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8 de Marzo de 2002
Cuba denuncia nuevas y brutales presiones de EE.UU. para
imponer resolución en Ginebra
El Gobierno de Cuba denunció este 8 de marzo "nuevas y brutales presiones
de Estados Unidos" para imponer un nuevo proyecto de resolución contra
la Isla en la próxima reunión de la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU, en Ginebra.
La Cancillería cubana denunció mediante un comunicado que Estados
Unidos ha hecho circular en varias capitales latinoamericanas un "Ayuda Memoria",
en la que solicita la adopción de un nuevo proyecto de condena a Cuba
en la 58 sesión de esa Comisión, que se inaugurará el 18
de marzo.
"El Gobierno de la República Checa, por su parte, reiterando su vocación
de entrega y subordinación, ha enviado una delegación de gira
por varios países latinoamericanos, implorando un compromiso de algunos
paises de la región que le permita librarse del lamentable mandato anticubano
que les impuso Estados Unidos", precisa la nota oficial.
La República Checa presentó el año asado una resolución
auspiciada por Washington condenatoria a Cuba por supuestas violaciones de los
derechos humanos, aprobada luego de fuertes presiones de EE.UU.
La Cancillería cubana informó que tres altos funcionarios checos
visitaron México, Perú y Chile.
"Sin embargo, son pocos hasta ahora los resultados que ha logrado el Departamento
de Estado. El presidente de México, Vicente Fox, ha dejado claro que
su país no auspiciará ninguna medida de esta naturaleza; el presidente
de Chile, Ricardo Lagos, ya desde el año 2000 indicó sin ambages,
y lo ha reiterado recientemente, que su país tampoco se involucrará
en una nueva acción anticubana", precisa la Cancillería.
Añade que "los gobiernos de Brasil, Venezuela y Ecuador tampoco han apoyado
ni apoyan la injusta maniobra que se quiere protagonizar una vez más
en Ginebra".
El pasado lunes el Gobierno cubano denunció también que Estados
Unidos está ejerciendo "presiones" a la Unión Europea para lograr
un cupo en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
El propósito de Washington es que los dos candidatos europeos a ocupar
puestos en la Comisión se retiren para dejar el "camino abierto y expedito
a una candidatura de Estados Unidos".
8 de Marzo de 2002
DECLARACION DEL MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES DE
LA REPÚBLICA DE CUBA
Cuba denuncia nuevas y brutales presiones de Estados Unidos con el objetivo
de imponer un nuevo proyecto de resolución anticubano en la próxima
Comisión de Derechos Humanos en Ginebra
Como oportunamente se informara a nuestro pueblo en ocasión de la visita
a Washington del Canciller de Argentina y las infortunadas e insultantes declaraciones
de su Vocero, están en curso nuevas maniobras contra Cuba en el seno
de la Comisión de Derechos Humanos (CDH), que comenzará a sesionar
el próximo 18 de marzo en Ginebra.
En esta ocasión, el enorme desgaste y desprestigio internacional que
ha tenido el gobierno checo, autor por encargo del proyecto contra Cuba en los
últimos tres años, ha llevado a los Estados Unidos a tratar de
buscar nuevos "auspiciadores" de su engendro anticubano, concentrando esta vez
sus presiones sobre algunos gobiernos latinoamericanos.
Sin embargo, son pocos hasta ahora los resultados que ha logrado el Departamento
de Estado. El Presidente de México, Vicente Fox, ha dejado claro que
su país no auspiciará ninguna medida de esta naturaleza; el Presidente
de Chile, Ricardo Lagos, ya desde el año 2000 indicó sin ambages,
y lo ha reiterado recientemente, que su país tampoco se involucraría
en una nueva acción anticubana; los Gobiernos de Brasil, Venezuela y
Ecuador tampoco han apoyado ni apoyan la injusta maniobra que se quiere protagonizar
una vez más en Ginebra.
Los métodos de influencia ejercidos por los Estados Unidos para el logro
de este objetivo son los mismos de siempre: las presiones, el chantaje, y el
condicionamiento político y económico.
Como sustento a sus gestiones, Estados Unidos ha "circulado" en varias capitales
latinoamericanas —con toda precaución para evitar que fuera del conocimiento
de Cuba— una Ayuda Memoria, en la que solicita la adopción de un nuevo
proyecto que condene a Cuba en la 58 CDH. Sin embargo, hemos podido conocer
que en dicho texto se pide evitar que la ausencia de una acción de esta
naturaleza pueda ser interpretada como "la aceptación por la comunidad
internacional de la política de derechos humanos de Cuba y haga sentirse
en el abandono a la pequeña comunidad disidente" dentro de la Isla, esto
último en referencia clara a los desacreditados grupúsculos contrarrevolucionarios
creados y sostenidos por los propios Estados Unidos.
