Abril 1, 2025
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8 de abril del 2002
Diario Estadounidense: Las guerras de Sharon � Cómo llegan las noticias
Alexander Cockburn
Counterpunch
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Y aquí estamos, después de veinte años, y muchas de las informaciones sobre lo que ocurre al irrumpir el ejército de Israel por Ramala y Belén y las demás ciudades palestinas me recuerdan de las que llegaban del Líbano en 1982 cuando Sharon y su ejército invasor aceleraban hacia el Norte: soldados israelíes golpeando, saqueando, destruyendo; familias palestinas apiñadas en campos de refugiados, esperando que llegaran los asesinos.
Pero hay una diferencia. Inmensa. Hace veinte años, por lo menos para los que viven aquí en Estados Unidos, fue más difícil, aunque lejos de ser imposible, conseguir informaciones de primera mano sobre lo que estaba sucediendo. Había que salir a comprar periódicos extranjeros, o que fueran trabajosamente enviados por fax desde Londres, o París. La información en la prensa corporativa convencional en este país estaba horrorosamente torcida para dar el mejor aspecto posible a los actos de Israel. En su mayor parte, sigue siendo así. Pero el intento de bloqueo informativo del gobierno de Sharon y de los militares israelíes es sencillamente un fracaso.
Está Aviv Lavie, escribiendo en Ha'aretz [en Israel]: "Un trayecto por los canales de televisión y radio y las páginas de los periódicos muestra una brecha inmensa y vergonzosa entre lo que se nos dice y lo que se ve, escucha, y lee en el mundo. En los canales árabes de televisión (aunque no sólo en ellos) se puede ver a soldados israelíes ocupando hospitales, rompiendo los equipos, dañando las medicinas, y encerrando a los doctores lejos de sus pacientes. Las redes de televisión extranjeras en todo el mundo han mostrado las imágenes de cinco palestinos de las fuerzas de Seguridad Nacional, con tiros a quemarropa en la cabeza; uno parece haber sido el gerente de la orquesta de la Autoridad Palestina. Algunos de los canales informaron que fueron matados a sangre fría después de haber sido desarmados. Todo el mundo ha visto gente herida por las calles, escuchado informes de cómo el IDF (ejército israelí) impide que las ambulancias lleguen hasta los heridos para prestarles auxilio. Todo el mundo ha escuchado testimonios de familias palestinas que han estado aprisionadas en sus casas durante 72 horas, en algunos sitios sin electricidad o agua, y se les están acabando los alimentos".
Como siempre, están los valerosos testigos. En estos días hemos visto a los jóvenes de enorme valentía del Movimiento Internacional de Solidaridad enviando a diario correos electrónicos y llamados telefónicos a Estados Unidos, que vuelan a través de Internet e incluso se convierten en importantes entrevistas en la prensa convencional o en programas noticiosos en la televisión.
Les presento a algunos de ellos. Éste es Jordan Flaherty, presentando este informe hace unos pocos días: "Anoche los militares israelíes trataron de matarme. Estoy en el campo de refugiados Al Azzeh. en Belén, junto con cerca de veinte civiles internacionales. Estamos aquí para actuar como escudos humanos, porque oímos que una invasión es inminente. En el cerro encima del campo hay un puesto de francotiradores militares israelíes. La calle principal que pasa por la aldea está enteramente a la vista del puesto de francotiradores. Para llegar al sitio en el que vivimos en la aldea, la mayoría de nosotros teníamos que cruzar esa calle. Fue una carrera rápida, agachados, a través de la calle. Mientras yo corría, el francotirador comenzó a disparar. Escuché por lo menos seis tiros disparados durante la breve distancia que corrí, expuesto. Los tiros comenzaron en cuanto me vieron, y se detuvieron poco después de llegar al otro lado de la calle. Estaban claramente apuntándome a mí. Y, por la forma en que sonaron, dieron cerca. Durante toda la noche, hubo ruido de tiros, mientras los soldados disparaban hacia la aldea. Permanecimos lejos de las ventanas. Algunas estaban bloqueadas con sacos de arena. No me cabe duda de que el rifle y las balas habían sido pagados con dólares provenientes de mis impuestos. Lo que es, por supuesto, el motivo por el que estamos aquí".
