|
La ley de la calle
La movilización a Plaza Congreso, ideada para compensar las movilizaciones
de los caceroleros, parece confirmar la sospecha de que el PJ parece decidido
a poner un límite a las asambleas. Varios intendentes del Conurbano,
entre ellos Raúl Othacehé y Hugo Curto (Tres de Febrero), pensaban
que había llegado el momento de ocupar la calle y enfrentar a "los
zurdos". Según esta visión, las asambleas estaban siendo
motorizadas por los partidos de izquierda, lo que ignoran los vecinos independientes
que concurren a las reuniones. Un diputado del PJ estrechamente ligado a Duhalde
y con un cargo importante en el bloque desmiente que el peronismo bonaerense
esté buscando la confrontación con la izquierda. "Ni la esperamos
ni la deseamos –se apura a contestar a Página/12–. Yo no tengo ninguna
animadversión por el signo (político) que sea." "Jugar
al enfrentamiento y a la provocación es jugar con un barril de pólvora
en un incendio", agrega.
Sin embargo, cuando se le pregunta por una serie de hechos violentos que se
produjeron en las últimas semanas (la agresión a caceroleros en
Merlo, la amenaza a los municipales en Ituzaingó, la golpiza y amenazas
quesufrió una empleada del Hospital de Morón), el legislador del
PJ no descarta que haya sectores violentos dentro de su partido. "En cada
una de las organizaciones puede haber sectores que la toman (por la violencia)
como una especie de entretenimiento", dice. Una sensación parecida
tiene un intendente del Frepaso que gobierna una localidad del Conurbano: "A
veces los intendentes toman el reclamo como una conspiración, como que
te quieren hacer caer", explica sin aclarar demasiado.