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CARLOS
MUGICA - ANIVERSARIO de su MARTIRIO
(11 de mayo de 1974 - 11 de mayo de 2002)
"Nada ni nadie me impedirá
servir a Jesucristo
y a su Iglesia,
luchando junto a los pobres
por su liberación.
Si el señor me concede
el privilegio que no merezco,
de perder la vida
en esta empresa,
estoy a su disposición."
Padre Carlos Mugica
Amigas y Amigos, Compañeras y Compañeros, Hermanas y Hermanos:
Este sábado 11 de mayo de 2002 se conmemora el aniversario del asesinato
de Carlos Mugica. Su recuerdo es un agite a nuestra memoria y una recuperación
de una herencia rica en palabras y praxis de Carlos.
El sábado a las 11:00 hs. de la mañana se dará el nombre
de Carlos Mugica al espacio del parque frente a la parroquia San Juan Bautista
el Precursor y cuyo párroco es Domingo Bresci. La Parroquia esta frente
a la Avenida General Paz entre la Av. Constituyentes y Ricardo Balbin.
Así mismo, como otros años se celebráran misas en: en la
parroquia Cristo Obrero del barrio de Comunicaciones en la Villa 31 de Retiro
el sábado 11 a las 17 horas y el domingo 12 a las 11 horas. en la parroquia
de San Francisco Solano ese mismo sábado a las 20 horas.
Se pide por favor su difusión. AGRUPACION LA DIGNIDAD REBELDE
¿Quién fue el padre Mugica?
© 2001 Lidia Ana Arabian
Todos los derechos reservados
Editado en Buenos Aires, Argentina, Marzo de 2001
Introducción
"Nada ni nadie me impedirá
servir a Jesucristo
y a su Iglesia,
luchando junto a los pobres
por su liberación.
Si el señor me concede
el privilegio que no merezco,
de perder la vida
en esta empresa,
estoy a su disposición."
Mujica, 1971.
A más de veinticinco años de su muerte, la figura del padre Carlos
Mugica, continúa generando opiniones encontradas y polémicas,
ya que, mientras para algunos fue un santo sin altar, otros lo tildan de subversivo
y lo asocian a la ola de violencia desatada en Argentina (como también
en toda Sudamérica) como partícipe de esa realidad. Posiblemente,
juicios tan divergentes sobre la figura del sacerdote, hayan sido generados
por el mismo padre Carlos Mugica, un hombre que no conoció términos
medios, dueño de un temperamento impulsivo y una urgencia por cumplir,
sin demoras ni retaceos, las enseñanzas evangélicas, actitudes
ambas que, posiblemente, lo condujeron a mostrarse, siempre, de cara a lo hechos
aún a riesgo de equivocarse, sin conformarse con la simpleza de "hacer
lo correcto" ni pretender conformar a sus semejantes.
Decidido partidario del "aggiornamiento" de la Iglesia, creía
visualizar como única misión social la salvación y evangelización
del hombre a través de la enseñanza de Cristo, pero dirigida no
sólo a su alma sino también a su realidad concreta y cotidiana.
Muy probablemente, Mugica adhiere al Movimiento Peronista y a la figura de su
máximo líder, el General Perón, por quien parecía
mostrar una especial admiración, por considerar ésa, una instancia
histórica a la que tenía que acceder todo hombre de bien para
mirar las cosas desde el lado de los pobres y así mostrar el amor a sus
hermanos, enarbolando la bandera de la justicia social.
Reseña de su vida.
Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe nació
el 7 de octubre de 1930, en la ciudad de Buenos Aires, siendo el tercer hijo
de una numerosa familia compuesta por el matrimonio de Carmen Echaüe-hija
de terratenientes adinerados de Buenos Aires y Adolfo Mugica-fundador del Partido
Conservador por el cual fue diputado durante el período 1938-42 y, posteriormente,
Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno del Presidente Arturo Frondizi,
en 1961. Conformaban la familia, seis hermanos más.
