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COLOMBIA:
¿PORQUÉ OTRA VEZ LA GUERRA EN COLOMBIA?
Por Cuauhtémoc Amezcua Dromundo
(México)
Sucedió. Las pláticas de paz quedaron rotas. El presidente Andrés
Pastrana así lo anunció el 20 de febrero. Desde entonces, los
bombardeos indiscriminados han causado muchas bajas en la población civil.
Se ha vuelto al reino de la barbarie.
¿Porqué? Pastrana dijo que las FARC no cumplieron sus compromisos. Se
quejó, entre otras cosas, de que habían construido puentes y carreteras
en la Zona de Despeje. Como si fuera indebido hacer obras de carácter
civil que benefician a una población harto necesitada, las que debió
hacer el gobierno y nunca quiso. En efecto, las FARC construyeron más
de mil kilómetros de carreteras, con sus puentes y alcantarillas. Y pavimentaron
las calles de San Vicente del Caguán, todo con el apoyo de la población.
Estos no son actos terroristas. Ni persiguen fines bélicos Como tampoco
la construcción de locales comunales. Ni las pistas de aterrizaje, que
dieron vida a la región. Afirmarlo carece de seriedad.
Lo que sucede es que las pláticas de paz, como se daban, nunca gustaron
a la oligarquía ni a Washington, a causa de la actitud vertical de las
FARC. Por su posición de principios. Por su decisión de anteponer
el interés general de construir una nueva Colombia a cualesquiera otros
de tipo particular. Porque no negociaron puestos para los dirigentes, algunos
diputados, por ejemplo, que les fueron ofrecidos, a cambio de deponer la lucha.
Porque exigieron cambios estructurales, económicos, políticos
y sociales que dotaran al país de su plena soberanía y al pueblo
colombiano de su plena autodeterminación. Por todo eso, de tiempo atrás
la oligarquía exigía suspender las pláticas y volver a
la guerra. No sólo se negaba a aceptar cambios que transformaran al país
en el sentido del progreso; ni siquiera, que de manera pública se debatieran
esos grandes temas, como venía siendo. Porque con eso se elevaba la conciencia
del pueblo cada vez más. Al margen de los pretextos que se esgrimen,
son estos intereses, los de los oligarcas criollos y los de Washington, los
que determinaron la decisión de Pastrana.
Por eso, cuando desde Washington les llegó el llamado Plan Colombia,
con su contenido real, de intervencionismo militar que incluso podría
extender la guerra a toda la región, bajo el pretexto de combatir al
trafico de enervantes, los oligarcas se llenaron de alborozo. Por eso han proclamado
el cese de las pláticas de paz.