Argentina: La lucha continúa
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La prueba que compromete definitivamente al parapolicial Robledo y que pasó por alto la fiscalía en su acusación
Prensa
de Frente
La fotografía de la derecha, tomada de uno de los videos que documentan la
represión y que muestra a Robledo portando una Itaka,
fue recientemente puesta a disposición del Tribunal por Prensa De Frente a
través de los abogados de la querella
En las dos últimas audiencias, uno de los debates
recurrentes se instaló en torno al rol desempeñado en la represión por
Francisco Celestino Robledo. Ex policía, había abandonado la fuerza en 1996, pero
aún así participó aquel 26 de junio a la par del comisario Fanchiotti
y sus hombres. Aunque en su declaración testimonial, explicó que sólo
"ayudó, como lo hubiera hecho cualquier ciudadano".
Los testimonios recientes de Aurora Cividino y
Sebastián Conti lo comprometen: Cividino
aseguró que Robledo "daba órdenes a otros efectivos policiales", lo
que se comprueba en las filmaciones realizadas en el Hospital Fiorito. El pasado lunes 13, el agente Jorge Callejas
reconoció haberse "sorprendido" al ver en las imagenes
televisivas a Robledo participando de la represión. Ante esto, el fiscal mostró
a los testigos distintas fotografías en las que se lo ve entre los policías,
persiguiendo a manifestantes.
Sin embargo, la imagen que presentamos arriba no fue percibida por la fiscalía:
allí se ve a Robledo portando una escopeta Itaka
además del palo con el que ya había sido visto.
La portación por parte de un civil de un arma
policial (el mismo tipo que se utilizó en los disparos mortales), en el marco
de una represión que dejó como saldo al menos treinta y tres heridos con
munición de plomo y dos jóvenes asesinados, fundamenta definitivamente la
acusación que pesa sobre él por "usurpación de títulos y honores"
(hacerse pasar por policía).
A partir de esta evidencia, incluso, se abre la posibilidad de que Robledo, que
estuvo en los lugares y momentos desde donde se efectuaron los disparos con
munición de guerra, pueda ser investigado por tentativa de homicidio. La portación de un arma de una fuerza de seguridad que carga
munición de guerra no parece ser la actitud de alguien que se propuso ayudar,
"como lo hubiera hecho cualquier ciudadano".