En la Ayuda Memoria de referencia, se insta a los países latinoamericanos
a presentar un proyecto contra Cuba en la próxima CDH, indicándose
que el mismo debería "pedir una visita a la Isla para investigar la situación
de derechos humanos en Cuba", con lo que resulta evidente que Estados Unidos
persiste en sus intenciones de reinstaurar un mecanismo de monitoreo a Cuba,
luego de que el mandato del llamado Relator Especial sobre la situación
de los derechos humanos en el país desapareciera con la derrota de la
resolución anticubana en 1998. Las versiones posteriores impuestas por
la fuerza por Estados Unidos en Ginebra no han podido incluir esta figura.
Las gestiones norteamericanas por condenar a Cuba en Ginebra vienen involucrando
a importantes funcionarios de la actual Administración republicana. Ello
ha incluido ya gestiones en Nueva York y Ginebra, cartas y llamadas telefónicas,
y el crudo tratamiento del tema en cada contacto sostenido en Washington o en
ciertas capitales latinoamericanas.
Todo el mundo coincide en que la presión desde el Norte está arreciando.
Como parte de esos esfuerzos, se ha anunciado que los días 23 y 24 de
marzo, el Presidente norteamericano George W. Bush, visitará a El Salvador
y Perú, respectivamente. Existen informaciones acerca de la intención
de utilizar esas visitas, en las cuales tendrá la oportunidad de reunirse
con varios dignatarios latinoamericanos, para tratar de comprometerlos a votar
contra Cuba, y alejarlos del espíritu de cooperación y hermandad
que debería unir en esta hora a los pueblos latinoamericanos. Cuba sigue
con particular interés los preparativos y los eventuales resultados de
dichos encuentros.
Estas gestiones se producen en un contexto en que se ha acentuado la vulnerabilidad
de los países de América Latina con respecto a los Estados Unidos;
cuando se negocia el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA);
cuando los países andinos aspiran a que se les prorrogue el régimen
de preferencias arancelarias de que disfrutan con los Estados Unidos; cuando
hay países latinoamericanos que aspiran a acuerdos económicos
bilaterales con Estados Unidos; cuando se producen en nuestra región
—agravadas por la recesión internacional— situaciones críticas
que, como la Argentina, requieren masivos niveles de asistencia de las instituciones
financieras internacionales que los Estados Unidos controlan absolutamente.
El Gobierno de la República Checa, por su parte, reiterando su vocación
de entrega y subordinación, ha enviado una delegación de gira
por varios países latinoamericanos, implorando un compromiso de algunos
países de la región que le permita librarse del lamentable mandato
anticubano que le impuso Estados Unidos.
El Vicecanciller para Asuntos Multilaterales, Sr. Pavel Vosalik; un funcionario
de la Oficina del Presidente checo, el Sr. Peter Burianek, y Pavel Fischer,
Jefe del Departamento Cuba de la Cancillería checa, conforman la delegación
que ha visitado a México, Perú y Chile.
Se ha conocido, adicionalmente, que ante el eventual fracaso de las gestiones
estadounidenses para encontrar a un nuevo país o grupo de países
dispuesto a asumir el encargo anticubano, la República Checa estaría
dispuesta nuevamente a hacerse cargo de la presentación del proyecto
condenatorio a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos.
Las gestiones anticubanas se producen precisamente en la coyuntura en que Estados
Unidos, por primera vez en la historia, no será miembro de la Comisión
de Derechos Humanos, a la cual no resultó electo en el año 2001,
como consecuencia directa del descontento de la comunidad internacional con
las posiciones y acciones de ese país en el ámbito de los derechos
humanos, particularmente en lo que se refiere a Cuba, y en otros escenarios
internacionales.
Cuba considera que no existe motivo legítimo alguno para incluir de manera
selectiva esta cuestión en el programa de la Comisión de Derechos
Humanos. Cualquier resolución o iniciativa, independientemente de que
asuma un texto "edulcorado", como piden algunos, singularizaría a Cuba
de manera injusta en los trabajos de la Comisión, y solo podría
ser entendida como una respuesta a la necesidad imperiosa de Estados Unidos
de encontrar alguna "justificación" a su política de hostilidad
y bloqueo contra Cuba.
No debe existir duda alguna de que el pueblo cubano está preparado para
dar esta batalla, en tanto le asiste la fuerza de la razón y la experiencia
de más de cuatro décadas de lucha.
Sabemos que podremos contar con la solidaridad que genera en los pueblos latinoamericanos
la decisión de Cuba de defender su identidad e independencia, la igualdad
por la que luchamos cada día y el disfrute pleno y verdadero de todos
los derechos humanos, convertidos hoy, gracias a la Revolución, en conquistas
en cuya defensa está comprometido todo nuestro pueblo.
El documento del que Cuba no debía enterarse, las gestiones del más
alto nivel de Washington con las capitales de América Latina y la gira
latinoamericana de los personeros checos, dan una idea clara de la desesperación
que ya empieza a percibirse, como en años anteriores, en los pasillos
del Departamento de Estado.
Como resulta obviamente imposible para los organizadores de estas maniobras
mantener en secreto sus planes, el Ministerio de Relaciones Exteriores le seguirá
informando a nuestro pueblo sobre los diversos episodios de esta noveleta de
enredos, en la que ya comienza a dar pena el triste papel de sus promotores
y actores.
La Habana, 8 de marzo del 2002