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Zamora
atrajo por igual a los caceroleros y a los militantes
Durante toda la jornada de ayer el líder de Autodeterminación
y Libertad reunió casi mil personas en el ex hiper Tigre. Se debatió en comisiones
sobre formas de organización y el Estado.
Por José Maggi
Asambleístas barriales, ahorristas enojados y militantes de izquierda rodearon
a Zamora. Hubo conclusiones plurales y se discutió si Autodeterminación
y Libertad es un movimiento de izquierda.
Luis Zamora estuvo ayer en Rosario, y a su paso dejó un espacio compartido
con cerca de un millar de rosarinos que discutieron durante toda la jornada
en el Centro Cultural La Toma -ex hipermercado Tigre-. Los ejes con los que
funcionaron casi veinte comisiones fueron el antiimperialismo, el anticapitalismo,
el internacionalismo, la horizontalidad, la autodeterminación y las nuevas
formas de socialismo. En rigor, se comenzó a gestar un nuevo espacio de
discusión que antes de su cierre parió un nuevo encuentro para dentro de dos
semanas en el mismo lugar.
Además de los conocidos militantes del MAS (Movimiento al Socialismo) recordando
la época en que Luis Cuello -referente local de Autodeterminación y Libertad-
llegaba a una banca del Concejo, había asambleístas barriales, caceroleros,
ahorristas, docentes y estudiantes, universitarios, profesionales y gremialistas,
entre otros.
Jorge Biancotti, como muchos otros rosarinos llegó "buscando una herramienta
política que nos permita cambiar este estado de cosas". Lo más atractivo
para él es "la construcción horizontal, que no se basa en ningún liderazgo,
por más que sea Zamora la cara visible". Y "seguir un camino que
comenzó el 19 de diciembre cuando la gente comenzó decidir por sí misma".
El desafío pasa por "construir un espacio donde la gente no sea un mero
número, un mero objeto convocado para votar". Al igual que muchos de
los presentes, Biancotti participa en la asamblea barrial de la República
de la Sexta.
Gustavo Terez, docente, vino para "actuar, discutir y participar políticamente".
Para él la figura de Zamora "es convocante, no se puede negar",
y confiesa que este fue uno de los temas de debate en las comisiones. "Esta
es una verdadera paradoja que un movimiento que plantea la democracia de base,
la autodeterminación y la auto-organización también tenga como señal de identidad
un referente fuerte que es el que nos permitió estar juntos acá".
Las conclusiones fueron muy plurales. Entre la primeras, se marcó la discusión
acerca de si Autodeterminación y Libertad es un movimiento de izquierda. "Y
quedó en claro que nadie debe resignar las señales de identidad que trae con
su historia", como dijo Terez. Pero se intentó zanjar discutiendo los
contenidos sobre los cuales se ubica la izquierda. "Ser anticapitalista,
solidario e internacionalista, ir por una democracia que llegue hasta sus
últimas consecuencias, luchar por la distribución de la riqueza y por la construcción
de un contrapoder, es sin dudas ser de izquierda", argumentó.
El rol de Estado fue otro eje. Se acordó que "la forma actual está
agotada, pero también que el camino hacia un nuevo Estado es una película
con final abierto". "De nosotros depende construir un Estado más
democrático, más amplio y participativo".
La idea de la unidad de las fuerzas de izquierda fue también uno los temas
debatidos, y en este punto hubo heterogeneidad de opiniones. Hubo quienes
propusieron los frentes junto a otras fuerzas anticapitalistas, con otro Estado
y otra distribución de la riqueza. Pero hubo otros en que tuvieron una visión
distinta, menos expuesta a confluir con otro sectores, con otros partidos
u otras organizaciones. Algunos pensaron que este es un movimiento dentro
de otros movimientos, y otros que lo pensaron como El Movimiento lo que encierra
en sí mismo otro paradoja.
Las coincidencias se dieron en la forma de organización, rechazando las
tradicionales y reivindicando las formas de democracia directa, más asamblearia,
con revocatoria de mandato, con respeto por la minoría con rotación en los
cargos. Y contra la profesionalización de la política. "No debe haber
más políticos profesionales, ni vecinalistas profesionales. Cada uno debe
desarrollar un trabajo, trabajar en un movimiento social y circunstancialmente
actuar como representante o vocero de otros compañeros", se dijo.
Como militante del Frente "Santiago Pampillón", Esteban Fridman
llegó tentado por las seis idas básicas de A y L. Pero no cree que puedan
juntarse las fuerzas de izquierda. "Hay mucha gente que no hizo el examen
de conciencia de Zamora y siguen en la misma de siempre, pensándose como los
verdaderos representantes de los trabajadores. Por eso me parece imposible
unir a todos".
Para él, resulta "central construir una sociedad distinta, pero no
con ofertas electorales. Y esto es lo más atractivo de Zamora que muestra
sus opiniones y le pide a la gente que se organice".