Latinoamérica
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Gigantesca manifestación del FSA
Eduardo Tamayo G
Miles y miles de manifestantes provenientes de 44 países recorrieron las calles de Quito en la tarde del 28 de julio entonando cánticos y consignas contra la política expansionista de EEUU, y llamando a la unidad latinoamericana.
Convocada para condenar el ALCA y los tratados de libre comercio, la manifestación se convirtió en una demostración gigantesca en la que se expresaron todas las reivindicaciones y sensibilidades del continente. Si tomamos en cuenta los sectores sociales; ahí estuvieron los indígenas las mujeres, los niños y niñas, la juventud, las comunidades GLBT, los sindicalistas, los campesinos, los defensores de los derechos humanos, los ecologistas, partidos políticos de izquierda, jubilados, los movimientos de solidaridad con Cuba y Venezuela, etcétera. Si nos referimos, en cambio, a las demandas, lo que predominó fue el rechazo a las política militaristas, expansionistas de Estados Unidos, a los acuerdos de "libre comercio" y a las transnacionales, reiterando, en contrapartida, los llamados a la unidad latinoamericana.
Una de las consignas que más se escuchó fue: "Y no queremos y no nos da la gana ser una colonia norteamericana, sí queremos y si nos da la gana, América Latina libre y soberana". Pero también hubo otra que llamó la atención : "Queremos chochos, queremos maíz, las transnacionales fuera del país". Las mujeres también pusieron la suya: "Si ellos globalizan la miseria, nosotras globalizamos la resistencia".
La marcha se inició con pequeños incidentes con la policía que fueron superados. El sitio de concentración de la marcha, el parque de El Arbolito, queda muy cerca de la sede de la embajada de Estados Unidos en Ecuador. Cuando la cabeza de la manifestación, en la que figuraban dirigentes indígenas, sindicales y sociales, intentaba pasar por el frente de la Embajada fue impedida de pasar por una tanqueta de la policía que resguardaba la embajada, pero luego de unos minutos de espera y uno que otro forcejeo, los manifestantes consiguieron rebasar el cerco policial y la marcha se dirigió el norte de la ciudad, previendo pasar por los ministerios de Comercio Exterior y Relaciones Exteriores, para luego regresar al Parque El Arbolito.
Esta fue una jornada unitaria que se inscribe en las grandes movilizaciones que han realizado los movimientos sociales y populares en los últimos años para rechazar las nefastas políticas neoliberales, y para reafimar que otro mundo es posible.