|
Mesa Redonda Informativa
El Judas no ha aparecido, pero Washington insiste
Joaquín Rivery Tur
Posiblemente al gobierno de Bush no le guste ni un poquito la divulgación
que ha tenido el discurso de Felipe Pérez Roque, ministro de Relaciones
Exteriores de Cuba, ante la Comisión de Derechos Humanos (CDH) en Ginebra.
Arleen Rodríguez Derivet, editora de la revista Tricontinental, citó
anoche en la Mesa Redonda que el diario mexicano La Jornada incluso recordaba
que el tema de Cuba será analizado el 16 de abril, que coincide con la
invasión de Girón organizada por la Agencia Central de Inteligencia
hace cuatro décadas.
La prensa suiza prácticamente destacó en masa el discurso del
Canciller cubano, mientras El Universal, también de México, destacó
que Estados Unidos busca desesperadamente un aliado en América Latina
para tratar de condenar a Cuba, mientras las agencias de noticias recogieron
los puntos principales de las denuncias cubanas.
Bárbara Betancourt, enviada especial de la radio cubana a Ginebra, rememoró
el año anterior, donde el ambiente de la Comisión de Derechos
Humanos fue similar en atención hacia la representación de Cuba,
porque muchos consideran su discurso como propio.
Después que Randy Alonso, el moderador, explicara que la CDH ha sido
sumamente politizada, Lázaro Barredo hizo hincapié en la situación
de EE.UU., que el año pasado, en votación secreta, fue excluido
de la Comisión, pero el año próximo estará de nuevo
porque España e Italia cedieron su puesto a los norteamericanos, en una
maniobra nada democrática, pues Washington no se puede arriesgar a una
nueva votación secreta que posiblemente perdería.
La selectividad y discriminación en la CDH es fuerte, según la
exposición de Rogelio Polanco, director de Juventud Rebelde, pues siempre
son naciones del sur las sentadas en el banquillo de los acusados, sin que se
tengan en cuenta las grandes demandas de esos estados en cuanto a los derechos
fundamentales de los pueblos.
Reinaldo Taladrid, de la televisión cubana, comentó ampliamente
las preguntas hechas por el Canciller cubano sobre concepciones bélicas
norteamericanas y las ilustró con ejemplos de manejos turbios norteamericanos,
como los planes de empleo de armas atómicas hasta contra quienes no las
poseen y no los amenacen.
La superpotencia tampoco desea firmar el Protocolo de Kyoto y diseña
un plan energético que ataca muy fuertemente al ambiente y beneficia
a las empresas del sector norteamericanas, comentó Arleen. Bush tuvo
los oídos sordos a todas las reclamaciones, incluso las hechas por legisladores
estadounidenses, y maniobró por todos los medios para evitar que los
países pobres puedan fabricar los medicamentos contra el SIDA para evitar
los astronómicos precios de las drogas producidas por las transnacionales
farmacéuticas.
Los condicionamientos para entregar ayuda para el desarrollo, el caso Enron
con la corrupción interna que perjudicó a miles de ciudadanos
corrientes, las declaraciones farisaicas contra la corrupción hechas
por Otto Reich, subsecretario de Estado para América Latina, también
fueron señalados por Taladrid.
A todas estas, indicó Lázaro Barredo, la República Checa
no parece inclinarse, a pesar de todos sus esfuerzos, a presentar la resolución
contra Cuba en la CDH, Estados Unidos busca un país latinoamericano para
ello y ayer todavía no se conocía quién lo haría,
no aparecía el Judas.
El presidente argentino, Eduardo Duhalde, ha dicho que se sumará de nuevo
al voto anticubano, abundó Arleen Rodríguez, mientras Taladrid
recordó las presiones norteamericanas sobre Perú ejercidas por
el mismo George Bush durante una visita a Lima.
Polanco expresó que el presidente uruguayo, Jorge Batlle, ya dijo que
votaría contra Cuba después de un viaje a Estados Unidos donde
negoció algunas ventajas comerciales, y ante ello la Central Única
de Trabajadores convocó a una concentración de solidaridad con
Cuba y repudiaron la posición oficial.
En Chile, el nuevo embajador norteamericano declaró públicamente
que tiene como misión lograr que el gobierno del país sudamericano
vote contra Cuba en Ginebra, cuando el presidente Lagos declaró que su
gobierno no estaba dispuesto a seguir con el ritual de votar contra Cuba como
en años anteriores y no patrocinará ningún documento contra
la Isla. Ciertas fuentes señalan que desde hace días circula por
cancillerías del continente un proyecto anticubano redactado por Estados
Unidos.
Todos estos manejos fueron los denunciados por el Canciller cubano en Ginebra,
donde también recibió fuertes muestras de solidaridad por parte
de muchas delegaciones presentes, por lo que se puede considerar un día
de victorias para Cuba. Hasta ayer, el Judas no había aparecido, pero
Washington insiste.