Es habitual leer, en sus escritos, afirmaciones de Mugica sobre el hecho de
que durante su niñez y adolescencia, desconocía totalmente el
mundo de los pobres. Además, curiosamente, fue el único de los
siete hermanos que no estudió en un colegio religioso. Cursó el
ciclo primario en la escuela Cinco Esquinas(Libertad y Quintana), el secundario
en Colegio Nacional Buenos Aires, donde por problemas de conducta debió
rendir tercer y cuarto año en el Instituto Libre de Segunda Enseñanza,
según comentarios, en ese momento comenzó a tomar conciencia de
su capacidad intelectual, finalizando en el Colegio Nacional Buenos Aires sus
últimos años de carrera ya con "excelentes calificaciones
y maduro proceder". En este momento de su vida ya se manifestaba con gran
aptitud deportiva, destacándose en fútbol-del que era un apasionado,
tenis, natación y boxeo. El cine también constituía otra
de sus grandes pasiones, mostrando especial preferencia por Buñuel y
Passolini. Ya en 1949 comienza en la Universidad de Buenos Aires sus estudios
de Derecho(durante dos años)y, allí, entabla gran amistad con
Roberto Guevara Lynch, uno de los cinco hermanos el " Che" Guevara,
con quien inició una amistad que se prolongaría con el tiempo
y cuyo basamento más firme sería la admiración de ambos
por el mítico guerrillero (años más tarde cuando éste
fue abatido en la selva boliviana, ambos viajarían simultáneamente,aunque
cada uno por su cuenta al país limítrofe para pedir a las autoridades
la entrega de los restos mortales del "Che"). Aproximándose
el Año Santo, decide viajar con varios sacerdotes y con su íntimo
amigo, Alejandro Mayol, a Europa donde comienza a madurar su idea de ingresar
en el seminario, algo que concretará ya para 1952.
En el Seminario de Villa Devoto no se manifestó como un rebelde sino
como gran afecto a la oración mostrando una profunda religiosidad. A
este respecto, el Padre Eduardo de la Serna, alguien que lo conoció muy
bien y aún hoy continúa resaltanto su especial admiración
hacia Carlos Mugica, destacó que en "su religiosidad individualista"
fiel al slogan "Salva tu alma", algo característico de Carlos
fue que |siempre tuvo tendencia hacia la escrupulosidad, acotando la importancia
de destacar, en su historia personal, que a fines de 1954 comenzó a colaborar
pastoralmente con el padre Iriarte en las misiones a conventillos y casas de
la parroquia Santa Rosa de Lima, de la que éste era párroco. Opina
que su acercamiento e intención de llegar a esta gente lo marcaría
–meses más tarde-de modo definitivo, "... el reconoció haber
participado del júbilo orgiástico de la oligarquía por
la caída de Perón."
El Padre de la Serna comenta que Carlos le contó que una noche yendo
al conventillo como de costumbre, tenía que atravesar un callejón
medio a oscuras y de pronto bajo la luz muy tenue de una única lamparita..."vi
escrito con tiza y en letras muy grandes:" Sin Perón no hay Patria
ni Dios. Abajo los cuervos". La gente humilde estaba de duelo, y si la
gente humilde estaba de duelo, entonces yo estaba en la vereda de enfrente".
Sobre este acontecimiento, su hermana menor, Marta, comentó en ocasión
de recibirme en su casa, hace un par de meses y café de por medio,"...
Carlos se preguntó quién era él frente a ese cartel, y
entonces dijo ¿de qué lado estoy yo? y allí se empezó a
plantear la tarea del seminarista, recordó haber encontrado a la gente
muy acongojada, prácticamente aplastada por la tristeza y se sintió
responsable de la situación, él consideraba que siendo miembro
de la iglesia a la que se le atribuía la caída de Perón
debía asumir su parte. Cuando salió a la calle, cuenta que aspiró
en el barrio el dolor y la tristeza..". " La gente humilde estaba
de duelo...y si la gente humilde estaba de duelo, entonces yo estaba descolocado,
yo estaba en la vereda de enfrente...Cuando volvía a casa, a mi mundo
que en esos momentos estaba paladeando la victoria, sentía que algo de
ese mundo ya se había derrumbado. Pero me gustó."
