Junio 16, 2025
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26 de mayo del 2002
Gur�es de Ernesto Zedillo,
los creativos
�
La invenci�n de la globalifobia
Jeru Nohava
Masiosare �
Ernesto Zedillo, ide�logo de Monterrey, sab�a muy bien a qui�n defend�a
cuando en Davos habl� de los globalif�bicos. El ex presidente mexicano no
estaba inventando nada. El t�rmino hab�a sido acu�ado varios a�os atr�s en
una instituci�n dedicada a defender los intereses de empresas estadunidenses
como las que ahora emplean a... Zedillo �
"...porque de trescientos y sesenta grados que contiene el globo, del
agua y de la tierra (...) la mitad habremos caminado".
Don Quijote (II, XXIX), siglo XV �
ERNESTO ZEDILLO SABIA
a qui�n defend�a en enero de 2000, cuando en el Foro Econ�mico Mundial de
Davos critic� a los "participantes de esta peculiar alianza" que,
dijo entonces, "est�n estrechamente unidos por su globalifobia".
�
La definici�n de este t�rmino, que el ex presidente mexicano no invent� pero
que s� hizo famoso, apareci� por primera vez en septiembre de 1997, en un
bolet�n de la Brooking Institution, de Washington, justo en medio de las cr�ticas
a la campa�a de Bill Clinton por la aprobaci�n del Area de Libre Comercio
de las Am�ricas (ALCA). �
El bolet�n titulado "Globalifobia: el equivocado debate sobre el modelo
de mercado" (Globaphobia: The wrong debate over trade policy/BI) ten�a
un prop�sito: defender la versi�n de que son las empresas de Estados Unidos
las que mayores ventajas obtienen en el mercado libre y globalizado. �
Disponible en la sala de prensa de la p�gina electr�nica de Brooking Institucion
(www.brook.edu), el bolet�n de ese septiembre admite que existen cr�ticas
por parte de "una inusual coalici�n de oponentes en ambos partidos -dem�crata
y republicano y de todo el espectro ideol�gico que ahora comparte el miedo
de que una mayor globalizaci�n de la econom�a mundial es mala para Estados
Unidos", para refutarlas con el argumento de que quien tiene mucho que
ganar son ellos. �
"En t�rminos estrictamente mercantilistas, Estados Unidos ha sido un
gran beneficiado de esos acuerdos comerciales, ya que sus tarifas han sido
generalmente m�s bajas que las de los otros pa�ses y por tanto ha dejado de
reducirlas (...) Estados Unidos tiene mucho que ganar. Tiene los m�s eficientes
productores agr�colas del mundo y a las compa��as l�deres del software, las
telecomunicaciones, el entretenimiento y las finanzas, todas las cuales ser�an
beneficiadas por un mayor acceso a los mercados extranjeros". �
El art�culo fue escrito por Robert Z. Lawrence, profesor en Harvard y consejero
del gobierno de Clinton, y Robert E. Litan, director de estudios econ�micos
de la Brooking, una instituci�n fundada en 1916 por l�deres financieros para
alinear al gobierno estadunidense a los "modernos m�todos de negocios".
Brooking Institution, cuyos patrocinadores deducen impuestos y acceden a la
informaci�n y actividades de la �lite pol�tica y financiera del vecino pa�s,
explica en la introducci�n del art�culo que del debate de ese mes sobre el
fast-track (v�a r�pida a la aprobaci�n del ALCA) depend�a el hecho de que
"Estados Unidos contin�e conduciendo al mundo a una econom�a global m�s
abierta" o que, por primera vez desde el fin de la Segunda Guerra Mundial,
lance el mensaje contrario. �
Antes de llegar a la definici�n de la palabra, Lawrence y Litan admiten que,
seg�n las encuestas de opini�n, las cr�ticas a la globalizaci�n del mercado
tienen un sustancial apoyo p�blico, y que a esto ha contribuido la desigual
composici�n de la econom�a de EU. Y a�n cuando agregan que "la buena
noticia" es que la econom�a sigue generando empleos sin presionar los
bajos �ndices de inflaci�n, los autores tambi�n reconocen que las cr�ticas
se basan en las malas noticias -estancamientos salariales, mayor desigualdad
y preocupaciones por el trabajo entre la clase media-, y que por ello se culpa
al mercado. �
Y es entonces cuando Lawrence y Litan definen:
"Este ataque, que nosotros llamamos globalifobia, viene en diferentes
versiones y es encontrado en la izquierda y en la derecha de los dos principales
partidos pol�ticos -dem�crata y republicano-. Est� tambi�n aumentando m�s
all� de las fronteras, especialmente en Europa, donde el desempleo ha sido
alto por d�cadas. �
"Aquellos que hemos etiquetado como globalif�bicos puros, culpan al comercio
por el estancamiento de los salarios desde los setenta, y en mucho por la
expansi�n de la desigualdad que se beneficia de los estadounidenses que ganan
menos. Progresivamente, estos estadunidenses de bajos ingresos se encuentran
a s� mismo en competencia con trabajadores de pa�ses en desarrollo que ganan
una fracci�n de lo que ellos ganan. Esta es la base de la advertencia de Ross
Perot contra el TLC: mexicanos mal pagados tomando los trabajos de los estadunidenses,
sea por mayores exportaciones o por el desplazamiento de las firmas americanas
a M�xico". �
Una segunda forma de globalifobia, agrega el art�culo, "m�s ligera s�lo
porque defiende el libre comercio en principio, objeta los acuerdos comerciales
