Mortíferos combates en Cisjordania
Mortíferos combates opusieron este sábado al ejército israelí y a combatientes palestinos en Jenín (Cisjordania), en el noveno día de una ofensiva que sigue cobrando intensidad pese a los llamamientos estadounidenses a una retirada israelí.

NAPLUSA, CISJORDANIA, AFP
Al menos cincuenta palestinos, una treintena de ellos en Jenín, y cinco soldados israelíes murieron en diferentes incidentes y ataques en Cisjordania y en la franja de Gaza, según informaciones de diversas fuentes.
Si la cifra de más de 30 muertos proporcionada por el ministro palestino de Información, Yasser Abed Rabbo, fuera confirmada por fuentes independientes, esta jornada sería la más mortífera desde el inicio de la Intifada, en setiembre de 2000.
En una rueda de prensa conjunta con el primer ministro británico, Tony Blair, en Crawford (Texas), el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pidió a Israel que retire sus tropas "sin demora" de las ciudades palestinas.
También llamó al presidente palestino, Yasser Arafat, cercado por Israel, a denunciar el "terrorismo" y a proclamar un alto el fuego inmediato. Declaró que esperaba que Israel se plegara a su llamamiento. Pero un alto dirigente israelí respondió que Israel retirará sus tropas de las ciudades palestinas que ocupan "cuando haya terminado su tarea".
"Estamos en guerra (...) nos retiraremos cuando el terrorismo deje de representar una amenaza para la vida de nuestros ciudadanos", dijo.
El negociador palestino, Saeb Erakat, instó a Bush a pedir a Israel que retire "inmediatamente" sus tropas de las ciudades palestinas.
"No hay que jugar con las palabras cuando se dice 'sin demora'. Israel lo interpreta como si hubiera un calendario para terminar algo. El presidente Bush debe obligar (al primer ministro israelí Ariel) Sharon a detener su agresión y a retirar inmediatamente a sus tropas".
Este nuevo llamado estadounidense a Israel se produce a pocos días de una visita a la región del secretario de Estado, Colin Powell, que debería llegar a Israel a fines de la próxima semana.
La Casa Blanca indicó que Powell no "prevé por el momento" reunirse con el presidente palestino.
Erakat advirtió que los responsables palestinos boicotearían a Powell si no se entrevista con Arafat.
En el campamento de refugiados de Jenín, en el norte de Cisjordania, donde el ejército israelí penetró el pasado miércoles, más de 30 palestinos murieron a manos de los soldados durante violentos combates entre esos militares y palestinos armados, según Yasser Abbed Rabbo, que citó un balance del director del hospital del campamento.
En Naplusa y en el norte del territorio, nueve palestinos resultaron heridos, entre ellos un niño de ocho años, según fuentes médicas palestinas encargadas de identificar a las víctimas.
Del lado israelí, cinco soldados murieron, cuatro en Jenín y uno en la franja de Gaza, en un ataque palestino que costó la vida a sus dos autores.
Un palestino que llevaba un cinturón de explosivos fue abatido cerca de Jenín.
En la franja de Gaza el ejército israelí mató en diferentes incidentes a cuatro palestinos, entre ellos una niña de diez años que sucumbió a sus heridas tras ser alcanzada por los disparos de un tanque israelí contra Rafá, según fuentes médicas.
Estas nuevas víctimas elevan a por lo menos 1.797 el número de muertos registrados desde el inicio de la Intifada hace 18 meses, entre ellos 1.340 palestinos y 424 israelíes. Este balance no tiene en cuenta a todas las personas que probablemente murieron desde el inicio de la ofensiva israelí, el 29 de marzo.
A primera hora de la noche tanques israelíes dispararon con sus ametralladoras contra el cuartel general de Arafat en Ramalá, alcanzando el edificio en el que está cercado el presidente palestino.
Yasser Arafat estaba sano y salvo este sábado por la noche, pero tres de sus guardaespaldas resultaron heridos.
Uno de ellos, Osama Yassin, fue arrestado por soldados israelíes cuando una ambulancia procedía a evacuarlo, informaron fuentes médicas y de seguridad palestinas.
En una reunión en El Cairo, los cancilleres de los países de la Liga Arabe expresaron su firme apoyo a la resistencia palestina y al presidente Yasser Arafat, y pidieron una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
En el ámbito financiero, los ministros árabes decidieron entregar 330 millones de dólares de asistencia a los palestinos, para ayudarles a afrontar la ofensiva israelí. *