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Argentina: La lucha continúa

REPORTAJE AL SENADOR URUGUAYO RAFAEL MICHELINI
Jorge Batlle lo sabe todo

El hijo del asesinado Zelmar Michelini cuenta que Batlle le reconoció que sabe quiénes fueron los asesinos de la nuera de Gelman. No quiere dar detalles de la charla. Pero cuestiona duramente al presidente de su país.    

Por Santiago Rodríguez
Pagina12/WEB, Buenos Aires-Argentina, 20 Enero 2004
   
El senador uruguayo Rafael Michelini no quiere dar detalles de la conversación en la que el presidente de ese país, Jorge Batlle, le manifestó que sabía quiénes eran los asesinos de María Claudia García Irureta Goyena, aunque asegura que el mandatario ³sabe todo² y adelanta que ³si la Justicia lo requiere, voy a aportar todos los elementos que sean necesarios². Michelini, del opositor Partido Nuevo Espacio, es hijo de Zelmar Michelini, quien también ocupó una banca en el Senado de Uruguay y fue asesinado durante la dictadura en la Argentina. Es en función de aquella charla que afirma haber mantenido con Batlle que el gobierno de Néstor Kirchner sugirió la posibilidad de que el presidente uruguayo declare como testigo ante la Justicia en la querella criminal que la semana pasada presentó por el caso de la nuera del poeta Juan Gelman.

­¿Qué es lo que Batlle le dijo a usted sobre el caso de Irureta Goyena?
­El gobierno uruguayo sabe todo sobre este caso y, naturalmente, si un juez me convoca voy a transmitir todo lo que yo sé. A partir de las investigaciones realizadas por el propio Gelman y de la investigación que encaró el mismo gobierno de Batlle en el año 2000 no sólo se llegó a dar con el paradero de la nieta de Gelman, entregada a una familia de apropiadores en enero de 1977 antes del asesinato de su madre, sino que también se obtuvieron todos los datos acerca del lugar donde están los restos de María Claudia. La información nos lleva a que los restos están en una unidad militar de Montevideo.

­¿Qué unidad militar?
­El Batallón número 13.

­¿Concretamente, cómo fue la conversación en la que Batlle le manifestó qué sabía qué había pasado con Irureta Goyena y qué fue lo que le dijo al respecto?
­Reitero: el gobierno uruguayo sabe todo. Esa fue una conversación entre el presidente de la República y un senador de la República. Conversamos sobre este caso y también sobre otros, pero las conversaciones privadas son privadas y por lo tanto no voy a revelar detalles de la misma. De todos modos, si la Justicia lo requiere, le voy a aportar todos los elementos que sean necesarios.

­¿Cuál es su análisis sobre las razones que llevaron a este enfrentamiento entre los gobiernos de Kirchner y Batlle?
­El gobierno de Batlle sabe desde junio del 2000, o sea hace más de tres años, que los restos de María Claudia están en una unidad militar. Que yo sepa, los cuarteles no son cementerios. Hace ya tres años que se podría haber cercado la zona dentro de ese perímetro militar y haber convocado a profesionales con el fin de verificar si la información que existe al respecto es cierta o si ahí hubo restos humanos y fueron trasladados a otro lugar, como indican otras versiones. Sea una u otra, esa información debe verificarse y hasta ahora no se ha hecho.

­¿En ese cuartel militar estarían sólo los restos de Irureta Goyena o podría haber otras víctimas de la represión?
­Diversas informaciones calificadas indican que también habría restos de otros uruguayos desaparecidos en la Argentina que estuvieron detenidos en Automotores Orletti y fueron trasladados a Uruguay en forma clandestina en octubre de 1976.

­¿Si hay tantos datos en ese sentido, por qué el gobierno de Batlle no dispone las medidas necesarias para aclarar esas desapariciones?
­Esa pregunta debería contestarla el propio Batlle, pero es inexplicable: una cosa son las leyes de impunidad y otra que muy distinta que no se entreguen los restos de las víctimas de la represión a sus familiares.

­¿Qué está haciendo la oposición uruguaya frente a la negativa del gobierno de investigar los crímenes de la dictadura?
­Se han hecho múltiples cosas. Los 20 de mayo de todos los años más de 50 mil personas marchan en silencio por la principal avenida de Montevideo en reclamo de verdad y justicia. Los partidos de la oposición y los familiares de las víctimas venimos luchando desde hace años contra la impunidad. Sabemos que los desaparecidos están muertos, pero pedimos que entreguen los restos a sus familias. En cuanto a esta situación específica que se ha planteado entre Uruguay y Argentina, no queremos que se generen mayores enfrentamientos.

­¿Qué opina de la posición asumida por el gobierno argentino?
­Es notorio que desde la oposición reclamamos que se sepa la verdad. Cualquier país tiene la obligación de velar por sus ciudadanos y hace muy bien Argentina en reclamar por los suyos.

