Realmente el Presidente Chávez no ha dicho nada recientemente que no sea cosa denunciada suficientemente por varios analistas de este proceso, en cuanto a la intervención de EE.UU en el "problema" venezolano. Sin embargo, la situación es más alarmante que lo que él dice. Chávez conoce más de lo que puede decir como Jefe de Estado, aún con todos sus consabidos dotes de imprudencia.
El alerta que disemina Baduel por el país no es pura facundia: la posibilidad de una intervención y que, constitucionalmente, la seguridad de Estado es responsabilidad de todos.
En Haití, pese a lo que ha circulado en algunos informativos de la izquierda latinoamericana, no hay ningún gobierno de los pobres sino un títere de Estados Unidos.
Venezuela debe entender que en Haití hay un conflicto sembrado por intereses estratégicos de EEUU para evaluar la situación de una posible intervención en Venezuela. Todo esto en momentos que la estrepitosa verdad se acerca: el Consejo Nacional Electoral, ni siquiera queriendo podrá justificar el fraude de la oposición; veo muy lejos la convocatoria a un referéndum. A menos que se concrete un acuerdo del Chavismo sin Chávez.
Ósame presumir que no amo la prudencia. En el último acuerdo firmado por el señor Arístide, Presidente de Haití, con el FMI (Fondo Monetario Internacional), la deuda externa es casi prioridad de la economía pública. El detallito de esto es que semejante "urgencia" se da precisamente en un país que pasó al grupo de los 50 países en decadencia económica rápida, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En el 2000, el PIB por persona en Haití era de U$S 1.467; traduzcamos este tecnicismo: cada persona vive con menos de un dólar diario. Y la tasa de inflación anual llegaba al 13,7%. Hoy Haití se encuentra en el 134 lugar de los Indicadores de Desarrollo Humano (IDH), equiparado a Somalia y Yemen. La renta per cápita en el país es de apenas 144 dólares.
Es bueno decir que la inestabilidad política es pan nuestro de cada día en Haití, pero no menos cierto es que lo ha sido más desde que llegó a la presidencia el cura Arístide, un izquierdillo con acciones neoliberales, procedente de la Orden Salesiana, formado en la llamada teoría de la liberación. No hizo otra cosa que importar de Estados Unidos 250 millones de dólares de arroz. Haití es el primero en consumo de arroz proveniente de Estados Unidos por persona y Haití puede producir arroz ¿Qué sucede entonces?. Pues que las políticas de apertura de mercado causaron una invasión de arroz estadounidense y cambios de hábito de consumo e intensificación de la dependencia de los productos de Estados Unidos.
Es bueno considerar la opinión de Rafael Morales del Diario Canarias, 20 de febrero de 2004, quien precisa: "Lo más impresionante de este panorama desolador tiene que ver con un 5% de la población, que es blanca y tiene la propiedad de la tierra. El resto de los bienes pertenece a grupos escuálidos de la burguesía negra y a las transnacionales, quienes, por cierto, están acabando rápidamente con la riqueza maderera del país".
Y cómo osé decir que el Padre Arístide era un "izquierdillo" con acciones neoliberales?. Argumentemos. ¿Cómo se explica que este señor apoyado en el pasado por EEUU hoy el imperio parezca dejarlo sólo?. Un golpe militar en septiembre de 1991 obligó al señor Arístide a exiliarse en Venezuela y después en Estados Unidos. Washington decide intervenir reponiendo -a través de una intervención militar- la democracia formal que existía y con ello Arístide regresó al poder hasta finalizar su período. El señor Arístides disolvió el ejército . Poco después se fueron las fuerzas norteamericanas, pero Naciones Unidas se quedó en el país con el objetivo de ayudar al establecimiento de un sistema judicial y policíaco para organizar la ayuda internacional que llegaba al país. La ONU abandonó Haití luego de las elecciones de 2000, en las que también triunfó el movimiento Lavalas de Arístide. La oposición no reconoce este resultado y desde entonces se moviliza exigiendo la renuncia del presidente.
Semejante panorama nos permite preguntarnos: ¿Habrá algún estúpido que considere como gobierno de izquierda semejante ensayo de lacayismo?. El hecho es que el 46% de la población de Haití pase hambre, es resultado directo de las políticas neoliberales aplicadas al país, que generaron desestabilización de la economía del campo y de la capacidad de producción nacional.