con pa�ses que se ven muy diferentes de los nuestros en dos grandes aspectos:
no protegen a los trabajadores ni al medio ambiente como nosotros". �
En 1998, los dos autores -junto con Gary Burtless y Robert Shapiro- recogieron
estas ideas en el libro Globalifobia: Confrontando los miedos a la apertura
del mercado, editado tambi�n por Brooking y rese�ado por el ex secretario
de Estado, James Baker, y por Carla Hills, ex representante de Estados Unidos
en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Canad� y M�xico. �
Para 1995, un a�o despu�s de que entr� en vigor este acuerdo comercial, los
debates y las cr�ticas contra la globalizaci�n se intensificaron despu�s de
la crisis econ�mica mexicana, la primera con efecto global. En 1997, a�o de
la segunda crisis financiera del sudeste asi�tico, el analista David James
advirti� en una revista australiana que el t�rmino globalifobia fue acu�ado
para "ridiculizar las cr�ticas" sobre las consecuencias sociales
de la globalizaci�n e ignorando las realidades econ�micas. �
Y en 1998, despu�s de las crisis financieras de Rusia y Brasil, la m�s influyente
cr�tica a la globalizaci�n la hizo el multimillonario George Soros, que en
el libro La crisis del capitalismo global se�al� que los mercados se hab�an
comportado "como una bola de demolici�n, oscilando de un pa�s a otro
y golpeando a los m�s d�biles". �
Sin embargo, entrevistado ese mismo a�o, Robert Z. Lawrence se�al� que estos
"riesgos de la globalizaci�n hab�an sido exagerados" y que eso era
lo que hab�an querido enfatizar al usar el t�rmino globalifobia. �
*** �
Hasta entonces, el t�rmino no hab�a salido del medio financiero angloparlante.
Pero el bien relacionado Ernesto Zedillo s� supo c�mo hacerlo: retom� el t�rmino
e hizo historia en el Foro Econ�mico Mundial de Davos, el 27 de enero, cuando
ni el propio Clinton defendi� el libre mercado como lo hizo �l. �
Al participar en el debate sobre los disturbios de Seattle, el mexicano llam�
a los miles de manifestantes contra la OMC como globalif�bicos de pereza mental,
usando los argumentos de Brooking en frases que a la fecha no ha modificado.
�
"Una peculiar alianza ha surgido recientemente -defini� el ex presidente
en Davos-. Fuerzas de la extrema izquierda, de la extrema derecha, ecologistas,
sindicatos de pa�ses desarrollados y algunas que se autonombran representantes
de la sociedad civil, se est�n uniendo en torno a un prop�sito com�n: salvar
a la gente de los pa�ses en desarrollo... del desarrollo. Los participantes
de esta peculiar alianza est�n estrechamente unidos por su globalifobia. Cada
uno suele exponer fervorosamente y en ocasiones con cierto altruismo su propio
motivo para ser globalif�bico". �
World Link, revista de ese foro de empresarios, public� el 15 de marzo de
2000 que, con esta defensa, "Zedillo se hab�a ganado muchos aplausos".
Un a�o despu�s, Zedillo repiti� sus primeras palabras, incluyendo los puntos
suspensivos, en su art�culo de Forbes, publicado en marzo de 2001. �
Cuestionado aquel mes de marzo sobre el sentido de esta palabra, ya muy extendida
en M�xico, Alberto Arroyo -miembro de la Red de Acci�n Frente al Libre Comercio
y participante en el Foro Social Mundial de Canc�n- coment� que en las palabras
globalifobia y globalif�bico hab�a una trampa. �
"Con ese adjetivo te quieren descalificar llam�ndote globalif�bico, retardatario,
proteccionista, pero nuestra postura es que si por globalizaci�n se entiende
la interrelaci�n de los pa�ses, pues es inevitable. Y s�lo buscamos mostrar
que incluso nosotros somos una alianza continental, pero con propuestas alternativas
de globalizaci�n". �
Tambi�n en aquel mes, en M�xico se encontraba el l�der franc�s del movimiento
contra el libre mercado, el agricultor Jos� Bov�, quien en entrevista con
Proceso coincidi� con Arroyo, y coment� que desde su llegada al pa�s le hab�a
llamado la atenci�n esta palabra, que nunca antes hab�a escuchado. �
"Pero tenemos que saber contra qu� estamos luchando -dijo Bov�, a prop�sito
de la definici�n del t�rmino-, porque la �nica globalizaci�n que se nos propone
es la del mercado y su extensi�n a todas las actividades humanas. La agricultura
no tiene nada que ver en ese mercado, ni la educaci�n ni la salud ni todo
aquello que es derecho fundamental de las personas. Estamos a favor de otra
globalizaci�n, basada en la declaraci�n universal de los derechos humanos.
Esa es nuestra lucha". �
Globalifobia y globalif�bico no est�n a�n en el diccionario de la Real Academia
de la Lengua, y globalizaci�n fue apenas integrada en la m�s reciente edici�n,
publicada en octubre del 2001 ("f. Tendencia de los mercados y de las
empresas a extenderse, alcanzando una dimensi�n mundial que sobrepasa las
fronteras nacionales".) �
"Globalizaci�n", como "global" y todos sus derivados,
provienen de la palabra "globo", cuya primera documentaci�n en el
idioma espa�ol apareci� en la obra de Miguel de Cervantes Saavedra, Don Quijote
de la Mancha (II, XXIX), en el siglo XV. Y "globo", a su vez, lleg�
al espa�ol a trav�s del lat�n "globus", que significa "bola,
mont�n, grupo de gente". �
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