La primera obra que escribe este "cura rubio" es en noviembre de 1957,
se trata del católico frente a los partidos políticos y la produce
para la revista del Seminario. Su compromiso con los pobres se va acentuando
y comienza a integrar grupos misioneros en diferentes puntos del interior del
país. Tras ocho años de estudios, es ordenado sacerdote el 21
de diciembre de 1959. Acompañando a su antiguo párroco, ya obispo
de Reconquista, al Chaco, descubre y vivencia el subdesarrollo y la pobreza
en su máxima expresión,(Para el padre De la Serna este hecho constituyó
un shock para su vida". Ya de regreso en Buenos Aires, entre los años
1960 a 1963, estuvo cumpliendo funciones al servicio del Cardenal Antonio Caggiano,
quien-a su vez-lo destinó como vicario cooperador a la parroquia Nuestra
Señora del Socorro, en Barrio Norte, además de asesor de la Juventud
de Acción Católica, en su ex colegio Nacional Buenos Aires y entre
los universitarios de Medicina y Ciencias Económicas de la Universidad
de Buenos Aires(oportunidad en la que participó de las jornadas de "Diálogo
entre Católicos y Marxistas"-18/10/65, en la sede de Filosofía
y Letras).
En la misma época fue solicitado por la escuela "Paulina de Mallinkrodt",
en la villa miseria del barrio de Retiro, para cumplir funciones de Capellán
y, coincidentemente, comenzó a desempeñarse como profesor de Teología
en la Universidad del Salvador, en las Facultades de Psicopedagogía y
de Derecho. Por ese entonces, asimismo, se le solicitó la predicación
de una homilía semanal en Radio Municipal. Hombre totalmente comprometido
con su vocación y la realidad del país, sus declaraciones jamás
pasaron inadvertidas, ni siquiera en los principios de su actuación sacerdotal.
" Citando una declaración del episcopado argentino, Mugica señala
que...el voto consciente presupone conocer...los principios doctrinarios de
los programas y dirigentes políticos, sus definiciones sobre la familia,
sobre los derechos paternos de la educación de los hijos, sobre la libertad
de enseñanza, sobre la libertad de asociación y sindicación,
sobre el respeto a los derechos y libertades de la iglesia".
Permanentemente crítico, tiempo después, comenzó a tener
problemas entre la feligresía que consideraba se metía demasiado
en política, lo que motivó que muchas personas pidieran su traslado
, pedido al que Mugica accedió solicitándoselo personalmente al
Cardenal Caggiano:"Creo que la misión del sacertode es evangelizar
a los pobres ...e interpelar a los ricos. Y bueno, llega un momento en que los
ricos no quieren que se les predique más, como sucedió...en el
Socorro cuando me echaron (porque)las señoras gordas le fueron a decir
al párroco que yo hacía política en la misa".
Más tarde el padre Carlos pasó a desempeñarse como vicario
en la parroquia Inmaculada Concepción de María, en la calle Independencia.
Todo su entorno deseaba, para el padre Carlos, una vida acorde al nivel de la
clase social a la cual pertenecía, transitando una carrera eclesiástica
en constante ascenso, acompañada de las dignidades y cargos importantes
correspondientes, en ese momento la amistad de su padre Adolfo con el entonces
arzobispo de Buenos Aires, cardenal Antonio Caggiano, sería el primer
paso en ese rumbo. Así fue que para comienzos de 1960, el Cardenal le
propone a un Carlos Mugica recién consagrado, desempeñarse como
uno de sus secretarios en la curia. Sin duda esta designación favorecería
mutuas conveniencias pues el doctor Mugica se beneficiaba brindando a su hijo
la posibilidad de una carrera eclesiástica y, el jefe máximo del
arzobispado porteño se aseguraba contar con la venia del poder político
teniendo a su lado a un familiar directo de un personaje público muy
influyente para la época. Nuevamente este cura inquieto sorprendió
a propios y ajenos comunicándole al cardenal su deseo de pasar un año
junto al recién designado obispo de Reconquista, monseñor Iriarte,
con quien cumplió tareas de evangelización en los conventillos
de la ciudad, asegurando que, luego de cumplir con esa etapa de misiones rurales
en el Chaco Santafecino no iba a tener inconvenientes en tomar el cargo que
se le ofrecía. Para Carlos Mugica, su trabajo pastoral en esa región
miserable iba a convertirse en la segunda experiencia determinante de su vida.
