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Imágenes del horror
Por Carlos A. Solero *
Soldados que abren puertas a puntapiés y culatazos de fusil, jóvenes
que se inmolan en atentados que dejan una secuela de muertes. Estas son las
imágenes que transmiten las agencias informativas internacionales desde
Oriente Medio.
Desde que Ariel Sharon visitara la Explanada de las Mezquitas se desató
una oleada de violencia.
Entonces no era todavía Primer Ministro de Israel, pero Sharon en plena
campaña desestabilizadora, sabía que ese gesto encendía
la mecha de un
incendio sin límites.
Su llegada al gobierno intensificó el asedio al pueblo palestino y marcó
un punto de inflexión en el ya endeble proceso de paz.
Los atentados del 11 de setiembre en New York, abrieron una etapa de guerra
total, lanzada por Bush, no sólo contra Afganistán, sino contra
el llamado mundo islámico en general y en realidad contra todos aquellos
que se opongan a los intereses imperiales.
Desde la Guerra del Golfo, ni una sola jornada la aviación norteamericana
dejó de bombardear el territorio iraquí, el bloqueo económico
continúa cobrando víctimas inocentes en ese país, principalmente
niños.
No hay dudas de que las señales que provienen del Imperio, son de generar
un clima de enfrentamiento bélico global.
Esto, permite que los grandes capitales se movilicen sin trabas, los aliados
europeos, a excepción de Gran Bretaña, no están persuadidos
de que este sea el mejor camino para la política internacional.
Los chacales de la guerra están imponiendo sus siniestras reglas, de
mercaderes del espanto.
Las fuerzas imperiales han lanzado su ataque en diversas latitudes, bases militares
en Ubequistán, territorio euroasiático, el Plan Colombia, el posible
establecimiento en de bases en Tierra del Fuego y Misiones, al tiempo que la
llegada en los últimos meses de más de 10.000 infantes de la Marina
de Guerra. Son muestras evidentes que no hay lugar del planeta que no esté
expuesto al peligro de la guerra.
Los argumentos varían, la contrainsurgencia, las "misiones
humanitarias"; de asistencia y asesoramiento, no pueden camuflar los
verdaderos motivos de ambición expansionista y hegemónica.
Lo peor es que la ONU, se ha transformado en un ente que legitima por acción
u omisión el accionar genocida. Y la actitud belicosa de EEUU, potencia
el militarismo de China, India y otros países con pretensiones de hegemonía
geopolítica.
En 1945, luego de la derrota del Tercer Reich nazi y el Eje
Roma‑Berlín‑Tokio, la humanidad se disponía a vivir
en un mundo con
esperanzas de respeto por las libertades y la justicia.
La sucesión de guerras que se produjeron desde entonces, demuestra que
ese anhelo, fue sólo eso.
Asia, Africa, Europa Central y Latinoamérica, han sido escenarios de
la barbarie armada, golpes de estado, dictaduras, planes de ajuste crónicos,
torturas, desaparición forzada de personas,etc.
En su célebre antiutopía 1984, George Orwell, describía
un mundo en guerra permanente entre continentes, donde las únicas víctimas
eran las poblaciones hambreadas y sometidas a la manipulación propagandística
de los estados.
Sin embargo también había allí individuos insumisos a los
mandatos
fratricidas. Afortunadamente no sólo en la ficción esos seres
toman carnadura, en el mundo somos miles los dispuestos a desoír los
tambores del fanatismo belicista.
Es menester, que en el presente y el futuro seamos capaces de coordinar los
esfuerzos para doblegar a los que nos colocan al borde de la extinción
como especie.
* Profesor de Sociología. Facultad de Ciencia Política y RR
II (UNR)