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8 de mayo del 2002
Declaración del MOIR
Condenamos el vil asesinato de Froylán Peláez
www.moir.org.co
Entre la gente de bien cuyas vidas son segadas en medio de la enrevesada
violencia que azota a Colombia, resaltan aquellos que dedicaron por entero su
mente y energías al servicio de los intereses del pueblo y la nación.
El compañero Froylán Peláez Zapata, vilmente asesinado
ayer en Medellín cuando se disponía a iniciar su cotidiana y laboriosa
tarea de educador, era uno de ellos. De allí que para nuestro partido,
en cuyas filas militó desde su juventud, y para las masas del magisterio,
junto a las cuales luchó durante tres décadas, la suya sea una
pérdida mayor, una pérdida cuya magnitud es equivalente a la gran
riqueza revolucionaria que alentó su vida.
Froylán Peláez, al igual que centenares de militantes del MOIR,
era un heraldo de la política de resistencia civil que hemos planteado
en procura de la soberanía económica y política que saque
a la nación de la crisis sin precedentes que hoy soporta. Durante más
de una década hemos reiterado que esa soberanía es condición
sine qua non para la salvación nacional y durante esos mismos años
los sucesivos gobiernos de Gaviria, Samper y Pastrana la supeditaron contumazmente
a los intereses imperialistas de los Estados Unidos, ocasionando ruina al país
y pobreza y miseria a la mayoría de la población. Como, no obstante,
diversos candidatos presidenciales, luego de pedir personalmente el aval de
Washington, aceptan esa política de subordinación --empezando
por consentir la apertura neoliberal empacada ahora bajo el ALCA-- el compañero
Froylán Peláez desarrollaba entre los educadores la brega por
difundir nuestra posición de resistencia a tal designio.
Asesinarlo cuando se dedicaba a esa revolucionaria brega no puede ser sino obra
de fuerzas tenebrosas. Ante todos los trabajadores y las personas honestas,
demócratas y patriotas que conforman la columna vertebral de la nación
y son la savia y el firme soporte de nuestra política, los moiristas
denunciamos y condenamos con vigor este atroz crimen, convencidos de que entre
ellos la memoria de Froylán Peláez no sólo estará
bien resguardada sino que por ellos mismos será reivindicada.
Comité Ejecutivo Central del MOIR
Bogotá, mayo 7 de 2002