Las violaciones sistematicas redundan en la destruccion de archivos, eliminacion de pruebas e imposibilidad de ejercer las actividades de defensores de DD HH
Equipo Nizkor
El Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos
Humanos, un programa conjunto de la FIDH y la OMCT, solicita su intervención
urgente en relación con la siguiente situación en Israel BREVE DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN: El Observatorio ha recibido informes de varios organismos no gubernamentales
de derechos humanos israelíes y palestinos denunciando la violación
sistemática, por parte de las autoridades israelíes, de la libertad
de acción de los defensores de derechos humanos en la Franja Occidental
y en Gaza. Los defensores de derechos humanos no son las únicas víctimas
de violaciones a los derechos humanos, sino que estos hechos suceden en un contexto
en que toda la población de la Franja Occidental y de Gaza atraviesa una
situación crítica tras las operaciones militares israelíes
conducidas desde el 29 de mayo en muchas partes de los Territorios Palestinos
Ocupados. No obstante, al Observatorio le preocupa el que los defensores de derechos
humanos se hayan convertido en un blanco, y ello con vistas a imposibilitar que
continúen realizando algunas de sus actividades más importantes,
tales como la recogida de pruebas y testimonios sobre violaciones a los derechos
humanos y al derecho internacional humanitario. Estas violaciones consisten en
los siguiente actos:
Se han llevado a cabo allanamientos en las oficinas de varios organismos no gubernamentales
de derechos humanos, y sus materiales han sido destruidos o seriamente dañados.
Tal es el caso, por ejemplo, de Addameer, Al Haq, SHAML, LAW y del Grupo MATTIN.
Según la información recibida por el Observatorio, el ejército
ha adoptado en sus intervenciones la pauta común de destruir ordenadores
y discos duros y dañar faxes.
También se lleva a cabo la destrucción de material; por ejemplo,
a un trabajador de B'Tselem en Hebrón, el ejército le arrojó
violentamente la videocámara al suelo cuando estaba filmando el robo de
unos soldados en una tienda.
Estrictas limitaciones a la libertad de circulación de los defensores de
derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados: han visto impedido el
acceso a Yenín, Nablus, Belén y otras partes de los Territorios.
En muchos casos, las autoridades palestinas han argumentado que las zonas que
los defensores de derechos humanos querían investigar eran "zonas militares
cerradas", si bien resultaba obvio que no había razón alguna de
seguridad para impedir el acceso a esos lugares. Por ejemplo, el 19 de abril,
las fuerzas de seguridad israelíes no permitieron que el Consejo Internacional
para la Rehabilitación de las Víctimas de la Tortura (IRCT) entrara
en Gaza y en la Franja Occidental para realizar su trabajo en apoyo a la población
traumatizada y torturada. El 17 de abril, a una delegación de abogados
de derechos humanos de varias ONGs, incluyendo LAW, AI y Abogados Sin Fronteras,
le fue impedido el acceso al hospital de Yenín, si bien al mismo tiempo,
a un miembro de la delegación - un patólogo forense - éste
le fue permitido. Finalmente, al cabo de unas horas, pudieron entrar. Los trabajadores
que B'Tselem tiene sobre el terreno en las zonas de Yenín y Ramala fueron
retenidos fuera de la ciudad cuando empezó la operación militar.
Sus trabajadores en Belén y en Nablus no han podido desplazarse por esas
zonas: una empleada que trabaja en Belén ha estado emitiendo sus informes
desde su casa debido al toque de queda; en una ocasión, pudo salir de la
casa al levantarse el toque de queda durante varias horas, pero en su camino de
vuelta resultó disparada y afortunadamente pudo escapar, si bien con heridas.
Otro empleado de Nablus ha permanecido en uno de los hospitales locales desde
la invasión de la ciudad y prácticamente vive allí ahora.
Como la ciudad está bajo toque de queda, no puede abandonar el recinto
del hospital y llegar al escenario de los sucesos en las diferentes partes de
la ciudad.
Los trabajadores de derechos humanos sobre el terreno que desarrollan su actividad
en la Franja Occidental y en Gaza en nombre de las ONGs israelíes no pueden
entrar en Israel: no pueden visitar sus oficinas en Jerusalem para recibir formación
y participar en las reuniones de trabajo. Tal es el caso, por ejemplo, de los
trabajadores de B'Tselem sobre el terreno. En relación con este asunto
B'Tselem ha elevado solicitudes a las autoridades militares en repetidas ocasiones,
pero siempre ha recibido respuesta negativa.
Los abogados de derechos humanos no tienen acceso a los detenidos. Esto es especialmente
alarmante debido a los arrestos masivos arbitrarios que se están llevando
a cabo sobre los palestinos, quienes son retenidos sin las garantías jurídicas
que les permitan ejercer su derecho de apelación.