22 de octubre del 2002
La ONU denuncia el saqueo de Congo por empresas
multinacionales apoyadas en dirigentes políticos sin escrúpulos
Rebelión
Los cuatro años de guerra en la República Democrática
de Congo (RDC) han lucrado a las élites dirigentes del propio Congo,
a sus aliados de Zimbabue, a los invasores de Ruanda y Uganda, todos ellos cómplices
de las empresas que sangran el país.. En un informe que el secretario
general de la ONU, Kofi Annan, elevará el día 24 al Consejo de
Seguridad se piden sanciones contra 29 empresas, algunas occidentales, y 54
individuos, a los que acusa de organizar, dirigir y lucrarse en el saqueo sistemático
de las inmensas riquezas de este país africano.
Otras 85 compañías han violado las normas de comportamiento de
la OCDE.
Lo que se ha dado en llamar la I Guerra Mundial africana, y que desde 1988 involucró
a los Ejércitos de siete países africanos y a tres guerrillas
sucursales de Ruanda y Uganda, era también una rapiña organizada
mediante la cual dirigentes de algunos de esos países han hecho fortuna
apoyados por empresas sin escrúpulos.
Diamantes, oro, cobalto, estaño, maganeso, tántalo y columbita
(esencial para la tecnología de los teléfonos móviles)
son algunos de los minerales que han lubricado una guerra que, según
Human Rights Watch, ha matado a tres millones de personas.
El informe de la ONU, elaborado por una comisión de seis personas presidida
por el egipcio Mahmoud Kassen, y que deberá adoptar el Consejo de Seguridad
este mes, es durísimo. Describe con detalle el saqueo, da nombres de
empresas e individuos, y explica cómo se sacaban esas riquezas al extranjero.
En los anexos lista a los implicados.
Un ejemplo del procedimiento seguido es el coltán (contracción
de columbita y tántalo). En la localidad congoleña de Masisi,
en Kivu norte, controlada por el invasor ruandés, se pagaba el kilo de
este mineral a cinco dólares. Entre los mineros había niños
y presioneros que no cobraban. En el mercado de Londres se llegó a cotizar
por encima de los 400 dólares. El beneficio era descomunal. Un patrón
similar se repite en cada mineral.
Entre los nombres mencionados hay cuatro esenciales: el jefe del Ejército
ruandés, James Kabarebe; el ministro de la Presidencia de Congo, Augustin
Katumba Mwanke; el jefe del Ejército ugandés, James Kazini, y
el presidente del Parlamento de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa. El informe no
lo expresa, pero se deduce que los presidentes de estos países delinquieron.
A las empresas involucradas las divide en dos grupos. En el primero menciona
a 29, para las que pide sanciones. En el caso de las otras 85 deja abierta la
posibilidad, al considerar que violaron las líneas trazadas por la OCDE
para el comportamiento de las multinacionales.
En el primer grupo aparecen cuatro belgas: Ahmad Diamond Co., Asa Diam, Sierra
Gem Diamonds y Triple A Diamonds, y varias africanas, entre ellas Oryx Natural
Resources, auditada por la empresa Arthur Andersen.conocida por falsear las
cuentas de varias compañías, entre ellas la estadounidense Enron.
En el segundo hay varias de renombre, como la química alemana Bayer AG,
el banco británico Barclays, la estadounidense America Mineral Fields
o De Beers (diamantes, y mencionada en otro informe sobre la guerra de Sierra
Leona).