Nuevamente en Buenos Aires, su presencia y participación en la Juventud
de Estudiantes Católicos(JEC) resultó muy atractiva para esos
jóvenes que participaban y que lo tomaron como referente. Fue en esa
instancia que conoció a Gustavo Ramus, Abal Medina y Mario Firmenich,
futuros fundadores de la organización armada peronista "Montoneros".
Con ellos participó en una misión rural en Santa Fe, a mediados
de la década del sesenta. Hubo, en aquella experiencia dos frases que
marcaron a fondo al padre Carlos, según comentarios de colegas como los
sacerdotes, De la Serna, Faraone y Farinello. Estas eran repetidas con frecuencia
por el "cura rubio" respecto de una viejita que le hablaba a una misionera
..."A mí, qué me vienen a hablar de dios si me estoy muriendo
de hambre", y un hachero que comentó"...yo soy la alpargata
del patrón" . Según afirmaciones de los futuros guerrilleros"...Allí
Mugica tomó partido por la lucha armada, aunque eso parece contradecir
frases anteriores del p.Carlos y la distancia que empezó a existir entre
uno y otros a partir de esta experiencia misionera. "Señor, quiero
vivir desde ahora en adelante como un hombre libre. Quiero recordar, de una
vez y para siempre, que mi futuro está en tus manos y que tú eres
mi Padre. Y cuando me asalte el temor, el desaliento y la desconfianza, recuérdame
Dios mío que estás junto a mí, y que los hijos de mi vida
están en tus manos, manos de padre, manos de amigo, que nunca me dejarán
en la estacada."
En la Facultad de Derecho, fue muy notable su enfrentamiento con el entonces
titular de la cátedra de Derecho Agrario, José Alfredo Martínez
de Hoz, años más tarde Ministro de Economía de la nefasta
dictadura militar argentina, encabezada por el entonces General Videla(Marzo
de 1976). Además, su evidente y públicamente encendida defensa
del peronismo, y la frecuencia con que citaba en sus discursos a personajes
como el Che Guevara, Camilo Torres , Mao y otros, le produjo a Mugica frecuentes
y serios choques con el entonces Arzobispo, Juan Carlos Aramburu.
En el año 1967 viajó, en nombre de monseñor Podestá
(perteneciente a la diósesis de Avellaneda) para interesarse por la suerte
de los prisioneros el ELN (Ejército de Liberación Nacional) detenidos
tras la muerte del "Che"(entre ellos se encontraba Regis Debray) y
para reclamar el cuerpo del mítico guerrillero, viajando luego a Europa,
había decidido interrumpir toda actividad por un año dirigiéndose
a París para estudiar, en el Instituto Católico, Epistemología
y Semiología, Doctrina social de la iglesia, y Comunicación social
y Teología pastoral con los dominicos Chenu y Blanquart. Instalado en
París, en el pensionado religioso de la Rue Madame, estrechó sus
relaciones amistosas con otros sacerdotes argentinos como Concatti y Brascelis
y fue directo espectador de los sucesos del "Mayo francés"
de 1968. Posteriormente, gracias a los oficios de su padre, viajó a España,
allí visitó al General Perón. En ese interín, al
haber estado en el estadio de Glasgow(Escocia) presenciando el partido por la
copa Intercontinental entre su Racing tan querido y el Celtic de esa ciudad,
conoció a J.W. Cooke, delegado personal de Perón, con quien viajó,
en secreto, a Cuba, viviendo una experiencia de diez días y con pasaporte
falso.
