Argentina: La lucha contin�a
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El caso Maders
El poder que mata
Carlos del Frade
Argenpress.info
La primera parte del juicio que busca responder a la pregunta qui�n mat� al
ex senador cordob�s Regino Maders ha terminado con un imputado por haber sido el
presunto asesino material, el ex polic�a Hugo Oscar S�ntora, y con un potencial
pagador del crimen, la ex mano derecha de Eduardo Angeloz en la c�mara de
diputados provincial, Luis Medina Allende. Quien fuera tres veces gobernador
cordob�s, excandidato presidencial y ex senador nacional, Angeloz, debi�
comparecer en calidad de testigo y no de imputado como reclamaba la familia
Maders. El asesinato de Maders, producido el 6 de setiembre de 1991, es uno de
los principales casos en los que se entrecruzan intereses estatales,
narcotr�fico y bandas recicladas desde los tiempos del terrorismo de estado.
Esta es parte de aquella historia que todav�a no termin�.
Primera parte
Regino Maders
El lunes 9 de mayo de 2005, el juicio por el asesinato del ex senador radical
Regino Maders concluy�, por lo menos, en su primera parte.
Ahora los fiscales, Luis Eduardo Villalba y Marcelo Novillo Corval�n, junto a
las querellantes Mar�a Elba Mart�nez y Teresa Maders pedir�n la condena del
imputado Hugo Oscar S�ntora.
S�ntora, un ex integrante de Inteligencia policial acusado de disparar con una
pistola Browning 9 mil�metros contra Maders, est� encerrado como consecuencia
del relato de otro ex polic�a, Nievas, al que se agregaron otros testimonios que
reconocieron en el imputado a la persona que se jactaba de haber matado al
ingeniero.
Nievas fue el que se dedic� al trabajo de rastrear el arma asesina. S�ntora, por
su parte, hab�a trabajado en la investigaci�n cuando el ex juez Guillermo
Johnson, intentaba revelar el caso.
La pistola Browning 9 mil�metros utilizada estaba pintada de negro, en una
pintura sin brillo de un aerosol. Una marca que la convert�a en una luz en la
oscuridad. Esa fue el elemento caracter�stico con que Nievas lleg� hasta ella.
La misma se encontraba en la propia casa de S�ntora. Los dichos de Blanca
Fern�ndez y su hija Natalia fueron fundamentales contra la suerte del ex
polic�a.
Durante esta primera parte del juicio, tambi�n result� fundamental para
averiguar el por qu� lo mataron a Maders, la sumatoria de dichos que vinculan al
ex diputado provincial, Luis Medina Allende, como el hombre que habr�a pagado el
dinero estipulado por asesinar al ex trabajador de la Empresa Provincial de
Energ�a de C�rdoba.
La segunda parte del juicio es, para la familia, la m�s importante, porque all�
est�n fijadas las expectativas sobre los responsables pol�ticos del asesinato.
Para la familia Maders no hay dudas sobre la autor�a intelectual de la
administraci�n del ex gobernador Angeloz.
La otra historia
-La documentaci�n que le voy a presentar a Alfons�n tiene pruebas sobre los
negociados con la Empresa Provincial de Energ�a de C�rdoba, el narcotr�fico y la
venta de beb�s -le confes� Regino a su hermano Juan dos d�as antes de ser cosido
a balazos en la madrugada del 6 de setiembre de 1991.
La causa ya tiene 32 cuerpos y en la misma existen testimonios de muchas
personas, algunas ex polic�as y otras ex diputados provinciales, que avalan los
dichos del hermano de Regino.
El ingeniero hab�a descubierto las actividades que se desarrollaban durante la
noche en la sede de la EPEC. Autom�viles gemelos transportaban drogas e iban a
distintos lugares de la provincia y a otros estados vecinos, como Santa Fe y
Entre R�os.
Todas aquellas maniobras era conocidas, seg�n dice Juan Maders, por el tres
veces gobernador de C�rdoba y hoy senador nacional, Eduardo Angeloz.
Con el correr de los a�os se encontraron autom�viles Ford Falcon con n�meros de
motores adulterados y patentes gemelas en los propios dep�sitos de la EPEC. Uno
de ellos fue utilizado para cometer el crimen. Para los integrantes de la
familia Maders, 'los autores intelectuales estar�an entre los que se encargaron
de desviar la investigaci�n desde un primer momento, de forma sistem�tica y
persistente. En mayor o menor grado cada uno tuvo responsabilidad en el crimen.
Vali�ndose de la mano de obra desocupada continuaron entorpeciendo y desviando
la investigaci�n de la causa', sostienen.
En tanto la fiscal federal Graciela L�pez de Filo�uk inici� una investigaci�n de
oficio sobre las declaraciones del ex diputado provincial radical, Luis Medina
Allende, ex mano derecha de Angeloz, en el libro 'Matar la inocencia', de la
periodista cordobesa Graciela Ramos.
All� acus� al hijo de Angeloz, tambi�n llamado Eduardo, al que califica como 'el
pr�ncipe', de ser 'jefe de una zona' de distribuci�n de droga. Sostuvo, adem�s,
que era la cabeza visible de un cartel que desde C�rdoba distribuye la
mercader�a, fundamentalmente, a las provincias de Santa Fe y Entre R�os.
Luis Medina Allende, ex diputado provincial y mano derecha del 'Pocho', se�al� a
'Eduardo Angeloz hijo' como 'jefe de distribuci�n de la droga en la zona de
Nueva C�rdoba' y al ex titular del ejecutivo como el garante el negocio. Tambi�n
sostuvo que la droga ingresaba 'desde Paran� por medio de autos oficiales'.
