Arafat: "No me rendiré"
Rodeado por decenas de tanques israelíes, prácticamente incomunicado, sin agua ni luz, el presidente palestino Yasser Arafat negó ayer que tenga intenciones de rendirse, y reclamó la intervención de la comunidad internacional para que "cese la violencia".
 
Tanques del Ejército israelí mantienen cercado al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, en la ciudad de Ramalá.

JERUSALEN, ANSA

"No tengo otra elección que ser un mártir. Nosotros no nos rendiremos jamás. Estamos completamente rodeados", afirmó Arafat durante una entrevista desde sus oficinas de Ramalá con la cadena de televisión FOX.
En otra entrevista, con CNN, el presidente palestino volvió a pedir ayer a la comunidad internacional el urgente envío de una fuerza internacional que detenga "la agresión y la escalada militar contra nuestro pueblo".
El canal CNN logró ingresar junto a un grupo de 40 pacifistas europeos, israelíes y palestinos a las oficinas de Arafat en Ramalá.
El grupo, entre ellos el líder antiglobalización francés José Bové, logró ingresar al edificio con banderas blancas en sus manos alzadas, bajo la mirada de los soldados israelíes que no sabían cómo reaccionar.
El sábado, miembros de la delegación de pacifistas, encabezada por Bové y por el diputado verde italiano Mauro Bulgarelli, llevaron baterías para teléfonos celulares, comida y medicinas al líder palestino.
Fueron las primeras personas que Arafat recibió desde el inicio del asedio contra su cuartel general.
Algunos periodistas que ayer intentaron unirse a los pacifistas fueron detenidos por los soldados.
Arafat, quien reiteró su disponibilidad al cese del fuego en base al plan del director de la CIA George Tenet, denunció la ocupación y acusó a los israelíes de hacer a los palestinos "lo que los nazis les hicieron a ellos".
Mientras continúa la incursión israelí en la ciudad de Ramalá, la radio Jerusalén anticipó que el ejército podría decidir la invasión de otras ciudades palestinas.
"Ahora es vital derrocar a Arafat", afirmó ayer el ministro de Seguridad Interna israelí, Uzi Landau, citado por la radio estatal de Israel.
Por otro lado, la agencia palestina Wafa escribió ayer que la muerte del presidente Yasser Arafat "sería como un terremoto".
"El presidente Arafat está dispuesto a sacrificarse como mártir por su pueblo y por sus principios", escribió un analista político de la agencia palestina.
Pero luego de su eventual martirio, "ni siquiera las bombas nucleares servirían para defender a Israel del cataclismo".
Mientras tanto, al menos 12 personas resultaron heridas en el cuartel general de Arafat, y algunos de ellos corren el riesgo de morir desangrados ya que los soldados israelíes no dejan pasar a las ambulancias.
"Intentamos varias veces llegar al despacho de Arafat, pero nos dispararon y debimos retroceder. Logramos rescatar a dos heridos en Takhta, el barrio de la ciudad vieja, pero sólo después de tratar una hora con los soldados", relató a ANSA el doctor Wael Kaidan, de la Media Luna Roja.
Gran parte de Ramalá está sin electricidad desde hace tres días, y muchos barrios no tienen siquiera agua.
El ministro de Exteriores israelí Shimon Peres confirmó ayer por radio Jerusalén el compromiso israelí de no tocar a Arafat, aunque el portavoz militar Ron Kitrey dejó entender, en diálogo con la misma emisora, que nos es posible garantizar que no sea afectado.
Tanques israelíes ingresaron en la localidad de Kalkilya y rodearon Tulkarem, al norte de Ramalá (Cisjordania), informó a ANSA una fuente local.
Helicópteros Apache están sobrevolando Kalkilya, donde los tanques se acercaron hasta pocos metros del edificio de la administración palestina, en el centro de la ciudad.
En tres barrios al norte de Tulkarem se impuso el toque de queda, agregó la fuente.
Raimonda Tawil, suegra del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, en una entrevista con la agencia ANSA, lanzó un llamado al papa Juan Pablo II para que intervenga a favor de detener la intervención israelí contra los palestinos. *