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Latinoamérica


17 de febrero del 2004

Intervención de Felipe Pérez Roque, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, en la III Reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de la Asociación de Estados del Caribe
Acerca de la situación en Haití

Distinguidos Ministros y Jefes de Delegaciones:

Tengo instrucciones de mi Gobierno para intervenir en esta Reunión Ministerial de la Asociación de Estados del Caribe, no sobre Cuba -que, aunque bloqueada y hostigada, no podrá sin embargo ser sometida ni obligada a renunciar a sus sueños de justicia y libertad- sino para hablar acerca de la situación en Haití.

Cuba considera que la comunidad internacional no puede dejar sola a Haití. La situación social se agrava. A los viejos problemas derivados del colonialismo y la explotación, se suman nuevas y acuciantes dificultades asociadas al injusto y excluyente orden económico internacional.

Colaborar con Haití se convierte en un deber para todos nosotros, sus vecinos.

Cuba tiene en estos momentos una brigada médica en Haití integrada por 525 colaboradores, de los cuales 332 son médicos. Están distribuidos en todos los departamentos del país, y tienen bajo su responsabilidad al 75% de los 8.3 millones de haitianos. Para tener una idea de la importancia de su labor, hay que saber que Haití cuenta con menos de 2 000 médicos y casi el 90% de ellos prestan sus servicios en la capital del país.

En los últimos cinco años, los médicos cubanos han realizado en Haití casi 5 millones de consultas, han atendido casi 45 mil partos y han ejecutado 59 mil intervenciones quirúrgicas.

En las zonas atendidas por los médicos cubanos, se ha reducido la mortalidad infantil en menores de un año de 80 a 28 por mil nacidos vivos, y la de menores de 5 años de 159 a 39 por mil nacidos vivos. La mortalidad materna cayó de 523 fallecidas a 259 por 100 000 nacidos vivos.

Sin embargo, para tener una idea de cuánto camino falta por recorrer todavía, debo recordar que en Cuba, por ejemplo, la mortalidad de menores de un año es 6,3 por mil, en menores de cinco años es 8 por mil y la materna es de 39 por 100 mil.

En estos años, más de 370 mil personas, 80% niños, han sido inmunizadas.

Se estiman en casi 86 mil las vidas humanas salvadas por los trabajadores de la salud cubanos en Haití.

Por otro lado, 2 169 equipos médicos rotos fueron recuperados por los técnicos cubanos.

Un total de 247 jóvenes haitianos estudian en la Facultad de Medicina fundada en ese país por profesores cubanos, mientras que otros 372 cursan dicha carrera becados en Cuba.

Ante las actuales tensiones internas en ese hermano país, que son conocidas por ustedes y han dado lugar a la salida de un número de residentes extranjeros, el pasado martes 10, nuestro Gobierno instruyó expresamente a nuestra Embajada en Puerto Príncipe mantener en sus puestos trabajando ininterrumpidamente a todos los integrantes de la brigada médica cubana, en cualquier zona del país donde se encuentren. Además, dados los obstáculos que puedan presentarse en la disponibilidad de medicamentos, ayer día 11, Cuba envió un cargamento de 525 módulos especiales de casi 80 medicamentos para que cada colaborador médico cubano pueda garantizar el cumplimiento de sus tareas.

El personal médico cubano, que se atiene rigurosamente al principio de no mezclarse en los asuntos internos de Haití, cumple con honor su noble misión de atender la salud del pueblo haitiano.

En adición a esto, con asistencia técnica cubana se reconstruyó el central azucarero de Darbonne, que trabaja hoy en su cuarta zafra con el apoyo de 30 especialistas cubanos. El central genera empleo y garantiza electricidad en el período de zafra a la población de la zona, que antes carecía de ese servicio.

Por otro lado, 20 profesores cubanos asesoran un programa de alfabetización por radio, diseñado por nuestros especialistas. Se han alfabetizado ya 110 mil haitianos y seguirá creciendo el programa. Cuba donó también el material didáctico, incluidos los manuales en francés y creóle.

También en otras áreas Cuba presta su modesta colaboración en Haití. Así, 20 veterinarios y técnicos cubanos contribuyen a establecer un programa de control sanitario y a formar personal haitiano; otros 10 técnicos ayudan a consolidar el programa nacional de acuicultura, para el que Cuba ha entregado gratuitamente 42 millones de larvas sembradas ya en los embalses del país, y en el que se ha formado también personal especializado.

Otros 11 especialistas agrícolas cubanos laboran también en Haití como parte del Programa de Seguridad Alimentaria de la FAO.

Nuestro país también colabora en otras áreas como la cultura y la construcción vial.

Adicionalmente puedo afirmar que en las universidades cubanas estudian hoy más de 3 000 jóvenes del Caribe. No digo todo esto con jactancia. Lo digo con modestia, como una prueba de lo que incluso un país pequeño y bloqueado como Cuba puede hacer por otros países hermanos.

El pueblo cubano se siente cumpliendo un deber y, además, pagando una deuda de gratitud con los pueblos del Caribe, que tan firmes han sido en su invariable amistad y solidaridad con Cuba.

Independientemente de sus dificultades internas, ayudemos a Haití en esta hora crucial de su historia, y no olvidemos que fue allí donde comenzó, hace 200 años, la lucha de nuestros pueblos caribeños y latinoamericanos por su libertad.

Muchas gracias
(Ciudad de Panamá, 12 de febrero del 2004)