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Militarizadas, las maquiladoras en México, acusa
Klein: la rebelión zapatista, origen del movimiento antiglobalización
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 17 de mayo. La escritora y periodista Naomi Klein es la autora
de uno de los libros que más circulan entre los activistas del llamado
movimiento antiglobalización, No Logo, un pormenorizado documento
que detalla con testimonios y datos escalofriantes las consecuencias de las
prácticas de las multinacionales en los países ricos pero sobre
todo en los más pobres.
Klein, oriunda de Toronto, Canadá, explicó en una rueda de prensa
en el contexto del Foro Social Transatlántico, que cuando es-cucha las
palabras "libre comercio" le vienen dos imágenes a la cabeza: las "militarizadas"
maquiladoras del norte de México y los centros de reclusión de
migrantes que visitó en Australia.
"Esta nueva era de la globalización capitalista -afirmó-, en la
que después de la caída del Muro de Berlín se nos aseguró
que habría una integración universal con más justicia,
bienestar y sin barreras, es justo lo contrario: ahora nos vemos rodeados de
vallas inexpugnables, muchas de ellas no reconocibles con facilidad, como es
la política imparable de privatizaciones, que separa a la gente de los
recursos naturales y básicos para su subsistencia.
"Otra gran muralla de la globalización capitalista es la de la exclusión
social que condena a capas sociales, en algunos casos países enteros,
a la explotación laboral. Es-tas políticas no sólo afectan
a clases sociales o países enteros sino también a la integridad
de algunos continentes, como está pasando con Africa", afirmó
la periodista, quien elogia el movimiento antiglobalización porque pretende
mostrar a la sociedad las entrañas más incómodas del orbe.
Agregó: "En lugar de vivir en una aldea global, lo que tenemos es una
fortaleza global que crea herméticas murallas contra los migrantes, que
teje zonas de libre comercio altamente militarizadas, y el ejemplo más
claro de esto es el proyecto de Acuerdo de Libre Comercio de América
o el Plan Puebla-Panamá. Este es el futuro que nos ofrecen los gobernantes:
una globalización militarizada y que condena a la miseria a más
de las tres cuartas partes del planeta.
"Sin embargo, y a pesar de estas murallas virtuales, hay un nuevo movimiento
de resistencia que intenta hacer visible esta realidad que afecta a todo el
mundo, y eso lo han logrado en primer lugar los zapatistas, que se taparon la
cara para ser vistos", dijo la escritora, que además considera que el
"origen del movimiento antiglobalización no está en Seattle sino
en el primero de enero de 1994", en Chiapas.
En cuanto a la figura del subcomandante Marcos, Klein sostuvo que "él
sólo significa el último paso de los 500 años de resistencia
de los pueblos indígenas, representa una nueva estrategia de lucha que
no es contra un país o un ejército sino contra un sistema económico,
el neoliberal, que es otro tipo de fundamentalismo".
Para Klein hay un hecho reciente que refleja con nitidez lo que deberían
ser hoy los "retos revolucionarios": el día en que los zapatistas entraron
en marzo del año 2001 a la Cámara de Diputados, y agregó:
"Ellos no querían más poder ni reclamaban mayor control, lo único
que pedían eran menos poder y más autodeterminación para
poder controlar sus formas de vida".
En su obsesión por relatar las condiciones miserables que provocan estas
políticas neoliberales, Klein hizo una investigación en las maquiladoras
instaladas en el norte de México, donde constató que en pos de
la productividad se sometía a las personas a un régimen de disciplina
militar.
"Siempre que escucho las palabras 'libre comercio' pienso en dos cosas: las
maquiladoras que pude visitar en México, controladas con una vigilancia
casi militar con la intención de hacerlas más productivas, y los
centros de retención que he conocido en el desierto de Australia, donde
recluyen a los refugiados que detienen en los barcos que intentan alcanzar las
costas, repletas de personas procedentes de Irak, Afganistán y otros
muchos países. Esta es la globalización de murallas que debemos
cambiar."