O Tzaporah Ryter, que ayer envió este informe: "Soy un estudiante estadounidense de la Universidad de Minnesota. Actualmente estoy en Ramala. Estamos sometidos a un sitio terrible y la gente está siendo masacrada tanto por el ejército israelí como por grupos de milicia armada de colonos israelíes... El jueves por la tarde, el ejército israelí comenzó a sellar todas las entradas a Ramala. Los que viajaban hacia la ciudad comenzaron desesperadamente a buscar caminos alternativos y a moverse en grupos, pero los israelíes les disparaban y todos corrían y gritaban. Mujeres con sus niños en brazos trataban desesperadamente de escapar de Ramala, con niños y bebés, y sus niños pequeños corrían con ellos bajo la lluvia por los campos, resbalándose y cayendo sobre las rocas, tratando de llegar a la seguridad. Jeeps israelíes aceleraban por el campo viniendo de todos lados y disparando a las mujeres y los niños, y también a mí, que iba corriendo en la dirección contraria. Perseguían a la gente, cazándola de esa manera por los campos".
O Adam Shapiro, extremadamente articulado y controlado, cuyo testimonio terminó por ser publicado en el New York Daily News y en CNN, cuando declaró a Kyra Phillips: "Esto no es asunto de política entre judíos y árabes, entre musulmanes y judíos. Es un caso de dignidad humana, libertad humana y justicia que los palestinos están luchando contra un ocupante, un opresor. La violencia no comenzó con Yasir Arafat. La violencia comenzó con la ocupación".
PHILLIPS: "Siento curiosidad, �ha usted �aprovechó usted la oportunidad para decirle a Yasir Arafat, por qué no sale y condena lo que está sucediendo, se presenta y hace una declaración en árabe, porque es lo que le está pidiendo el Presidente de Estados Unidos?"
SHAPIRO: "El Presidente Arafat lo ha hecho repetidamente. Comprendo árabe. Leo los periódicos y escucho las estaciones de televisión locales. El Presidente Arafat, después de cada incidente terrorista, cada atentado suicida, después de cada acción, ha condenado esta pérdida de vidas, de vidas civiles por ambos lados. El gobierno Sharon, a veces se excusa después de que mata a un civil inocente, pero no pido perdón por violar las ciudades y por penetrar y realizar acciones terroristas, yendo casa por casa como los nazis lo hicieron en la II Guerra Mundial, yendo casa por casa destruyendo los muros, abusando de la gente, matando gente, asesinando gente."
Casi siempre se abre un periódico, como lo hice con el Los Angeles Times al día siguiente y leí una columna robótica por Ronald Brownstein sobre el terrorismo palestino y la supuesta capacidad del malvado Arafat de terminar con la insurrección palestina con unas pocas palabras. Y luego uno pone la Lehrer News Hour en PBS y ahí está, como si no hubiera otro, Zbigniev Brzezinski, indicando lo obvio, el 1 de abril. "El hecho es que se ha matado tres veces más de palestinos, y que relativamente pocos eran realmente militantes. La mayor parte eran civiles. Algunos cientos eran niños. Durante el año pasado, ha habido terrorismo palestino, pero también ha habido reacciones exageradas, deliberadas, de Mr. Sharon con el objeto no de reprimir el terrorismo sino de desestabilizar la Autoridad Palestina, desarraigar el Acuerdo de Oslo, que siempre ha sido denunciado por él, de una manera que contribuyó al clima que resultó en el asesinato de uno de los dos arquitectos del Acuerdo de Oslo."
Después de una diferencia de opinión predecible con Henry Kissinger, Brzezinski continuó, "Es una hipocresía total pretender que Arafat pueda detener el terrorismo �y es� por no decir algo peor� demuestra mala información de parte del Presidente que esté sosteniendo eso. El tipo está ahí aislado. Sharon está tratando de reprimir a los palestinos y el terrorismo no se detiene. �Y cómo se supone que Arafat va a detenerlo? Pero el centro del asunto es que su capacidad de controlar la situación aumentaría considerablemente si hubiera un movimiento serio hacia el proceso político, hacia un arreglo político y que Estados Unidos lo dirigieran."
Entre esta rápida declaración de lo obvio y el elocuente coraje de Adam Shapiro y sus valerosos compañeros internacionalistas, la verdad está saliendo a la luz, no suficientemente rápido, pero mejor que hace veinte años.