|
Fuerzas de izquierda condenan la reactivación
de la guerra en Colombia y neoliberalismo
Pedirán a la ONU evitar que EU la utilice contra la
isla
ALONSO URRUTIA
Con un pronunciamiento para solicitar a la Comisión de Derechos Humanos
de Naciones Unidas que no se preste a ser un instrumento más de presión
a Cuba y el consenso en condenar las políticas neoliberales en Argentina
-preservadas por el presidente Eduardo Duhalde- y la reactivación de
la guerra contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por
parte del gobierno de ese país, concluyó el sexto seminario Los
partidos y una nueva sociedad, que agrupó casi a todas las fuerzas
de izquierda en América Latina.
El embajador de la Organización para la Liberación de Palestina,
Fawzi Yousif, demandó el apoyo de los partidos de izquierda para la segunda
Intifada, pues denunció que "somos víctimas de un ataque
de los ejércitos más poderosos del mundo, contra una población
que reivindica su dignidad".
El acuerdo para gestionar ante la ONU que durante la próxima resolución
sobre derechos humanos no se vuelva a utilizar al organismo internacional en
la estrategia de Estados Unidos para presionar a la isla, fue promovido por
Blanca Flor Bonilla, del salvadoreño Frente Farabundo Martí para
la Liberación Nacional.
En el documento aprobado en solidaridad con Cuba se establece que la condena
a la situación de los derechos humanos en la isla forma parte de las
acciones orquestadas por Washington para ampliar el bloqueo y aislamiento contra
el pueblo cubano.
Se subraya que la condena al bloqueo que anualmente hace la ONU es insuficiente
para compensar el significado que tiene la censura a los derechos humanos. El
pronunciamiento destaca que Cuba ha firmado 16 de los 27 instrumentos internacionales
de derechos humanos, dirigidos fundamentalmente a proteger las garantías
de la infancia, las mujeres y otros sectores.
Se destaca que pese al endurecimiento del bloqueo, Cuba es el único país
latinoamericano que mantuvo niveles sostenidos de crecimiento durante el reciente
lustro.
Finalmente, se insiste en que La Habana ha mantenido abierta su disposición
al diálogo con todos los países, incluidos los de la Unión
Europea, a pesar de que en su mayoría votaron contra Cuba la última
vez que se evaluaron los derechos humanos.
Otro tema que acaparó la atención fue la crisis colombiana, censurándose
la acción gubernamental para impulsar el Plan Colombia y la reactivación
de la ofensiva contra las FARC.
Así, dirigentes de partidos de izquierda venezolanos condenaron las presiones
sobre su país para que acepte la ejecución de sobrevuelos militares
en su espacio aéreo contra las FARC, pretensión que ha sido rechazada
por el gobierno de Caracas.
Señalaron que la reanudación de las hostilidades ha generado el
desplazamiento de casi 7 mil colombianos hacia Venezuela, si bien -reconocieron
representantes del Partido Patria para Todos- esto sólo ha sido de manera
provisional, pues buscan reingresar hacia zonas más seguras de Colombia.
A nombre de las FARC, Marco León Calarcá indicó que, aunque
las FARC no han renunciado a su propósito de alcanzar la paz, la ofensiva
militar es parte de la reactivación de una estrategia regional estadunidense
para asumir un mayor control de la zona. Hace años argumentaban el combate
al comunismo, después esgrimieron que eran acciones para enfrentar al
narcotráfico y hoy justifican esta estrategia como parte de las acciones
encaminadas a controlar el terrorismo, afirmó.
Salvador Caputto, del Partido Comunista de Argentina, hizo un resumen de la
situación que prevalece en su país, que enfrenta "la más
grande crisis política, social y económica" de su historia, producida
por la sucesión de gobiernos neoliberales.
Asentó que diariamente mueren en Argentina cien niños, sea por
enfermedades o desnutrición, todo ello responsabilidad de las políticas
seguidas durante los últimos años. Reconoció que en un
principio su partido impulsaba las protestas, pero la crisis de diciembre ha
mostrado que el descontento social es muy amplio y ahora no son sólo
los sectores tradicionalmente marginados los que se oponen a la política
económica, sino quienes han engrosado el desempleo o los sectores medios
que tienen secuestrados sus ahorros.
Jorge Fuentes, de la Unidad de Izquierda Democrática de Guatemala, esbozó
las condiciones de pobreza que prevalecen en ese país centroamericano.
"Somos de las pocas naciones en Latinoamérica que tienen dos premios
Nobel: uno de Literatura (Miguel Angel Asturias) y 60 por ciento de la población
no sabe leer, y una de la Paz (Rigoberta Menchú) y no conocemos la paz."