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12 de marzo del 2002
El electorado colombiano castiga a los partidos clásicos
Gara
Los electores colombianos dieron un alto número de votos a los
partidos de la derecha y de la izquierda, en unas legislativas en las que los
partidos tradicionales fueron castigados. El gran beneficiado fue el liberal
disidente Alvaro Uribe, que se perfila como el favorito en las presidenciales.
No obstante, la alta abstención marcó la jornada.
Los electores colombianos castigaron en las elecciones legislativas del domingo
a los dos partidos tradicionales, el Conservador, en el Gobierno, y el Liberal,
que perdieron escaños en el Senado y la Cámara de Representantes
y, sin medias tintas, dieron un alto número de votos a la derecha y a
la izquierda.
El primer efecto concreto de los resultados fue la renuncia del presidente de
Partido Conservador, Carlos Holguín Sardi, que aunque mantuvo su escaño
de senador, sólo fue tercero entre los candidatos de su partido. El Conservador,
partido del presidente Andrés Pastrana, perdió tres escaños
en el senado y siete en la cámara baja.
Se esperan nuevos cambios a partir de las decisiones que adopten esta semana
las juntas de parlamentarios de los dos grupos, citadas por sus candidatos oficiales
a la presidencia, Horacio Serpa, del liberalismo, y Juan Camilo Restrepo, del
partido en el Gobierno.
El gran beneficiado de los resultados electorales de ayer parece ser el candidato
liberal disidente, Alvaro Uribe Vélez, primero en las encuestas de opinión
sobre intención de voto, con un 60 por ciento de respaldo, para las presidenciales
de mayo y junio.
En el nuevo Senado, Uribe empieza a conformar una fuerza política encabezada
por tres de sus más importantes partidarios, los senadores Luis Alfredo
Ramos, quien obtuvo la mayor votación en esa corporación; Germán
Vargas Lleras, que consiguió la tercera, y Mario Uribe, la séptima.
Con insistencia a lo largo de la semana se comentó que Uribe, partidario
de mano dura contra las FARC, y considerado como el representante de la derecha,
recibiría el respaldo de los conservadores en su aspiración presidencial,
lo que implicaría la retirada de Restrepo.
A la candidatura de Uribe se sumaron en los días previos a las elecciones
parlamentarias varios destacados miembros del conservadurismo, así como
del ala oficial del liberalismo.
El Partido Liberal, con mayoría absoluta en el poder legislativo colombiano
desde que terminó la paridad en la elección para el Congreso,
establecida en el Frente Nacional (1958-1974), se convirtió en minoría
mayoritaria, en lo que se refiere a su línea oficialista. Perdió
en el Senado 19 escaños y en la cámara 31, para quedarse con 29
de los 102 en la primera y con 53 de los 166 en la segunda.
Preocupa la abstención
La misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que
actuó como observadora de los comicios parlamentarios del domingo en
Colombia se declaró ayer preocupada por la alta abstención de
la jornada, que según las autoridades electorales, fue superior el 58,1
por ciento. El venezolano Moisés Benamor, que formó parte del
grupo enviado al país, admitió en Bogotá que «es preocupante»
el bajo nivel de participación del electorado. Poco más de 10,51
millones de electores, de un potencial de 24 millones, votó. Según
el informe de resultados facilitado por la Registraduría Nacional del
Estado Civil, votó el 41,87% del electorado.