­¿Tiene retorno el conflicto planteado entre Argentina y Uruguay mientras Batlle ocupe la Presidencia?
­Tiene retorno en tanto y en cuanto Uruguay tome una política activa en materia de derechos humanos y se disponga a devolver los restos de las víctimas.

­¿Y si no lo hace?
­Si Batlle toma la actitud de insistir en el tema de la impunidad, los problemas no sólo se van a multiplicar con Argentina, sino también en Uruguay. Cabe recordar que en los primeros meses de su gobierno Batlle avanzó en la investigación de lo ocurrido durante la dictadura, pero llegó hasta las puertas de los cuarteles.

­¿Qué lo detuvo en ese punto?
­Seguramente no tiene la decisión política de avanzar más en función de múltiples presiones. Ninguna presión, sin embargo, es superior a la responsabilidad de un Estado con las víctimas y sus familiares. Además, no es posible que los cuarteles sean cementerios clandestinos.

­¿Qué actitud supone que asumirá Batlle?
­Mi deseo es que Batlle corrija rumbos y se ponga a la cabeza de lucha contra la impunidad.

­¿Y más allá de su deseo, qué piensa que hará?
­Me quedo con mis deseos.
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OPINION
Sí, nos importa

Por Adriana Calvo*
Pagina12/WEB, Buenos Aires-Argentina, 20 Enero 2004

Qué sentimos los sobrevivientes de los campos de concentración cuando en la primera plana de un diario ³aparecemos² fotografiados durante una sesión de torturas? Sorpresa, estupor, asco, dolor, pudor, impotencia, pero sobre todo bronca, indignación, odio...

¿Qué sentimos cuando, casi simultáneamente, leemos el titular y nos enteramos de que no somos nosotros sino uno de ellos, un aplicado y ³voluntario² alumno en una clase de práctica? Más bronca, más indignación, más odio.

Todos esos sentimientos se juntan, se mezclan, se potencian y se transforman en un grito callado, infinito, que sale de lo más profundo de las entrañas: ¡¡Cárcel!! Cárcel para los que nos torturaron, para los que torturaron a nuestros compañeros, para los que torturan a pibes día a día en las comisarías, para los que martirizan a los presos en las cárceles.

Claro, allí, en el lugar de donde salió, el grito deja un vacío duro, amargo, impenetrable. Sin embargo, entrenados por años de impunidad, por años de sentir vacíos duros, amargos, impenetrables en ese lugar del cuerpo de donde salen los gritos reclamando justicia, leemos el resto de la noticia.

Y nos preguntamos: ¿es que alguien supuso que los torturadores torturan espontáneamente? ¿Que son autodidactas? Que las técnicas, los instrumentos, las zonas del cuerpo, la tensión aplicada, la corriente, el cómo, dónde y con qué golpear, los minutos bajo el agua, el tiempo de estaqueo, la forma, la secuencia, el orden de las preguntas; ¿son producto de la imaginación del espíritu creador de cada torturador?

Si alguien lo supuso para tranquilizarse adhiriendo a la teoría de los excesos, si alguien prefirió sostenerlo para avalar la nefasta y peligrosa idea de que ³son muy pocos² los miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad vinculados con la represión que siguen en actividad, es hora de que unos se intranquilicen y los otros revisen sus argumentos.

Es así, si la impunidad las protege, las fuerzas armadas y de seguridad de nuestro país fueron, son y seguirán siendo formadas, educadas y entrenadas para reprimir al pueblo y eso siempre incluye la tortura a los prisioneros. Si la impunidad las protege, esto es, si cuentan con el respaldo, con el conocimiento pleno, el aval o las órdenes de los gobiernos.

Cumpliendo con su deber, el presidente Kirchner efectuó ayer una denuncia que expresa una voluntad política objetivamente diferente a la de los gobiernos anteriores.

Cumpliendo con nuestro compromiso, nosotros seguimos acumulando nombres, fechas, lugares, hechos, pruebas para que todos, hasta el último guardia de la más remota comisaría, del más olvidado cuartel donde funcionó un centro clandestino de detención, pueda ser acusado en las causas reabiertas a partir de la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y vaya a parar a la cárcel. Pero para que esas pruebas sean tenidas en cuenta por estos jueces es necesario que el pueblo todo se movilice y se los exija.

Es necesario porque sólo así comenzaremos a ponerle fin también a la impunidad de quienes hoy torturan en las comisarías y en las cárceles. Sólo así, con hechos concretos, que hoy y aquí significa exactamente lograr que los jueces manden a todos los secuestradores, violadores, torturadores y desaparecedores detrás de las rejas, lograremos que nunca más un preso, testigo de las torturas a sus compañeros de cautiverio, temeroso ­y con razón­ de ser el próximo, tenga que decir: ³Sí, pero a mí no me importa. Ustedes saben, casi siempre pasan estas cosas... Igual, si me citan yo diré que no escuché nada².

* Asociación de ex Detenidos-Desaparecidos