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Las apreciaciones de Liber Seregni
BRECHA/URUGUAY
Un componedor desde la izquierda
En los últimos meses el general Liber Seregni -que durante 25 años fue el presidente del Frente Amplio (fa)- ha intentado desempeñar un rol de articulador entre las posturas de su fuerza política, en la oposición, y las del gobierno. Lo ha intentado desde su ámbito de acción, el Centro de Estudios Estratégicos 1815, pero también mediante contactos personales con su sucesor en la presidencia del fa, Tabaré Vázquez, y con el presidente de la República. Sus más recientes esfuerzos se han encaminado en una sola dirección: sentar en torno a una mesa a los líderes partidarios a fin de negociar una salida a la crisis. Consultado por BRECHA Seregni hizo varias apreciaciones sobre el mensaje presidencial, que estuvo lejos de abonar el camino pregonado por el expresidente del fa, y que se sintetizan a continuación.
• "Sigo aferrado a que la gravedad del momento sólo puede ser resuelta si hay un acuerdo entre las cabezas de los partidos. Que la búsqueda de medidas y su instrumentación se haga a través de comisiones amplias, en la que participen los sectores sociales, o incluso a nivel parlamentario, como propuso Tabaré, me parece bueno. Pero debemos tener en cuenta que el Parlamento no es el lugar de adopción de medidas políticas; las decisiones de ese tipo se toman a nivel de las dirigencias."
• "Se trata de generar un ámbito de negociación al más alto nivel para adoptar medidas en el plano inmediato pero poniéndose de acuerdo en que eso está ligado a soluciones de tipo trascendente. Rompe los ojos que tenemos que buscar una convergencia entre los gastos y los recursos. Me niego a aceptar que el deterioro de la situación vaya conduciendo al acomodo de salarios y jubilaciones por la vía de los hechos, con la brutalidad e inorganicidad que esto representa. Yo digo: si tenemos que ir a esa convergencia pues tratemos de hacerlo en forma ordenada, y no que el imperio de los hechos nos arrastre en una vorágine como la que se vivió en Argentina."
• "Es notorio que como consecuencia de la crisis hay una pérdida de confianza en el sistema bancario, que se traduce tanto en un retiro constante de depósitos como en la limitación de nuestra capacidad de financiamiento externo. Desde este punto de vista he estado pregonando la necesidad de mensajes muy claros, urbi et orbi, que lleven confianza a la gente, que no es algo material sino un fenómeno de tipo espiritual y psicológico. Para eso tiene que haber prolijidad cuando se anuncian ciertas medidas. Cuando se anuncia que hay que tocar salarios y jubilaciones, lo cual es una realidad, lo primero que hay que decir es que eso no va a afectar a los salarios bajos, adelantar a la gente que no se va a tocar nada por debajo de los 10 mil pesos, por ejemplo. Son todas medidas que coadyuvan al imprescindible retorno de la confianza, y para que la haya el gobierno tiene que aparecer consistente."
• "Es el presidente de la República quien tiene la obligación y responsabilidad de convocar a un acuerdo. Y la tiene por una doble condición: la de su investidura institucional y la de no ser un competidor electoral. Espero que el presidente, a su regreso de España, haga una convocatoria más clara y explícita, pero entre todos debemos preparar el terreno para que eso ocurra, y no ocuparnos de dinamitar puentes."