Medina Allende, condenado a ocho a�os de prisi�n por la venta fraudulenta de la
C�rcel del Buen Pastor y por la concesi�n irregular de la explotaci�n de juegos
de azar en la provincia mediterr�nea, y tras cuatro de encierro, ahora en
libertad condicional, denunci� a Angeloz y a su hijo Eduardo como responsables
del tr�fico de drogas en el territorio cordob�s.
'En la entrevista que tuve con algunos comisarios de polic�a y que motiv� mi
primer desafuero, yo les habl� para impedir que detuvieran a Eduardo Angeloz
hijo y a Mar�a Marta (tambi�n hija del entonces gobernador). Si usted lee el
expediente va a ver lo que ellos cuentan', cont� Medina Allende en un fragmento
del libro 'Matar la inocencia'.
M�s adelante se�al� que 'sab�a cu�l era una de las rutas de ingreso y
distribuci�n de la coca�na ac� . Si alguien siguiera atentamente la actividad de
los hijos de la diputada Thelma Angeloz de Ninci (hermana del ex gobernador),
terminar�a en un esc�ndalo fenomenal. Estos chicos han violado las normas de los
narcotraficantes, son usuarios. El traficante no puede ser usuario. Estos chicos
son adictos y adem�s vendedores...'.
Medina Allende acusa a 'Eduardito' como 'jefe de una zona...la de Nueva C�rdoba.
En todos los boliches de Nueva C�rdoba vaya y averig�e qui�n es el proveedor'.
En el denominado 'reporter ocho' del mencionado libro, la periodista le pregunta
si 'hace extensiva la supuesta vinculaci�n con la droga que tendr�an los hijos
de Angeloz al propio Angeloz'. El ex diputado respondi� que 'Angeloz conoc�a y
no aprobaba el negocio, pero tampoco lo imped�a'.
Tambi�n sugiere que cuando se produjo el operativo 'Caf� Blanco', en marzo de
1995, cerca de Ascochinga donde se secuestraron mil kilogramos de coca�na, no
particip� la polic�a de C�rdoba 'por falta de confianza'.
Seg�n el ex legislador, 'el tema de la droga ha sido manejado por la familia
reinante'. Lleg� a precisar que 'el ingreso de la droga se produc�a por Paran� .
Ven�a de Bolivia o de Colombia, probablemente. Pero en Paran� se la entregaban y
ellos la tra�an a C�rdoba en autos del gobierno de la provincia. Tan es as� que
hubo un accidente c�lebre. Estuvieron a punto de morirse los hijos de Thelma'.
En tanto, el 19 de noviembre de 1998, H�ctor Fabi�n Muriel, se present� ante el
fiscal federal Carlos Torres para denunciar su hermano, Rafael Gustavo Muriel,
'tuvo que desaparecer del pueblo de La Granja, forzado por la situaci�n y por
sus propios medios en virtud de su fracaso en las negociaciones para
desvincularse de la sociedad de hecho que manten�a con Alejandro Hayes y
Exequiel Hayes, todos empresarios del Turismo Cineg�tico, cacer�a de paloma al
vuelo'. Era el 18 de mayo de 1997.
Seg�n esta declaraci�n, la idea de desvincularse se basaba 'al creciente
contrabando de droga que realizan ciertos turistas de origen en su mayor�a
norteamericanos y lo hacen en los cartuchos de escopetas'. Rafael Muriel hac�an
las gestiones ante la aduana 'vi�ndose involucrado en un delito federal ya que
conoc�a de algunos turistas que llevaban en las correderas y en las escopetas
autom�ticas cartuchos cargados de coca�na'.
La denuncia sostiene que 'estos extranjeros compran la droga a un ex militar de
inteligencia radicado en Ascochinga de nombre Eldo Navone, propietario de un
caf�, opera sus encargos desde ese local, y luego se abastece de droga en la
localidad de R�o Ceballos, se las vende a los extranjeros y estos le encargan a
los pick boys el llenado de los cartuchos a cambio de fuertes propinas'.
El escrito avanza en que 'es conocido en el medio o en el ambiente estas
operaciones' que 'todos los centros de turismo cineg�tico del pa�s operan de la
misma manera. En C�rdoba, La Granja, Ascochinga, Totoral, Tulumba, Villa General
Belgrano; en Entre R�os, Paran�; en Corrientes, Esquina, Goya y Malancue; y en
Reconquista, provincia de Santa Fe'.
Y sosten�a, por �ltimo, que 'el centro de distribuci�n de la droga es R�o
Ceballos' y que 'el capo de la mafia es conocido en el ambiente como 'El
Pr�ncipe', Eduardo Angeloz Hijo, y se transporte en helic�ptero hasta una paraje
ubicado cerca de la ruta, en donde una mujer de origen boliviano o peruano tiene
una casa de te'. La organizaci�n 'mafiosa se llama La Red' y el cartel 'es de
origen boliviano pero liderado por un colombiano' y desde C�rdoba 'distribuye a
todo el pa�s'.
La 'salida de la coca�na de C�rdoba la realiza una persona llamada Bachicha
Yapur, propietario de tres aviones Sezna y la carga en Villa General Belgrano y
la lleva a Reconquista y luego a Ezeiza, ya camuflada en los cartuchos'. Rafael
Muriel fue asesinado el 18 de mayo de 1997.
Todo esto ya estaba siendo investigado por Regino Maders a principios de los
a�os noventa.