Argentina: La lucha continúa
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Amagasaki: una lección japonesa
Jorge de Mendonça
En el Cromañón japonés del lunes murieron más de 70 personas en un accidente ferroviario y, como en el accidente de LAPA del 99, pueden echarle la culpa al inexperto conductor del tren. La empresa es la responsable por la asignación de esa labor y de todo el Estado Japonés de habilitar a ese muchacho a conducir un tren con el doble de pasajeros que en un Jumbo 747.
El resultado del accidente sobre la línea ferroviaria Fukuchiyama - Amagasaki, es un problema más relacionado con el uso del suelo urbano que con una operatoria de transporte: El edificio contra el que chocó el tren y se desintegraron dos coches de pasajeros es de reciente construcción, mientras que la línea férrea es anterior a 1920. ¿QUÉ RESPONSABILIDAD LE COMPETE A LA COMUNA LOCAL POR HABER AUTORIZADO LA CONSTRUCCIÓN DE ESE TIPO DE EDIFICIOS A LA VERA DE LA VÍA Y EN LA TANGENTE DE UNA CURVA?
El riesgo tiene dos partes fundamentales: Operatividad y Colateralidad. Una trata sobre las condiciones del servicio para que no se produzcan accidentes, pero la otra tiene que ver con el entorno: El Urbanismo. Ese entorno es el límite edilicio que tenemos que tomar para que, ante un siniestro, no se potencien las consecuencias.
Si ese edificio no hubiera estado allí, el accidente se limitaba a muchos moretones o un mínimo de muertos. Si la pista del Aeroparque hubiera tenido 1000 metros libres por delante, solo se hubiera roto la panza del Boeing 737 de LAPA.
Desde 1990, las estaciones ferroviarias, las playas de maniobras, los laterales de las vías, todo fue desapareciendo en ciudades y en el campo, cuando no usurpado, vendido por el propio Estado Nacional o transferido a comunas y provincias sin el menor plan de mediano a largo plazo.
¿Para que tener riesgos construyendo nuevos edificios en terrenos linderos a las vías? Hay centros comerciales, casas de ex ferroviarios, edificios de viviendas, estaciones de servicio, etc, todas construidas a partir de los '90 y sigue la marcha.
Cuando circule un tren de alguna ciudad a otra, en el futuro, y produzca ruidos a vecinos de edificios nuevos en terrenos que eran ferroviarios, quién pagará el perjuicio? ¿No haremos circular el tren? ¿Demoleremos las construcciones? ¿Pagaremos esas construcciones como "de buen origen"? ¿Habrá responsables en forma retrospectiva por la venta de esos terrenos y posterior construcción inconveniente?
Pensemos un poco esto en las Comunas, Municipios, ONG's, Provincias y Estado Nacional. ¿O ya nos olvidamos de Cromañón? ¿O la pequeñez mental hace ver que nunca tendremos ferrocarriles urbanos en 20 ciudades, 50.000 km de vías en servicio activo, una docena de tramos de alta velocidad entre ciudades. Etc., etc.?.
¿Es que nuestros diseñadores técnicos y políticos sueñan con París pero ejecutan para ciudades solo de autos, riqueza acotada y miseria extendida?.
Jorge de Mendonça