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Ahora todo está claro
Mario Benedetti
Cuando el presidente se preocupa tanto por los derechos humanos parece evidente
que, en ese caso, derecho no significa facultad, atributo o libre albedrío
sino diestro o antizurdo o flanco opuesto al corazón, lado derecho, en
fin. En consecuencia, sería hora que iniciáramos una amplia campaña
internacional por los izquierdos humanos.
COTIDIANA
Hay un día en que se nace a la gloria y a la suerte. A la suerte y a
la muerte en un día en que se nace, y en penumbra tan temprana que no
duele ni se nombra, la luz muere con la sombra de la vida cotidiana. Hay un
sol que da sentido a la gloria y a la suerte. A la suerte y a la muerte hay
un sol que da sentido, y en mitad de la mañana abre rumbos y salidas
en las idas y venidas de la vida cotidiana. Hay un cielo que responde a la gloria
y a la suerte, a la muerte y a la suerte hay un cielo que responde, y en la
calma soberana de un solemne mediodía junta penas y alegrías de
la vida cotidiana. Hay un sueño que se acerca a la gloria y a la suerte,
a la muerte y a la suerte hay un sueño que se acerca, y en la siesta
irresolana ponen lágrimas y besos los convictos de la vida cotidiana.
Hay crepúsculos que invocan a la gloria y a la suerte, a la suerte y
a la muerte hay crepúsculos que invocan, y en la cumbre más lejana,
el sol muere como un toro con la sangre y con el oro de la vida cotidiana. Siempre
hay una causa digna de la gloria y de la suerte, de la muerte y de la suerte
siempre hay una causa digna, pero no es la lucha vana de quien busca satanases
en las guerras y en las paces de la vida cotidiana. Hay, por último,
un letargo de la gloria y de la suerte, de la suerte y de la muerte hay todo
eso y, sin embargo, en la noche veterana, el amor que es buena gente va dejando
la cimiente de otra vida cotidiana.
USTEDES Y NOSOTROS
Ustedes cuando aman, exigen bienestar, una cama de cedro y un colchón
especial. Nosotros cuando amamos es fácil de arreglar; con sábanas
¡qué bueno! sin sábanas; da igual. Ustedes cuando aman, calculan
interés; cuando se desaman, calculan otra vez. Nosotros cuando amamos,
es como renacer; y si nos desamamos, no la pasamos bien. Ustedes cuando aman,
son de otra magnitud; hay fotos, chismes, prensa y el amor es un boom. Nosotros
cuando amamos; es un amor común. Tan simple y tan sabroso como tener
salud. Ustedes cuando aman, consultan el reloj, porque el tiempo que pierden
vale medio millón. Nosotros cuando amamos sin prisa y con fervor; gozamos
y nos sale barata la sesión. Ustedes cuando aman, al analista van. Es
él quien dictamina si lo hacen bien o mal. Nosotros cuando amamos sin
tanta cortedad, el subconsciente viola se pone a disfrutar. Ustedes cuando aman
exigen bienestar, una cama de cedro y un colchón especial. Nosotros cuando
amamos es fácil de arreglar; con sábanas ¡qué bueno!, sin
sábanas; da igual.
SEMÁNTICA PRÁCTICA
Sabemos que el alma, como principio de la vida, es una caduca concepción
religiosa e idealista, pero en cambio tiene vigencia en su acepción segunda,
o sea, hueco del cañón de las armas de fuego. Hay que reconocer,
empero, que el lenguaje popular no está vigorosamente al día y
que cuando el mismo estudiante que leyó en Constantino que la idea del
alma es fantástica e ingenua, besa los labios ingenuos y fantásticos
de la compañerita que no conoce la acepción segunda, y, a pesar
de ello, le dice te quiero con toda el alma, es obvio que no intenta sugerir
que la quiere con todo el hueco del cañón.
MARTÍ PREGONERO
Su nombre es como el crisol donde se funde la zaña. Su nombre es como
la caña que endulza con lluvia y sol. De su destino naciente, solo tu
pueblo es el dueño, cual figuraba en tus sueños, por fin es libre
tu mente. José Martí Pregonero no moriste en tu pregón:
Tus versos viven y son pregones de un pueblo entero. Tu isla exporta el verano
y hay flamboyán y justicia. La buena tierra nutriste y da frutos para
el cubano. ¡Tan sobrio y tan desbordante, tan bueno y tan orgulloso, tan firme
y tan generoso, tan pequeño y tan gigante, tan profundamente isleño,
tan claramente cubano, tan latinoamericano en tu suelo y en tu sueño!
Siempre nos tienes despiertos con tu constante mirada con tu suerte despejada
y con tu fe de ojos abiertos. Su nombre es como el crisol donde se funde la
zaña. Su nombre es como la caña que endulza con lluvia y sol.