Fue en París, donde Carlos Mugica tomó conocimiento por carta,
de la existencia (es el Nacimiento del MSTM) del Movimiento de Sacerdotes para
el Tercer Mundo y automáticamente envió su adhesión incondicional.
También inició su colaboración en el Equipo Intervillas,
fundado el 2 de agosto de 1968, mérito y dedicación del p Jorge
Goñi, también "cura villero".
Cuando Mugica regresa a la Argentina, a un mes de clausurado el encuentro episcopal
de Medellín, se entera de su reemplazo en la capellanía de las
religiosas de Mallinckrodt por el padre Julio Triviño, un típico
representante de la mentalidad preconciliar, de hecho pastoral y teológicamente
en las antípodas del padre Carlos-, Triviño era además
capellán castrense. Simultaneamente, la parroquia San Martín de
Tours, a cargo de sacerdotes asuncionistas decide abrir una capilla en la villa
de Retiro(que era de su jurisdicción parroquial)y le ofrece al p.Carlos
su desempeño, sin dudar, el Cardenal Caggiano lo confirma y comienza
allí la obra con los villeros. Sin demoras, y con la enorme ayuda económica
de su hermano Alejandro, se levantó un salón multiuso, de ese
modo, en el barrio Comunicaciones(una de las varias villas) se levantó
la capilla "Cristo Obrero" en la cual el p.Mujica ejerció la
máxima actividad pastoral entre sus "hermanos villeros". Es
importante destacar que, paralelamente, cumplía con tareas pastorales
como vicario en la parroquia San Francisco Solano en el barrio de Mataderos,
colaborando con su amigo el p.Jorge Vernazza. También retomó las
cátedras de Teología en la Universidad de El Salvador, en las
facultades de Ciencias Económicas, Derecho y Ciencias Políticas.
Una muestra de hiperactividad que aún aumentó comprometiéndose
también en la celebración de actividades en el Instituto de Cultura
Religiosa Superior y en la parroquia Santa Elena.
Su activa participación en el MSTM agudizó los enfrentamientos
con el arzobispo Juan Carlos Aramburu, quien decidió prohibir a todos
los religiosos de la Arquidiócesis, manifestarse públicamente
en cuestiones políticas(una prohibición que no parecía
concernirle a Mugica) y que fue motivo de enorme reacción en varios grupos
sacerdotales, aunque, en realidad, el MSTM Capital, fue obediente a la determinación
de su superior. No obstante, la presencia del p.Carlos en los medios de comunicación
era cada vez más frecuente y su figura iba cobrando mayor notoriedad.
Incluso fue notable la cantidad de personajes del ambiente televisivo y artístico
que empezaron a frecuentar la villa.
La ola de violencia que afectaba al país con el gobierno de facto del
General Onganía, lo llevó a reflexionar sobre la violencia institucionalizada
y la violencia revolucionaria. En esos tiempos era encarcelado(injustamente
a la luz de las evidencias) el p.Alberto Carbone, ex compañero de Mugica
en la JEC, por el asesinato del general Aramburu(es importante aclarar que el
único parentesco con el cardenal Juan Carlos Aramburu era sólo
ideológico). La postura de encendida defensa hacia el p.Carbone y su
cercanía a miembros de la Organización Montoneros, tiempo atrás,
además de una actitud, podría decirse, hasta ese momento, poco
clara, sobre la violencia, lo llevaron también a la cárcel a Mugica.
Periódicos como "La Razón" y "Nueva Provincia",
manifiestamiente adversos al MSTM y abiertamente adherentes al Proceso de Reorganización
Nacional que gobernaba en Argentina, cuestionaron a Carlos Mugica por su "justificación
de la violencia que se ha desatado en el país." Es importante aclarar
que todas sus homilías eran grabadas por los Servicios de Inteligencia.
