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8 de marzo del 2002
Chile: "La derecha detrás del juez"
Alejandro Lavquén
Tras la caída de algunos frentistas en Brasil, la derecha chilena,
apoyada en el control que mantiene sobre los medios de comunicación masivos
en nuestro país, ha dado un fuerte impulso a una campaña que,
de diversas maneras, viene promoviendo desde hace mucho tiempo dejar en el olvido
los atropellos a los Derechos Humanos por parte de las Fuerzas Armadas y estigmatizar
para siempre (en la historia) a quienes lucharon contra la tiranía militar
como si hubiesen sido simples y vulgares terroristas. Una campaña donde
no han estado ausente personeros de los Gobiernos de la Concertación
ni algunos tránsfugas de la Izquierda que no vacilan en expresar loas
a las grandes empresas transnacionales a cambio de ser "perdonados" por sus
pecados de juventud. Sobre todo durante el gobierno de la Unidad Popular. Lo
más triste, eso sí, son quienes aún se dicen de Izquierda
y no asumen, o evaden referirse con dignidad, acerca de esa parte de nuestra
historia política.
Ante toda esta situación, hay decir con mucha franqueza y decisión,
que la creación del Frente Patriótico Manuel Rodríguez
y la actitud que tomaron entidades como el MIR y el Partido Comunista después
de consumado el golpe militar fue totalmente de acuerdo a las circunstancias.
Fue la misma actitud que tomaron la Resistencia Francesa y los Partisanos contra
el nazismo alemán y el fascismo italiano durante la Segunda Guerra Mundial.
¿Alguien se atrevería a juzgarlos hoy en día?. No, sólo
aquellos grupúsculos que aún defienden el exterminio de pueblos
completos. En Chile la tiranía de Pinochet fue una de las más
sangrientas del mundo y existen miles de pruebas que así lo testimonian:
desaparecidos, torturados, ejecutados, exiliados, etc. Es esa la verdad, no
hay otra y no la habrá jamás, aunque la derecha intente escribir
una historia diferente.
A la campaña ya mencionada, se ha incorporado últimamente el señor
Agustín Edwards, dueño de El Mercurio (aunque en honor a la verdad
siempre ha estado incorporado), el que aparece pidiendo al Presidente de la
República se preocupe de que no se rebaje la condena a quien participó
en el secuestro de su hijo, pero nada dice de su participación, en alianza
con la CIA, para sabotear el gobierno de Salvador Allende. Por su parte el matutino
La Tercera mantiene en su sitio web un espacio titulado "Tras la huella del
Frente" y ha publicado, además, reportajes especiales sobre el tema como
una serie de suplementos donde se cuenta la relación de Cuba con grupos
"subversivos" en Chile y América. Por otro lado, el vespertino La Segunda
a través de su columnista, el historiador Gonzalo Vial, arremete con
una serie de falsedades históricas que quien las escribe no tiene ningún
derecho moral a plantearlas puesto que fue un fiel servidor de la tiranía
pinochetista. Así, suma y sigue.
Recientemente se ha "detectado" en Internet una página llamada "Arkabuz",
que estaría promoviendo el terrorismo y que ha llevado a los periodistas
a tejer todo tipo de fantasías al mejor estilo comunicacional de las
cadenas informativas estadounidenses. Si hasta han visto resucitado al Toqui
Caupolicán y al bandido Neira entre sus delirios propagandísticos
y cortesanos. La UDI, partido ultraderechista, luego de humillar públicamente
al presidente de RN, su aliado, pone en jaque a los parlamentarios de la Concertación
llevándolos incluso a sentir vergüenza de haber sido opositores
a Pinochet. Gido Girardi, presidente del PPD compara, a propósito de
la visita de Joaquín Lavín a Cuba, a Fidel Castro con Augusto
Pinochet, actitud que cae entre las más bajas que hemos visto en los
últimos años por parte de este tipo de políticos. En la
orilla de la Inquisición, el Cardenal Medida da una mano a sus amigos
de la derecha poniendo en la opinión pública los temas morales
que según su hipócrita visión deben ser tratados con "altura
cristiana". De la Corte Suprema mejor ni hablar, bastaría levantar un
poco la alfombra y veríamos toda la basura que han acumulado durante
décadas. Así está nuestro país, sin esperanza que
se vislumbre a corto plazo mientras el pueblo no reaccione y se mantenga en
la apatía.
Ya es hora de que se repongan en la palestra pública temas que han quedado
en la impunidad y sí deberían tener castigo por el daño
incalculable que causaron: el atropello a los DDHH, el saqueo de las empresas
públicas, el enriquecimiento ilícito de la familia Pinochet y
el caso de los pinocheques (que contó con la ayuda inmoral del presidente
Frei). El 10 % del cobre que se embolsan las FFAA. Las privatizaciones en favor
de los grupos económicos. La política depredadora de las AFP e
ISAPRES. Se podrían llenar páginas de denuncias que los "honorables
di-puta-dos" no consideran, aunque estén para velar por los derechos
de todos los chilenos. Es esta raza de holgazanes la más repudiable en
nuestro país. Ante todos estos atropellos que han sufrido los chilenos
aparece siempre la derecha como cómplice de los delitos ejecutados contra
el país, y paradojalmente siempre termina por juzgar permanentemente
a quienes han sido sus víctimas, por lo que bien cabe modificar un conocido
refrán popular que expresa "el ladrón detrás del juez"
por uno que diga "la derecha detrás del juez". ¡¿Hasta cuándo?!,
es la pregunta que debemos hacernos todos los chilenos.