaria en la cual los titulares de la Cámara de Senadores y de Diputados, Hormando Vaca Díez y Mario Cossío, respectivamente, renunciaron a su derecho a asumir la Primera Magistratura del país, tras la renuncia de Carlos Mesa, ocurrida la noche del pasado martes.
Tras horas de tensión, debido al clima de violencia que no daba garantías para la sesión parlamentaria que indica la Constitución y casi una hora después de haber sido elegido como nuevo Mandatario por ambas cámaras parlamentarias, Rodríguez Veltzé juró ante el presidente del Senado, Hormando Vaca.
"Yo Hormando Vaca Díez, presidente del Senado nacional, por la unidad de nuestro país, porque se acaben las confrontaciones, porque Bolivia recupere su normalidad y porque la experiencia vivida por nuestro país jamás sea repetida, renuncio a la sucesión tal y cual lo manda el artículo 93 de la constitución política de Estado", dijo el también presidente del Congreso, antes de tomar juramento al nuevo gobernante.
ÁNGELES Y NO DEMONIOS
En un emotivo discurso, en el cual invocó a Dios y dijo que llegaba al cargo "acompañado de ángeles y no de demonios" y recalcó que asume por un deber cívico y no por ambiciones personales, el nuevo mandatario anunció su compromiso de convocar a elecciones en un plazo máximo de 150 días y también de respetar la decisión ciudadana de nacionalizar los hidrocarburos."Nada de eso ha cambiado", dijo. Los vecinos de El Alto siguen envigilias en las calles, con fogatas, al igual que varios sectores deCochabamba y los campesinos aymaras: la nacionalización no ha quedadoen el olvido.
En el mismo edificio donde hace 180 años fue fundada la República de Bolivia, Rodríguez Veltzé dijo a sus compatriotas que "un deber constitucional me ha traído a esta posición como un juez de la República que debe cumplir un mandato, convencido de que la democracia, el sentido de unión y de paz es lo mejor para los bolivianos".
Rodríguez pidió a los bolivianos trabajar juntos por la unidad para llegar a un acuerdo nacional que permita atender las demandas del pueblo que, según dijo, "no son de hace dos semanas", sino que tienen que ver con la historia del país.
"Quiero desde el fondo de mi corazón decirles que cuando conversaba con mis hijos veía una enorme desesperanza en el futuro, porque no estábamos siendo capaces de dejarles, sobre todo a quienes nos van a seguir en las próximas generaciones, un país más ordenado", señaló.
"Estoy convencido de que una de mis atribuciones será convocar a ese proceso electoral donde se renueve la representación ciudadana, para que este Congreso siga agregando a una construcción democrática más justa, más equitativa", explicó.
"Bolivia merece mejores días", dijo Rodríguez, quien fue aplaudido por los congresistas, y con mayor fuerza cuando aseguró que quiere hacer "una gestión breve". "No me anima ningún propósito personal en torno de la Presidencia, soy un magistrado de la Corte Suprema de Justicia y pretendo seguir siéndolo", agregó.
VACA DÍEZ
Tal como lo habían demandado los grupos políticos y sociales que han paralizado la nación en una huelga que dejó un minero muerto por la represión policial, el presidente del Senado, Hormando Vaca Díez habló en el hemiciclo tras renunciar a su derecho constitucional a asumir la Presidencia y pidió a los bolivianos "que esta noche duerman tranquilos, que mañana con la tranquilidad del alma, e iniciando una nueva etapa, podamos tener un nuevo escenario, que le den el tiempo prudente y necesario al nuevo presidente, que se paren todas las presiones y todas las movilizaciones, porque los demonios desatados por la histórica decisión del Congreso nacional han sido controlados para siempre".
En un directo llamamiento al líder cocalero, Evo Morales, presidente y diputado del partido Movimiento al Socialismo (MAS) --quien ha sido la cara visible de la resistencia al dimitido presidente Carlos Mesa y quien públicamente exigió que Rodríguez Veltzé asumiera la Presidencia-- Vaca Díez le pidió que desmovilice a los manifestantes que mantienen al país en tensión y completamente aislado en sus fronteras terrestres.
SESIÓN SUSPENDIDA
La sesión del Parlamento estuvo a punto de suspenderse definitivamente debido a los desórdenes ocurridos frente a la Plaza de Armas de Sucre, en las inmediaciones de la Casa de la Libertad y actual sede provisional del Congreso.
Después de una suspensión de varias horas "por falta de garantías" argumentadas por los parlamentarios, los congresistas decidieron reunirse para terminar con el suspenso respecto de quién asumiría la Presidencia.
Poco antes, y en medio de la incertidumbre, las Fuerzas Armadas bolivianas se habían sumado a la petición de la Iglesia Católica local, y, en un comunicado público en el que confirmaron que estaban "en alerta máxima", pidieron al Parlamento "que interprete el sentir de todo el pueblo" y advirtieron que no permitirían "acciones de insurrección contra la legalidad".
"Nosotros vamos a respetar la decisión que tome (el Congreso), pero, al mismo tiempo, hacemos un llamado para que interpreten la situación del país con serenidad", había señalado en una petición televisada al país el comandante de las Fuerzas Armadas, el almirante Luis Aranda.