Todo esto generó que el arzobispo Aramburu, quien acrecentó su
distancia con el P. Mugica, en varias oportunidades le ofreciera la "laicización",
algo que Carlos "el cura rubio" siempre rechazó de forma terminante.
No obstante, según me comentara monseñor Musto, en oportunidad
de entrevistarlo con motivo del presente trabajo de investigación, esta
insistente proposición de monseñor Aramburu, se transformó
en una de sus mayores angustias en los últimos tiempos:"...espero,
en Dios, no verme forzado jamás a abandonar el sacerdocio aunque deba
resistir infinitas presiones".
Poco tiempo después, ofició junto a los sacerdotes Benítez(ex-confesor
de Eva Perón), Adur y Ricciardelli, el funeral por Abal Medina y Ramus,
miembros de "Montoneros", asesinados en un enfrentamiento con las
fuerzas de seguridad, en la homilía pronunciada por Benítez y
Mugica(transcripción de "La Razón", cargada de inexactitudes
según el Padre De la Serna) ambos fueron detenidos, el 14 de setiembre,
y por espacio de una semana. Además, el arzobispo Juan C. Aramburu, suspendió
al p.Carlos en sus licencias ministeriales por treinta días, noticia
que a Mugica le llegó estando en prisión y a través de
los diarios.
El padre Mugica, teniendo su lugar de trabajo en la Villa "Comunicaciones",
solía dormir, algunos días en la misma villa, otros en un cuarto
que se había hecho construir en la terraza del edificio donde residían
sus padres, en la calle Gelly y Obes, contiguo a la vivienda del portero. La
serie de inconvenientes y enfrentamientos con su arzobispo, por un lado lo motivaron
a redoblar sus trabajos en favor de los villeros, pero también lo hicieron
reducir sus apariciones en los medios de comunicación. Paralelamente,
decidió reforzar su vida interior yendo con frecuencia al monasterio
benedictino de Los Toldos(Prov.de Buenos Aires)lo que le posibilitó forjar
estrecha amistad con el p. Mamerto Menapacce. De todas maneras, y, habiendo
mermado las apariciones mediáticas, su capilla Cristo Obrero, en la Villa
"31" era muy visitada por personajes conocidos(futbolistas, políticos,
artistas,etc) lo que resultó muy provechoso para la obra del "cura
villero" para la realización de eventos gratuitos en la villa. También
acudiría allí el general Perón, el 6 de diciembre de 1972,
a su regreso luego de dieciocho años de exilio de la Argentina, y el
presidente Dr.Hector Cámpora, recién elegido primer mandatario(FREJULI),
el 9 de mayo de 1973. Este frente le había ofrecido un lugar como candidato
a diputado, cosa que el sacerdote agradeció pero rechazó.
El día viernes 2 de julio de 1971, una bomba estalló en la casa
de Gelly y Obes 2230, si bien, afortunadamente, sólo afectó edificios
y automóviles, no hubo heridos, pero fue en ese momento que , en un reportaje
a los medios de comunicación el p.Carlos pronunció:"Nada
ni nadie me impedirá servir a Jesucristo y a su Iglesia, luchando junto
a los pobres por su liberación. Si el Señor me concede el privilegio,
que no merezco, de perder la vida en esta empresa, estoy a su disposición".
Las amenazas continuaron, permanentemente, llegando, en una oportunidad a irrumpir,
dos hombres, en el último piso del edifico, donde se encontraba el cuarto
de Mugica, según comentó su hermana Marta, pero nada pudieron
concretar pues el sacerdote se hallaba en un encuentro del MSTM en la provincia
de Córdoba.
