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INTERVENCIÓN DEL VICEPRESIDENTE DEL CONSEJO DE ESTADO Y SECRETARIO DEL COMITÉ EJECUTIVO DEL CONSEJO DE MINISTROS, COMPAÑERO CARLOS LAGE DÁVILA, EN LA II CUMBRE UE / AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE.
Las maniobras de EE.UU. contra Cuba son parte del intento de justificar el bloqueo, y lo que es todavía más grave, de crear las condiciones que justifiquen un acto de guerra
El Presidente Fidel Castro no ha podido asistir. La presencia en Cuba todavía
del ex presidente Carter y sobre todo la batalla por desnudar, una vez más,
las mentiras del Gobierno de los Estados Unidos se lo han impedido.
Un Subsecretario de Estado ha acusado a Cuba de producir y transferir armas biológicas. Una mentira completa. Esta acusación, el empeño por que Cuba sea condenada cada año en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra, la próxima inclusión de Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo, arbitraria calumnia, y el anunciado discurso de Bush el próximo lunes para endurecer la política contra Cuba son parte del intento de justificar el bloqueo contra Cuba, y lo que es todavía más grave, de crear las condiciones que justifiquen un acto de guerra contra Cuba.
El señor Bolton ha declarado que si Cuba sigue produciendo armas de destrucción masiva puede convertirse en blanco de los Estados Unidos. Denunciamos estas maniobras y a la vez proclamamos que no será cerrado un solo laboratorio en Cuba y seguiremos produciendo medicamentos y vacunas.
Las tres cuartas partes de la inversión extranjera directa se dirigen a los países más ricos, donde vive solo un sexto de la humanidad y muy pocos de los hambrientos. En América Latina la tercera parte de la que llega se dedica a adquirir propiedades ya existentes.
El problema de la deuda sigue sin resolverse. América Latina ha pagado más de lo que debía en 1991 y debe ahora más que entonces. La ayuda oficial al desarrollo se ha reducido en cantidad y efectividad.
Los condicionamientos que se imponen por las instituciones financieras internacionales y los países desarrollados para conceder préstamos y ayudas son cada vez mayores, llegándose a situaciones para nosotros incomprensibles, como por ejemplo, que se bloqueen los fondos de cooperación para Haití, el país más pobre de nuestra región.
Las recetas del FMI de obligatorio cumplimiento para recibir préstamos han reducido los gastos de salud y educación, sin dar solución a los problemas de desarrollo. Sin educación y sin cultura no solo no hay desarrollo, sino que no hay libertad posible.
Si sumamos el pago de la deuda, los efectos de la existencia de una moneda dominante, el éxodo de personas calificadas, la volatilidad de los mercados, y restamos la inversión extranjera directa, la ayuda oficial al desarrollo y otras fuentes, podemos concluir que los países de América Latina son exportadores netos de capital hacia los países más ricos.
Estas son las causas de las emigraciones crecientes, cada vez más desordenadas. Los países desarrollados refuerzan las medidas para contener a los inmigrantes.
En algunos casos como en la frontera de Estados Unidos con México se llega al extremo de levantar un muro donde mueren más de 300 latinoamericanos cada año, la mayoría de ellos mexicanos. En algunos casos asesinados por grupos de cazadores. Por otra parte, el 20% de los profesionales y técnicos que se gradúan, emigran cada año desde los países de América Latina a los más desarrollados, perdiéndose esa fuerza técnica sin recibir nada por los más de 20 mil dólares que cuesta la formación de cada uno de ellos.
Algunos países de Europa y Estados Unidos tienen, por otra parte planes concretos para contratar en nuestros países enfermeras, maestros, técnicos en informática y otros profesionales que necesitan.
Por último, Cuba condena el terrorismo del cual hemos sido y somos víctima, pero también condena la guerra. Ya ha concluido la guerra de Afganistán. Ahora se amenaza a otros países. Los amigos del Gobierno de Estados Unidos, que creo son todos los que están aquí menos nosotros, debieran explicarle que el mundo no se divide entre los que están con Estados Unidos y los que están con el terrorismo, y aconsejarle que las guerras no son la solución. Las guerras cobran vidas de civiles inocentes, agudizan la pobreza, y generan odios y resentimientos, fenómenos que, entre otros, están en las raíces del terrorismo, que entonces se multiplica en lugar de desaparecer.
En un mundo con 1 200 millones de pobres, 211 de ellos en América Latina; es una locura, un crimen y una flagrante violación de los derechos humanos invertir 800 mil millones de dólares en armas.
Estos problemas tienen solución si tomamos conciencia de ello, si comprendemos que las medidas hasta hoy adoptadas no son suficientes, si el espíritu que anima esta reunión se fortalece, y si no nos olvidamos que cada día mueren en el mundo de enfermedades curables tantos niños como las personas fallecidas el 11 de septiembre en Nueva York.
Europa ha dado un ejemplo al mundo con su integración, tiene la posibilidad ahora de contribuir a la solución de los problemas del mundo en los cuales tiene también responsabilidad.
La alianza estratégica entre Europa y América Latina debe abordar a fondo estos problemas para que sea una esperanza.
Muchas gracias.