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Recetas bancarias y principios neoliberales impiden mejoras de salud
José A. de la Osa
Cuba ratificó su posición ante las reformas de los
sistemas sanitarios que se realizan en el continente, y planteó que no
pueden obtenerse mejorías a la salud de la población con reformas
que respondan a recetas de los bancos, a principios neoliberales, a condiciones
que reduzcan el gasto en salud y lleven al debilitamiento del Estado y de la
salud pública en la conducción de los programas sanitarios.
Participación social
y comunitaria, elementos decisivos en el control del Aedes aegypti, tal como
demuestra la experiencia cubana.
La sesión plenaria inicial ayer de la Convención Internacional
Salud Pública 2002, dedicada a Impacto de las reformas del sistema
de salud en el control de las enfermedades infecciosas en América Latina,
contó con la intervención de los doctores Daniel D. López
Acuña (OPS-OMS), Paul Farmer y Arachu Castro (E.E.U.U.), Jorge Pérez
y Pedro Más Bermejo, de Cuba, quienes abordaron la situación de
los programas de inmunización en el continente, y el control de enfermedades
como el dengue, la malaria, la tuberculosis y el VIH-SIDA.
El doctor Carlos Dotres, ministro de Salud Pública, quien moderó
la mesa, puso de relieve que las actuales reformas neoliberales vienen comportando
los riesgos que llevan a un mayor empobrecimiento de la población y al
alejamiento al derecho a la salud de los pueblos, al riesgo de que se comercialice
la medicina y que el enfermo sea un cliente, la medicina una mercancía,
el médico un hombre de negocios y el proceso salud-enfermedad un proceso
de mercado.
Valoró por ello que los pilares de las reformas en salud, en el contexto
de nuestra América, tendrían que encaminarse a la garantía
de una concepción mayor de promoción y prevención para
lograr salud para todos; que la salud constituya un compromiso político
de los gobiernos en cualquier nivel y no una pieza de juego político;
formar recursos humanos listos para enfrentar las necesidades reales; y la necesidad
de encontrar soluciones que mitiguen la inequidad, la prevalencia de enfermedades
infecciosas y la malnutrición y la pobreza.
DENGUE EN LA MIRILLA
El científico cubano Gustavo Kourí alertó ayer que la situación
más seria con respecto al dengue en el mundo es la que existe en nuestro
continente, y citando datos de la OPS/OMS dijo que mientras en el 2001 se registraron
en América Latina y el Caribe 600 000 personas con dengue, solo en las
primeras 18 semanas del año en curso se ha reportado ya casi medio millón
de casos.
Con visión epidemiológica, clínica e investigativa, los
diez panelistas que intervinieron en el Simposio sobre dengue, que ocupó
la sesión plenaria de la tarde, abordaron diversas aristas de esta enfermedad
y de su peligroso vector, el Aedes aegypti; se expuso la estrategia cubana en
el desarrollo de una vacuna contra el dengue y también las experiencias
de la etapa intensiva para el control del vector, librada exitosamente durante
70 días en Ciudad de La Habana.
Es criterio generalizado que sin una activa participación comunitaria
y un apoyo de todos los sectores de la sociedad, sustentado en una efectiva
y verdadera voluntad política, el control sostenible del dengue es imposible.