La crisis se hacía sentir en el gobierno de facto y en medio de los acontecimientos
de la época, nuevamente, el p.Carbone era detenido por una supuesta(
a decir de Monseñor Musto en oportunidad de entrevistarlo) "absolutamente
falsa"particiapción suya en un intento de copamiento armado en una
unidad de la Prefectura Naval(3-1-1972). El sacerdote Carbone, muy amigo de
Carlos Mugica, había sido visto en su hogar y en el cine con otros religiosos
ese día y a esas horas. Fue sobreseído por la justicia tanto civil
como militar pero, sin embargo, recién liberado cinco mese más
tarde; a raíz del acontecimiento el padre Carlos presentó un recurso
de Habeas Corpus. Poco después, con motivo del regreso del General Perón
a la Argentina, Mugica y Vernazza viajaron en el avión charter que partió
desde Buenos Aires, integrando una comitiva que acompañaría el
regreso del ex-primer mandatario, ya anciano líder del Movimiento Justicialista,
en el mes de noviembre de 1972. Ambas actitudes del "cura villero"
molestaron extremadamente al Arzobispo Aramburu y ampliaron aún más
la brecha que los distanciaba.
Por publicaciones del sacerdote De la Serna y conversaciones mantenidas tanto
con el p. Farinello como con Monseñor Musto, Carlos Mugica poseía
una especial y admirable capacidad de trabajo que lo mantenía en movimiento,
algo así como veinticinco de las veinticuatro horas de cada día.
Celebraba misa los sábados en la iglesia de San Francisco Solano, en
Mataderos, donde era párroco el p. Vernazza y en la que más adelante
hiba a ser asesinado; daba cursos prematrimoniales una vez al mes, e impartía
clases de Teología en la Universidad del Salvador. Ya con el gobierno
del General Perón, Mugica aceptó ser asesor –no remunerado- del
Ministerio de Bienestar Social, aunque poco tiempo después promovió
una desvinculación pública del cargo, debido a enormes discrepancias
con el titular de esa cartera, José López Rega. Para el p.Carlos
"...no había comunicación entre el ministerio y los villeros."
Es importante acotar que esta discrepancia abiertamente manifiesta con "El
Brujo"López Rega (personaje turbio del gobierno de ese momento)
fue vista por gran parte de los allegados a Mugica como motivo de su asesinato,
ya que el mismo sacerdote habría expresado ante un grupo de habitantes
de la villa de Retiro:"López Rega me va a mandar a matar"5
Paralelamente, se pronunciaba cada día más, el distanciamiento
de Mugica con el grupo Montoneros, situación que el sacerdote hacía
pública permanentemente y, reiteró en oportunidad de la misa que
se celebró en conmemoración de la muerte de dos de sus integrantes,
Aval Medina y Ramus, el 7 de diciembre de 1973, allí el sacerdote expresó:"Como
dice la biblia, hay que dejar las armas para empuñar los arados".5
No casualmente, también durante 1973 apareció una publicación
a la que le adjudicaron su autoría, el libro "Peronismo y Cristianismo"
en el que se hallaban compilados en forma desordenada una serie de trabajos
del p. Carlos referidos a las relaciones entre el cristianismo y el socialismo,
los católicos y la política y los valores cristianos del peronismo.
Mugica siempre afirmó no tener nada que ver con la publicación
pero sí reconoció la autoría de los artículos. Justamente,
su hermana Marta me contó, personalmente, el enojo que él mismo
manifestaba por la aparición de esa obra y su apócrifa adjudicación.
Así y todo, con la doble amenaza que pendía de su "cabeza"
el p.Carlos no tenía una especial preocupación, él solía
decir a sus allegados que no tenía miedo de morir, sin embargo lo que
sí le preocupaba sobremanera( según declaraciones tanto de Marta
Mugica como de Msñor.Musto)y le provocaba especial temor era la latente
posibilidad de que el Arzobispo lo echara de la iglesia.
