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13 de mayo del 2002
Secuestran y golpean a un defensor de derechos humanos en Guatemala
Antonio Cuesta Marín
Imaginemos por un instante, que un miembro de cualquier organización opuesta a Hugo Chávez (estoy hablando obviamente de Venezuela) se encontrara el pasado 3 de mayo frente al Palacio Presidencial manifestando su indignación y desacuerdo con la política del dirigente bolivariano.
Imaginemos que esta persona (trabajador afiliado al sindicato CTV o pequeño empresario perteneciente a FEDECAMARAS, que para el caso es lo mismo), tras haber asistido a la citada manifestación decide volver a su casa dando un paseo. Y que por el camino es interceptado por un grupo de hombres no identificados y armados, que le introducen a la fuerza en una camioneta de color negro y que le golpean brutalmente por todo el cuerpo, y le interrogan, y le siguen golpeando pero no le roban, le dejan su cartera, su reloj y sus documentos. Y que, finalmente, lo abandonan en el asfalto, para que sea auxiliado por los transeúntes y tiene que ser ingresado en el hospital debido a la gravedad de sus lesiones.
Y, puestos a imaginar, imaginemos que cinco días antes otro compañero suyo, también opositor a Chávez, hubiera sido acribillado a balazos en un restaurante de la capital y que un mes antes el hijo de un tercer opositor, hubiera sido atropellado por la policía bolivariana y después de este hecho hubiese desaparecido. Como si se lo hubiera tragado la tierra.
No hace falta tener mucha imaginación para visualizar los titulares de la prensa internacional al día siguiente, las amenazas del Departamento de Estado norteamericano, al retórico estilita Albiac (y su columna "la venganza del chimpancé" o algo por el estilo), al "trasnochado y abyecto Judas uruguayo", al "lamebotas" Castañeda, a la cohorte de tertulianos demócratas de profesión...
Pues bien, cambiemos Venezuela por Guatemala, el anónimo opositor por Domingo Yaxón, que es integrante de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA), y -obviamente- sus respectivas conciencias políticas y sociales (el primero, un demócrata convencido, convencido de que no hay más libertad que la libertad de mercado; y el segundo, un luchador por los derechos humanos, la dignidad de los oprimidos y defensor de la justicia social que tanto anhela y necesita el pueblo guatemalteco). Cambiemos todo esto (pues el resto de la historia permanece: Domingo Yaxón, el día 3 de mayo a eso de las 14:00 horas, después de haber participado en una manifestación frente a la casa presidencial y partir rumbo a su hogar, fue detenido, introducido en una furgoneta, golpeado, interrogado, abandonado y hospitalizado) y lancemos una vista a los periódicos, las agencias informativas, los comunicados de los diferentes gobiernos (en especial del estadounidense), las resoluciones de instituciones internacionales y ¿qué vemos?: nada.
¿Por qué año tras año Cuba es injustamente ultrajada en la comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra? ¿Qué legitimidad moral tiene el gobierno de Guatemala para votar a favor de la condena de Cuba en este foro? ¿Qué comisión internacional se ha formado para investigar la situación de los derechos humanos, y de quienes los defienden, en Guatemala? ¿Para qué sirven unos acuerdos de paz que no han sido cumplidos ni en un diez por ciento? ¿De quién y de qué hay que ser cómplice para poder vulnerar impunemente los derechos humanos y no salir perjudicado por ello?