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19 de abril del 2002
Sharon no se inmuta
Comisión de Derechos Humanos condena "asesinatos masivos"
de Israel
Eduardo Tamayo G.
Servicio Informativo "alai-amlatina"
Ginebra. La Comisión de Derechos Humanos (CDH), en los últimos
cinco días, votó tres resoluciones en las que condena a Israel
por violaciones a los derechos humanos, pero a Ariel Sharon le tiene sin cuidado
la opinión internacional y continúa castigando colectivamente
al pueblo palestino. Pero esto no es suficiente. Sharon no quiere testigos y
niega la autorización para que una misión de Observación
encabezada por la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Mary Robinson, vaya
a la zona de conflicto.
El 12 de abril, mientras salía a luz la magnitud de la tragedia del campo
de refugiados de Jenin, en donde, según el embajador palestino en la
ONU, Nabil Ramlawi, hubo por lo menos 500 muertos, la CDH, adoptó una
resolución casi unánime (52 votos a favor y uno en contra, el
de Guatemala) en la que se declara profundamente preocupada y llama a poner
fin a la continuación de las actividades de implantación israelí
en los territorios palestinos, principalmente la instalación de colonos
en los territorios ocupados, la expropiación de tierras la demolición
de casas, la confiscación o destrucción de bienes, la expulsión
de palestinos y la construcción de vías que modifican el carácter
físico y la composición demográfica de los territorios
ocupados, incluido Jerusalén del Este.
En una segunda resolución del 15 de abril, la CDH, se muestra aún
más explícita y frontal, ya que condena a Israel por los asesinatos
masivos perpetrados por las fuerzas israelitas contra el pueblo palestino. Así
mismo, repudia una vez más las violaciones graves del derecho internacional
por Israel, las ejecuciones extrajudiciales, los bombardeos a zonas residenciales
y la muerte de hombres, mujeres y niños, como el caso reciente de los
campos de refugiados palestinos. Cuarenta países de los 53 que componen
la Comisión adhirieron a esta resolución, cinco votaron en contra
(Alemania, Reino Unido, Canadá, República Checa y Guatemala),
siete se abstuvieron y uno no asistió.
La Unión Europea se presentó dividida a esta sesión: mientras
Francia, España, Suecia, Portugal, Austria y Bélgica apoyaron
la moción, Alemania y Gran Bretaña votaron en contra e Italia
se abstuvo. Unos países europeos negociaron con la Organización
de la Conferencia Islámica para suavizar el texto, logrando que en lugar
de "terrorismo de Estado" para referirse a las acciones de Israel en los territorios
ocupados se ponga "asesinatos masivos". Alemania y Gran Bretaña votaron
negativamente ya que consideraron que el texto era incompleto al no contemplar
una condena manifiesta de los atentados suicidas palestinos.
Finalmente, el 16 de abril la Comisión aprobó una nueva resolución
por 41 votos a favor, 9 abstenciones y dos votos en contra (Guatemala y Canadá)
propuesta por Pakistán a nombre de los países islámicos.
En esta, la Comisión expresa "su profunda consternación por que
la resolución 2002/1 del 5 de abril no haya sido aplicada por falta de
una respuesta positiva de la potencia ocupante no obstante que la situación
de los derechos humanos ha seguido empeorando". La resolución 2002/1
se refiere al envío de una misión de observación encabezada
por la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Mary Robinson, quien se ha quedado
con las maletas listas pues Ariel Sharon le ha negado la autorización
para visitar el teatro de los acontecimientos.
Esta última resolución pone en aprietos a la Alta Comisionada
pues hace un llamado a aplicar lo resuelto el 5 de abril y le insta a que presente
un informe a la Comisión sobre la situación derechos humanos en
los territorios palestinos ocupados "sobre la base de información verídica
de todos los organismos internos presentes en los territorios ocupados". Para
cumplir su misión la Alta Comisionada debe necesariamente desafiar las
prohibiciones de Sharon quien no quiere observadores independientes ni prensa
extranjera que atestigüe las acciones genocidas que está cometiendo
su ejército de ocupación.
Durante los debates, Canadá consideró que las acciones de la Comisión
no deben interferir con otras iniciativas en curso como la del secretario de
Estado de Estados Unidos Colin Powell. El representante de la Autoridad Palestina
consideró que la misión de Powell es de otra índole y que
el objetivo de la Sra. Robinson debe ser investigar las violaciones a los derechos
humanos. Pakistán, por su lado, señaló que la Comisión
no puede quedar silenciosa e inactiva, en tanto que el representante de Argelia,
Mohammed- Salah Dembri, dijo que "la credibilidad no está con nosotros",
refiriéndose a la Comisión. "Hay que ir al terreno de los acontecimientos
aún sin visa... necesitamos brigadas internacionales pacifistas para
impedir el genocidio", agregó.
Finalmente, el representante de Nigeria, a nombre del grupo africano, expresó
su indignación y decepción por el hecho de que la misión
de observación no haya podido cumplir con su cometido.
¿Por qué el régimen israelita desafía a la comunidad internacional?
¿Por qué no hace caso de las decisiones de Naciones Unidas? ¿Por qué
puede darse el lujo de ser tan arrogante e intransigente? Es indudable que Israel
se siente respaldado por las potencias occidentales, comenzando por Estados
Unidos. Es muy revelador que hasta ahora no hayan asumido una posición
firme y seria para detener los "asesinatos masivos". Los países que mayor
influencia tienen en la Unión Europea -Gran Bretaña, Alemania-
se niegan a condenar al régimen de Sharon y otros países desarrollados
como Canadá mas bien están abiertamente de su lado. La exhortación
que hizo el gobierno de George W. Bush a Sharon de que se retire de los territorios
ocupados resulta ridícula porque no fija fecha y deja que Sharon ponga
sus propios calendarios y condiciones. Tras concluir la gira de Powell prácticamente
sin ningún resultado, Estados Unidos amenaza con suspender el reconocimiento
diplomático y congelar los activos de la Autoridad Palestina si Arafat
no hace un llamado inmediato al cese al fuego.
Las explicaciones del comportamiento diplomático de las potencias occidentales
hay que encontrarlas en otro lado. Históricamente los lazos de Estados
Unidos con Israel han sido muy estrechos. Desde 1948 la ayuda estadounidense
a Israel alcanza la suma de 132.000 millones de dólares. Solo en el año
2002, la ayuda militar ascendió a 2.000 millones de dólares, más
otros 720 millones en ayuda económica. Estados Unidos equipa al ejército
de Israel: son "made in Usa" el 100% de los misiles suelo-aire israelitas, el
100% de los aviones de combate, el 100% de los helicópteros de combate
y el 90% de los vehículos blindados (Tribune de Genéve 12-04-02)
Amnistía Internacional manifestaba en diciembre de 2001 que la "mayor
parte de los helicópteros de la armada israelita y de las piezas de artillería
han sido provistas por Estados Unidos, el Canadá y el Reino Unido". Y
añadía que "aparentemente estos países continúan
proveyendo a Israel". España ha declarado que desde hace meses ha dejado
de comerciar armas con Israel. Pero esto no puede afirmar Suiza que, pese a
su llamado a que Israel se retire de los territorios palestinos, se niega a
romper las estrechas relaciones de cooperación que mantiene con el complejo
militar israelí.