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29 de mayo del 2002
Y la liberación continúa
Leonardo Boff
Servicio Informativo "alai-amlatina"
No son pocos los que se preguntan: ¿hasta qué punto camina la
teología de la liberación? No obstante el persistente control
por parte de las autoridades doctrinarias del Vaticano, ella continúa
viva en la Iglesias que tomaron en serio la opción por los pobres, contra
la pobreza y en favor de la vida y de la liberación. Marx no fue ni es
padre ni padrino de este tipo de teología. Ella nació como respuesta
al grito de los oprimidos y de los estertores de la Tierra. Al agravarse la
injusticia social y ecológica, ese grito se transformó hoy en
clamor. De ahí la permanente actualidad de la teología de la liberación
en los lugares donde los cristianos se rehusan a aceptar esa anti-realidad y
encuentran en su fe motivos poderosos para luchar contra ella, hombro a hombro
con otros.
En el ámbito de las Iglesias ella lanzó raíces en las cien
mil comunidades de base, en los miles y miles de círculos bíblicos
y en varias pastorales sociales. En estos espacios los cristianos aprenden a
confrontar páginas de la Biblia con páginas de la realidad y derivar
compromisos transformadores. En el ámbito de la sociedad, la teología
de la liberación ganó cuerpo en innumerables movimientos sociales,
como en los Sin Tierra, en algunos movimientos de negros, de indígenas,
de mujeres marginalizadas y otros. La así llamada Iglesia de la liberación
se presenta como una de las fuerzas que ayudó a fundar el Partido de
los Trabajadores y aún hoy le da substancia ética y espiritual
y le garantiza carácter popular.
Fenómeno relevante es constatar que ella penetró en el campo específicamente
político y contribuyó en la elaboración de una nueva ética
pública. Como si no bastase, hizo suscitar una mística de transformación
y de cuidado para con las cosas del pueblo, sin la cual las políticas
sociales corren riesgo de atorarse en el pantano del populismo y desembocar
en medidas pobres para los pobres.
Pude constatar tal hecho en los inicios de mayo cuando me correspondió
dar charlas y debates, la invitación de grupos de la Iglesia de la liberación
y del Gobierno petista de Jorge Viana en Acre. Estuve muchas veces en este Estado
en los años 70 y 80, pues ahí se instalaba uno de los ensayos
de Iglesia liberadora de los más consistentes bajo la animación
de la excepcional figura del obispo Moacyr Grecci y hoy continuada por Pe. Luiz
Ceppi, articulador inteligente entre fe, política y liberación.
Esta Iglesia no solo organizó una vasta red de comunidades eclesiales
de base sino que formó cuadros comprometidos con la realidad de los bosques.
Estos cuadros ganaron hoy la escena política, como el Gobernador Jorge
Viana, su hermano, el senador Tiao Viana, la cauchera y senadora Marina Silva,
el diputado federal y teólogo laico Nilson Mourao entre tantos otros,
de gran valor ético y político. Ellos implementan una política
democrática y popular, realmente inspirada en los ideales de la liberación.
No hay espacio para detallar los contenidos del proyecto político en
curso en Acre. Pero cabe resaltar dos características relevantes. La
primera, la creación de una metáfora fuerte que define la acción
política: "gobierno de los bosques" y "tierras forestales". El desarrollo
no se hará destruyendo los bosques, pero si preservándolos, extrayendo
de ellos su inconmensurable riqueza e integrando a quien la habita.
La segunda, es la de crear una verdadera mística de reinvención
de Acre que se apoderó de las mentes y corazones de sus operadores. Se
irradia una aura caritativa que impregna a todos, en un despojamiento ejemplar
de los símbolos de poder en función de los ideales de cuidado
con el bien común y de aproximación a la realidad cruda del pueblo.
Más importante que la teología de la liberación, es la
liberación concreta de los oprimidos. Tal evento es parte de la política
de Dios en el mundo, llamada, no Iglesia, sino Reino de Dios.
Leonardo Boff, teólogo