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Bush nunca ha dejado de agradecer a la mafia de Miami el ser Presidente
Expresó Ricardo Alarcón en la Mesa Redonda Informativa de ayer
Joaquín Rivery Tur
El presidente George W. Bush parecía no tener ninguna otra cosa con qué
ayudar a su hermano Jeb en el Miami mafioso que volver a atacar a Cuba con las
mismas armas melladas de siempre en los momentos en que está acosado
por su incapacidad para frenar los actos terroristas en Estados Unidos y como
celebración de la implantación del neocolonialismo en Cuba el
20 de mayo de 1902.
Bush y Jeb en Miami: "Con estos muchachos tenemos aseguradas las
elecciones".
El discurso matutino de ayer fue enfocado en la Mesa Redonda por Reinaldo Taladrid, de la Televisión Cubana, para recordar que se produjo en la Casa Blanca teniendo como auditorio nada menos que a los congresistas de la ultraderecha Lincoln Díaz Balart e Ileana Ros Lehtinen, y a representantes de la mafiosa Fundación Nacional Cubano Americana como Jorge Más Santos, un patrocinador de los actos terroristas que nunca ha sido perseguido en Estados Unidos.
Taladrid añadió que estaba también el famoso Pepe Hernández, dueño del fusil que fue ocupado en la embarcación que se preparaba para un atentado a Fidel en la isla Margarita, y había otra fauna similar de la rama más reaccionaria del anticubanismo.
Estaban allí para recibir dinero, dijo, porque ellos primero dan dinero para las campañas electorales y luego, cuando los favorecidos llegan al gobierno, son retribuidos. No olvidemos que los Bush son los candidatos que más dinero han recibido de parte de la ultraderecha contrarrevolucionaria entre todos los políticos norteamericanos que se han alimentado de la misma fuente, recalcó.
El mismo Presidente, detalló, había dicho ya antes que hará todo lo que pueda para que su hermano Jeb sea reelegido gobernador de la Florida, cargo que está en juego en noviembre.
Bush citó a próceres de la independencia cubana, pero olvidó, y el periodista de la televisión Eduardo Dimas se lo recordó, que los que encabezaban la lucha eran consecuentes antimperialistas, entre los cuales se encontraba Antonio Maceo, por no decir ya nada de Martí, también citado cínicamente por el inquilino de la Casa Blanca. Dimas indicó que con el nacimiento de aquella República estuvo también la Enmienda Platt, cuyo significado es muy bien conocido y a la cual todavía le debemos la usurpación del territorio nacional con presencia de la base naval de Guantánamo. La independencia definitiva de Cuba no llegó el 20 de mayo de 1902, sino el 1ro. de Enero de 1959, afirmó.
Randy Alonso, el moderador de la Mesa Redonda, hizo hincapié en que no solo Bush pronunció el discurso en Washington, sino que también voló a Miami para recrearse en el mismo estiércol.
Lázaro Barredo, por su parte, indicó que fue un discurso de siete páginas y otro de cinco, pero mencionó la palabra "libertad" más de 50 veces e hizo planteamientos que provocaron el regocijo de la mafia de Miami, pero se trató de frases hechas y repetidas y uno de los personajes de Miami, Domingo Moreira, llegó a decir que si ellos hubiesen escrito los discursos, los hubieran hecho iguales.
La esencia de lo planteado por Bush no estuvo muy alejada de lo de siempre, afirmó. Lo llamó "Iniciativa para una nueva Cuba", aunque realmente hubo reiteración con el mismo palabrerío eterno, comentó Rogelio Polanco, director de Juventud Rebelde. Realmente, Estados Unidos ya no tiene de qué agarrarse para justificar su política hacia nuestro país.
Pretextos ya no les quedan, señaló, pero se aferran al tema de "los derechos humanos" y ese fue precisamente el primer punto mencionado por el mandatario para tratar de explicar el mantenimiento del criminal bloqueo y otras medidas anticubanas. Esa es la hoja de parra con la que se tapa.