Ahora EEUU ha anunciado el envío de equipo militar a Haití, una suerte de ejército de paz, que ponga orden en un conflicto que luce a todas luces sembrado por intereses perversos de Washington, visto que el llamado Grupo de los 184 (por el número de organizaciones que lo integran) es una variopinta de sectores de la ultraderecha hasta algunos sectores de izquierda, cuya consigna de lucha es que el gobierno hizo fraude en las elecciones legislativas del 2000. En una declaración a fines del pasado 2003, estos grupos declararon que el gobierno "está fuera de la ley" y amenazaron con no participar en las elecciones legislativas si Aristide sigue al frente del gobierno. En el llamado Frente Libertad y Reconstrucción Nacional. hay una curiosa alianza de ex-miembros del llamado "Ejército Caníbal" de Aristide, ex-convictos, narcotraficantes y ex- jefes de seguridad de la dictadura del general Raúl Cedrás, quien en 1991 encabezó el golpe que destituyó a Arístide en su primero Gobierno; entre éstos se encuentran Louis Jodel Chambelain, ex-cabecilla del grupo paramilitar Frente para el Avance y Progreso de Haití (FRAPH) y Guy Philippe, ex-jefe de la policía bajo Cedrás.
Con semejante conflicto sembrado por la CIA ya Francia habría propuesto a la ONU el envío de una fuerza militar "de paz" al país más pobre de América.
Que nadie se llame a engaño. La situación de Haití dista de parecerse a la de Bolivia. Aquí no hay intereses de clases, sino una suerte de conflicto interno sembrado bajo una consigna de fraude. El pueblo haitiano no ha salido identificando el enemigo. Es una revuelta sin líderes y sin objetivos, una guerra de intereses atizonada por Washington. Todo es un ensayo. ¿Por qué? EEUU realmente quiere intervenir en Venezuela pero necesita un tanteo.
El Presidente de la República, Hugo Chávez, nos ha oído tarde a los críticos. Nos han querido atrincherar, porque no somos besapiés. La verdad es que una intervención se acerca. Es claro verlo en el titular de Quinto Día el 20 de febrero de 2004: "EEUU apoyaría pronunciamiento continental si CNE bloquea referéndum revocatorio" . titular que justifica el corresponsal Casto Ocando, desde Miami, citando fuentes del Departamento de Estado de EEUU.
En Venezuela pareciese haber claridad en algunos sectores: "Aquellos que tengan la peregrina idea de irrespetar la soberanía de Latinoamérica utilizando caballos de Troya como el de la globalización, no cuentan con un legado que nuestros aborígenes nos han transmitido a través de los cromosomas, y es esa decisión irrevocable de nuestros pueblos de hacer respetar su autodeterminación. Esa férrea voluntad de defender sus espacios". (Gral. Isaías Baduel, 6 de febrero 2004, en el Foro Social Panamazónico, Ciudad Guayana).
Sin embargo, el enemigo que ya Baduel precisó en su toma de posesión, no parece comprender este concepto de soberanía: "EEUU tiene el único ejército del mundo que puede intervenir en cualquier lugar del planeta, es su privilegio. Los demás ejércitos, todo ellos. sólo pueden operar en el territorio de sus países." (Coronel Josué P. Collins, US Army: entrevista de Jonathan Shell .20-02-04).
Afganistán antecedió Irak y para la intervención en Venezuela antecede Haití , porque necesitan ver cómo responderá la comunidad latinoamericana y el resto de la opinión internacional a una situación de intervención. El Presidente Chávez está claro de tal situación y por eso ha recrudecido su discurso acerca de la soberanía - un concepto obsoleto según recientemente afirmó en El Nacional el Sr. Giusti -, y ya EEUU ha dicho que ellos son un imperio y los imperios no piden permiso, invaden.
No es de extrañar que el Sr. Bush, haya precisado que él quiere seguir siendo el Presidente de la Libertad. Él quiere llevar Paz y Libertad. Paz en los cementerios y libertad para saquear a los países con reservas de hidrocarburos, libertad de mercado, es decir, igualdad de condiciones entre capitales privados, nacionales y extranjeros.
Ya en 1915, los infantes de marina estadounidenses ocuparon a Haití durante casi 20 años para recuperar la "deuda" que aseguraban que el país tenía con Washington. Antes de retirarse ayudaron a instalar la tenebrosa dictadura de Francois Duvalier ("Papá Doc") que se autoproclamó presidente vitalicio y al morir dejó en su puesto a su hijo, Jean-Claude Duvalier que huyó al exilio en 1985. Estados Unidos apoyó plenamente a la dinastía de los Duvalier, padre e hijo, que junto a una élite se dedicaron a saquear las riquezas del país y a reprimir a sus compatriotas, con la tristemente célebre policía secreta, los "tonton macoute".
El decadente imperio norteamericano ha saqueado las maderas de Haití y ahora le interesa un ensayo político. EEUU necesita ensayar, punto. Los países realmente importantes para EEUU son los del Medio Oriente, como Irak donde justificaron su agresión militar con la coartada de las armas de destrucción masiva, y como Venezuela donde la justificación intervencionista serán las firmas de la oposición que no aparecerán y que permitirán declarar a este gobierno como un régimen forajido.
Después que el CNE anuncie que no hay referéndum, es urgente maximizar la producción y ser un suplidor seguro y confiable, cosas que ya hace este gobierno en gran parte, siendo que lo que busca el Plan Bush es erradicar cualquier bastión de resistencia que Hugo con sus discursos ha atizonado en el Hemisferio.