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PRIMERA REUNION DE AUTODETERMINACION Y LIBERTAD
Un encuentro "horizontal" Hubo mucho debate y ninguna bajada de línea.
Para Luis Zamora, fue una oportunidad de "escuchar". El encuentro
acabó siendo un muestrario de por dónde transita la izquierda
independiente.
Una mañana de debates, una tarde de informes. Zamora participó
como uno más y esperó para hablar.
Las clases todavía no empezaron en la Facultad de Filosofía y
Letras de la UBA, pero en el sábado gris que fue ayer las aulas estaban
llenas de gente. En cada una se debatían consignas y propuestas de todo
tipo. Uno de los 900 participantes fue Luis Zamora que, sentado en un banco,
tomaba nota de lo que sus compañeros expresaban. Fueron escenas determinantes
del primer encuentro de Autodeterminación y Libertad.
El encuentro comenzó a las 9 de la mañana con 18 comisiones de
30 participantes cada una, en las que los coordinadores lanzaron "preguntas
disparadoras". "La idea no es llegar a conclusiones sino recoger lo
que piensa la gente que se identifica con AyL y con lo que Zamora plantea",
explicó a Página/12 Osvaldo Saidón, uno de los coordinadores.
Desde las 9 de hoy hasta las 13 se debatirá sobre la forma organizativa
que tomará este movimiento o partido. "El 80 por ciento de los que
estaban en mi comisión participaban en asambleas", cuenta Saidón.
Pero aclara "no es posible que nosotros canalicemos estas asambleas, al
contrario, queremos que las asambleas nos canalicen a nosotros".
Violeta tiene 49 años y un hijo de 16. Es arquitecta y un colega le avisó
del encuentro por correo electrónico. Pertenece a la asamblea de Palermo
y está contenta porque ve que "hay mucha vocación de participar".
Violeta reconoce que su comisión "era muy heterogénea".
Y a ella le preocupa plantear el no pago de la deuda externa, la nacionalización
de la banca y la reactivación de la industria. "Espero que nos podamos
encolumnar", suspira. "Soy de clase media, tengo dólares y
una caja de ahorro –se autodefine– pero yo siempre trabajé y nunca exploté
a nadie". En las últimas elecciones votó a Zamora, pero antes
había votado a De la Rúa, y mucho antes a Alfonsín.
Hernán tiene 24 años y participa en la comisión de universidad
de AyL. Se está por recibir de licenciado en Ciencia Política
es docente en el CBC de Avellaneda. "Me acerqué porque Luis había
realizado una profunda autocrítica de lo que son las estructuras tradicionales
de izquierda". A Hernán le interesa recuperar la tradición
del zapatismo y del Movimiento de los Sin Tierra en Brasil porque "tratan
de innovar y repensar las formas organizativas sin dejar de lado la necesidad
de plantear el anticapitalismo como una premisa a la hora de actuar". Militó
en partidos de izquierda y participa en la asamblea barrial de Scalabrini Ortiz
y Córdoba. "Estamos interesados en debatir sobre cómo cambiar
el mundo sin tomar el poder y, a la vez, construir un anti poder a través
de prácticas que tiendan a unificar lo que el capital fragmenta".
Cuando se le pregunta por sus esperanzas con respecto a AyL explica que aspira
a que "no devenga en un partido político tradicional y que se organice
un función a la toma del poder. A nivel histórico tanto las formas
de intento del poder por vía electoral o insurreccional han fracasado
y han decantado en procesos de burocratización". Lo que más
lo motiva es que "uno de los puntos fundamentales de AyL es repensar el
socialismo".
Rosa tiene 40 años, es profesional y militó ocho años en
el PC. "Vine porque me interesa saber en qué anda la izquierda y
si es posible formar un movimiento nuevo" sintetiza. Tiene esperanza en
AyL, pero todavía lo ve "un poco verde".
A las tres y media de la tarde comenzó el plenario, donde un relator
por comisión explicó lo hablado en cada aula. Luego se armó
una lista de oradores. Zamora se anotó como uno más y esperó
su turno. A las seis y media había terminado todo. "Estoy contento,
conmovido", relató a Página/12 el diputado. Durante su participación
en una de las comisiones cuenta que fue "anotando frases que me enriquecieron"
y muestra orgulloso sus papeles.
Si bien reconoce que la convocatoria atrajo a un público muy heterogéneo,
Zamora afirma que eso es lo que más le gusta: "Tenemos un contorno,
porque acá nadie viene pensado en que el capitalismo es bueno o que las
relación con Estados Unidos es fructífera o que hay que buscar
buenos representantes políticos". Una de las tantas inquietudes
fue labúsqueda de respuestas y de organización. "Vinimos
con cabezas y oídos abiertos, la horizontalidad es una forma de organización.
Captar es una palabra repugnante, yo propongo vincularnos", sintetizó.