Para Renato Recio, del periódico Trabajadores, se trata de un compendio de retórica vacía, pero también una amenaza de que se va a oponer a cualquier medida que elimine el bloqueo. Como Bush exigió para Cuba "elecciones libres", Renato citó, como contraste, un informe oficial, según el cual 75 millones de personas, que pueden votar en Estados Unidos, no lo hicieron en los comicios pasados y esa actitud es asumida fundamentalmente por las capas de menores ingresos. Solo un 49 por ciento ejerció el derecho al voto en las elecciones del 2000.
Personalidades norteamericanas fueron citadas por Randy, como Bernard Aronson, ex subsecretario de Estado, quien consideró que nada de lo planteado debe sorprender a quien ha seguido la carrera política de Bush.
Bush de nuevo amenazó con "fortalecer" la radio y la televisión mal llamadas Martí, con "explorar" caminos para ello, pese al fracaso, a los escándalos por malos manejos y a las opiniones en contra de este proyecto sin resultados, comentó Barredo.
Christopher Dodd, legislador demócrata, citado por el moderador, consideró que la política oficial hacia Cuba era rehén de un pequeño grupo de personas, mientras el señor Otto Reich, que acompañó a Bush a Miami a su discurso del 20 de mayo, volvió a insistir en que el Gobierno no levantará el bloqueo.
El bloqueo fue el centro de las palabras de ayer de Bush, y Rogelio Polanco señaló que hubo varias referencias a ello, tantas, que tuvo que decir en un momento que el bloqueo no era un objetivo sino la "libertad" para el pueblo cubano. Lo que solicita el mundo en la ONU y cada vez más amplios sectores de la sociedad norteamericana, no cuenta, dijo.
Hay un comité de ambos partidos —integrado por unos 40 congresistas—, informó Taladrid, que está reclamando eliminar las restricciones de viajes a Cuba, eliminar otras medidas anticubanas que perjudican a empresarios norteamericanos. Incluso numerosos periódicos están reclamando posturas similares.
Un grupo de senadores demócratas, añadió el periodista de la televisión, al analizar las palabras de Bush ayer, declaró que el Presidente perdió la oportunidad de cambiar por fin la política hacia Cuba, mientras otro grupo anunció audiencias en el Congreso para levantar las restricciones de viajes a Cuba.
Taladrid consideró que lo sucedido ayer va contra el pueblo norteamericano, contra el contribuyente que paga una buena parte de sus ingresos, que en definitiva va a parar a manos de esos grupos de anticubanos en Miami. Las posiciones de Bush van contra los estados agrícolas que necesitan aumentar sus exportaciones.
Esa política, enfatizó, también va contra los empresarios norteamericanos, como reconoció uno de ellos, que insistió en que el bloqueo perjudica a las compañías de Estados Unidos, pues les impide el acceso a un mercado vecino, va contra el ciudadano corriente que desea viajar a Cuba y que en un 63 por ciento se opone a esa prohibición y va incluso contra el 79 por ciento de los habitantes procedentes de Cuba, según una encuesta publicada por el diario español El País.
Para Dimas, es pura subversión el hecho de que Bush haya anunciado la ayuda en dinero a grupos y organizaciones en Cuba. Lo mismo de siempre.
Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, aclaró que cada donación para cualquier grupo en Cuba tiene que ser aprobada una por una en consulta con el Departamento de Estado, lo que define bien que se trata de dinero del Estado norteamericano.
Incluso, añadió Alarcón, Vicky Huddleston, la representante norteamericana en La Habana, declaró al Miami Herald que el dinero oficial de Washington iba a llegar a los grupúsculos contrarrevolucionarios en Cuba.
Alarcón, un gran conocedor de la política estadounidense hacia Cuba, observó que en el discurso del mandatario norteamericano se incluye la utilización de organizaciones religiosas que considera "legítimas" para emplearlas en la distribución de dinero a los grupúsculos, y ello implica que el gobierno de Estados Unidos se está tomando el derecho de decir cuáles de esas organizaciones son legítimas y cuáles no.
