Panorama de Gwanda:
El VIH/SIDA en una comunidad rural
FAO
La perspectiva general del VIH/SIDA contempla millones de casos y desdibuja
a los individuos que componen esas cifras. ¿Cómo afecta exactamente esta
enfermedad a la vida cotidiana de las mujeres, hombres y niños que pueblan
los miles de pequeñas aldeas rurales que está diezmando? La siguiente
descripción muestra cómo el VIH/SIDA ha afectado a la población
rural de Gwanda, Uganda.
A mediados de los años ochenta Gwanda era una comunidad relativamente
rica, pero hoy, en gran medida a causa del VIH/SIDA, el 45 por ciento de su
población es pobre.
Gwanda está cerca del lago Victoria, en el distrito de Rakai, donde los
cultivos básicos son los bananos, la yuca y las batatas. Los campesinos
también cultivan porotos y cacahuetes, utilizados para elaborar salsas
o cocidos. Hasta principios de los años setenta, también el café
era un importante cultivo comercial, pero ha caído en el descuido por
la disminución de sus precios. La mayoría de los pobladores tienen
animales pequeños, como aves de corral, cabras y cerdos, y algunos crían
peces.
El VIH/SIDA y la mano de obra
Muchas familias de la comunidad han perdido trabajadores por el sida. La productividad
disminuye cuando enferman las personas y mueren, y además repercute muy
negativamente en ella que otros miembros de las familias pasen tiempo atendiendo
a los enfermos, asistiendo a funerales y en el duelo a sus muertos, que puede
durar hasta 40 días, tiempo precioso arrebatado a las actividades agrícolas,
que disminuye el consumo de alimentos de la familia, su nutrición y bienestar.
Las repercusiones son todavía mayores ya que los índices de infección
son más elevados entre las mujeres, que suelen llevar el peso del trabajo
agrícola además de sus actividades domésticas. En Gwanda
la agricultura utiliza una mano de obra intensiva, con poca mecanización
y escasa utilización de insumos agrícolas. En consecuencia, la
comunidad ha sufrido mucho por el éxodo de jóvenes que prefieren
trabajar en otros sectores con mejor remuneración y trabajo menos pesado.
Por lo tanto, al morir los campesinos en Gwanda no hay quien los sustituya.
El VIH/SIDA y la utilización de las tierras
En Gwanda se cultivan menos tierras debido a que:
la enfermedad y la muerte en las familias se traduce en menos personas disponibles
para trabajar en el campo.
hay normas de herencia y tenencia agraria a partir del sexo que excluyen a las
mujeres del control directo de las tierras y dejan a muchas viudas y huérfanos
sin tierras que trabajar la pobreza produce inseguridad alimentaria y malnutrición,
que afectan a la capacidad de la población para hacer el duro trabajo
físico de cultivar alimentos y, a su vez, reducen los ingresos necesarios
para adquirir insumos, como semillas y fertilizantes las personas venden tierras
para costear los gastos médicos y de funerales.
En general, los campesinos han dejado los cultivos comerciales que requieren
trabajo intensivo, como los bananos y el café, por los de subsistencia
que exigen menos trabajo, como la yuca y las batatas. En consecuencia, se han
reducido los ingresos.
El VIH/SIDA, las plagas y las enfermedades de las plantas
En Gwanda han aumentado las plagas y las enfermedades de las plantas. Los gorgojos
de los bananos se controlaban antes con medios tradicionales, que requieren
mano de obra intensiva, o con productos químicos. Al reducir la enfermedad
y la muerte el número de trabajadores y los fondos para evitar las plagas,
están aumentando las infestaciones de gorgojos del banano.
La producción de café ya mermada ha disminuido más todavía
por infestaciones de grandes hormigas urticantes, síntoma de prácticas
agrícolas deficientes. La falta de mano de obra ha causado el deterioro
de las parcelas a tal grado que sólo las familias más ricas o
que cuentan con más mano de obra pueden permitirse seguir produciendo
café.
El VIH/SIDA y la producción ganadera
La ganadería ha disminuido en Gwanda. A menudo se vende el ganado para
pagar gastos médicos y de funerales, y cuando se conserva, los sobrevivientes
de la familia suelen carecer de conocimientos y capacidad para cuidar al ganado.
Además, la disminución de mano de obra disponible significa menos
actividad ganadera, lo que constituye un peligro para la seguridad alimentaria
a la larga.
Afortunadamente parece haber una tendencia a criar ganado menor, sobre todo
cerdos y aves de corral, que requieren menos trabajo. Además, los campesinos
de Gwanda, sobre todo los hombres jóvenes, también se han interesado
en la apicultura para obtener ingresos, ya que la miel se vende a buen precio.
El SIDA y la seguridad alimentaria
Gwanda ha visto disminuir considerablemente su seguridad alimentaria. Los niveles
de nutrición están disminuyendo en muchas familias. Una evaluación
de la riqueza familiar calculó que cerca del 45 por ciento de la población
de Gwanda es pobre, de conformidad con los niveles de la propia comunidad. Pero
apenas hace 15 años Gwanda se consideraba rica.
Mientras más rica es una familia, puede mantener durante más tiempo
un suministro adecuado de alimentos. Los niveles menores de nutrición
exponen más a las personas al VIH/SIDA. La falta de salud hace a las
personas vulnerables a la infección del VIH y reduce el periodo de incubación
del virus. Por otra parte, el inicio y desarrollo de la enfermedad se demoran
en las personas infectadas del VIH que están bien nutridas.