Recalcó que Bush nunca ha dejado de agradecer a la mafia de Miami el ser Presidente de Estados Unidos gracias a las ilegalidades que cometieron en las elecciones. Él sabe que tiene que mostrar su gratitud, subrayó, porque pudiera el día de mañana necesitar que se repita la gracia electoral en Miami, donde lo más sobresaliente fue la cantidad de ciudadanos a los que no se les permitió llegar a las urnas o que no se les contó el voto, y la mayoría de los cuales eran negros.
Ironizó diciendo que fue un acto de gran valentía de Bush ir a Miami a hablar de que en Cuba hay fraude, cuando la Comisión de Derechos Civiles fue la que llegó a la conclusión de la discriminación de los negros en Miami. Realmente —aclaró Alarcón— Bush está anunciando que va a volver a la carga, a realizar un fraude, en próximas ocasiones, para que su hermanito resulte elegido como lo fue él.
También denota arrojo de Bush, dijo sarcástico el Presidente del Parlamento cubano, el hecho de reunirse con sus amigos terroristas en un momento en que se efectúa la llamada gran batalla contra el terrorismo en Estados Unidos. En el acto de Miami estaban algunos connotados terroristas que proclaman su esencia violenta y firmaron junto con Orlando Bosch un comunicado en el que se arrogan el derecho a continuar empleando la violencia contra Cuba.
En un famoso banquete de 25 000 dólares el cubierto para recaudar fondos para las elecciones legislativas de noviembre van a estar principalmente los mafiosos de la Fundación, expresó Alarcón, y añadió que debe ser difícil para Bush y su hermano explicar que él recibe dinero de la misma bolsa de donde lo reciben los terroristas como Posada Carriles, cuya defensa es enfrentada financieramente por la misma Fundación presente en el banquete.
Alarcón se preguntó cómo Bush y su hermano van a explicar al mundo que ellos reciben dinero de la misma bolsa que financia a los peores terroristas de este hemisferio.
Con esa presencia en Miami, Bush está realmente desafiando al pueblo norteamericano, aseveró Alarcón. Y a eso se añade su afirmación de que no va a levantar el bloqueo ni va a eliminar las prohibiciones de viajar a Cuba a pesar de la creciente opinión del Congreso contra esas restricciones. Lo que expresó, solamente podría pronunciarlo en Miami, señaló Alarcón, no podría hacerlo, por supuesto, en los estados agrícolas que quieren comerciar con Cuba.
Alarcón también llamó la atención de que asistieron al acto de Miami el 20 de mayo terroristas condenados por un tribunal norteamericano —Dionisio Suárez Esquivel y Virgilio Paz Romero—, que participaron en el atentado al ex canciller chileno Orlando Letelier y a su secretaria Ronnie Moffit en el mismo corazón de Washington. Fueron condenados por un tribunal norteamericano por terroristas, recordó, hasta que recobraron su libertad el año pasado por decisión ejecutiva. Son la gente que aplaude a Bush.
Esto —dijo— es parte de todo un conjunto de pasos que está dando el Gobierno norteamericano y merece un análisis más de fondo.
Recordó que cinco hermanos nuestros están presos en Estados Unidos por combatir el terrorismo que allí se practica abiertamente contra Cuba. Ellos están sufriendo las condiciones más indignantes después de un proceso judicial que no tuvo fundamento alguno.
En la sentencia a René González, expresó, hay un párrafo que, luego de la condena a 15 años, le impone que deberá estar bajo un régimen especial después de cumplida la injusta condena, mediante el cual se le prohíbe relacionarse o acercarse a lugares específicos visitados por grupos terroristas o violentos. Es decir, le advierten a René que no puede importunar a esos terroristas, que son los amigos del gobierno norteamericano y que ellos mismos admiten que existen y no toman medidas para erradicarlos.
Finalmente, Alarcón comentó la muerte de un soldado norteamericano en Afganistán, donde se supone que combatía el terrorismo, mientras su gran jefe, el Presidente, se reunía con connotados terroristas y ni siquiera hacía mención en su discurso a ese hecho. Toda una lección, concluyó.
Publicado 21-05-2002