Ya en 1974 Mugica terminó de escribir el texto de la "Misa para
el Tercer Mundo", lamentablemente, su disco grabado y editado por el sello
RCA, con la colaboración del "Grupo Vocal Argentino" que musicalizó
la obra con ritmos autóctonos, africanos y asiáticos, fue destruído
por orden del Ministerio del Interior del Gobierno del Gral.Perón. También
se multiplicaron las amenazas de muerte, la revista "Militancia",
perteneciente al peronismo de izquierda y dirigida por Ortega Peña y
Duhalde, ubicó al sacerdote, dentro de la publicación en la sección
denominada "La cárcel del pueblo", un apartado editorial en
el cual-semanalmente- ellos "encarcelaban" a quienes consideraban
personajes representativos del "antipueblo". Por otro lado, el órganos
de prensa de la derecha peronista, dirigido por López Rega, "El
Caudillo" le cuestionaba desde su ministerio sacerdotal hasta su servicio
a los pobres preguntándose si estaba al servicio de los ellos o tenía
a los pobre a su servicio, finalmente llegó a acusarlo de "bolche".
Carlos Mugica, promediando el mes de abril del mismo año decide dirigirse
a Los Toldos nuevamente a un servicio de retiro espiritual. "Allí
Carlos le manifestó su miedo de ser echado de la iglesia a lo que el
abad dijo:Yo no sé si Aramburu puede ponerte frente a la situación
de irte de la Iglesia, pero de lo único que podés estar seguro
es que pase lo que pase, Dios te va a ser fiel."5
En medio de tantos acontecimientos llegó el día sábado
11 de mayo de 1974 y, siendo las ocho y cuarto de la noche, en momentos en que
el padre Carlos Mugica se disponía a subir en su auto Renault 4-L color
azul, matrícula C-542119 que se hallaba estacionado junto a la iglesia
de San Francisco Solano, de la calle Zelada Nro 4771, del barrio de Mataderos,
donde había celebrado misa, tal como venía haciéndolo cada
semana, fue tiroteado por un individuo con bigotes achinados, que se bajó
de un auto que se encontraba estacionado muy cerca del lugar. Este personaje(dicho
por la prensa y reconocido personalmente por su hermana menor, Marta) sería
Rodolfo Eduardo Almirón, jefe de la "nefasta"Triple A",
luego jefe de custoria de Manuel Fraga Iribarne, en España-país
en el que actualmente reside. Cinco disparos de ametralladora "Ingram M-10"
le afectaron el abdomen y un pulmón, cuentan que el tiro de gracia lo
recibió en la espalda. El p.Vernazza, párroco y tan amigo y compañero
de vivencias, salió de la iglesia al oír los disparos y corrió
a larle la unción. Presurosamente fue trasladado en un viejo Citroen
perteneciente a este sacerdote al Hospital Salaberry donde, ya moribundo, alcanzó
a exclamar a una enfermera"Ahora más que nunca tenemos que estar
junto al pueblo". A las nueve de la noche, el doctor Avelino Vicente Dolico,
certificó que las causas del fallecimiento habían sido heridas
de bala de tórax y abdomen y hemorragia interna.
En el espectacular y multitudinario entierro, los villeros que tanto lo querían
llevaron a hombros desde la Villa de Retiro hasta el cementerio de La Recoleta,
el féretro del "cura rubio". Casi toda la prensa habló
ese día del "Santo Villero" y, a partir de la noticia de su
muerte, muchos recordaron que la revista El Caudillo había publicado
en diciembre de 1973, una "Carta abierta a Mugica" en la que se advertía
de estar equivocado y andar por la "vereda equivocada", y sumado a
ésto, era de público conocimiento, en la época, que la
escolta de José López Rega hacía ostentación de
sus ametralladoras "Ingram". También es interesante observar
una afirmación que habría realizado el Arzobispo Aramburu al p.Hector
Botán:"Ahora no me van a decir que Mugica no era montonero!".
Tanto los Montoneros como la Triple A se desvincularon públicamente de
la muerte de Mugica. El p.Carbone contó más tarde que fue llevado
clandestinamente a un encuentro con Firmenich, jefe de la Agrupación
Montoneros . Posteriormente,Marta Mugica le manifestó al públicamente
al jefe guerrillero: " Si usted fuera discípulo de Carlos estaría
muerto como él" . Más tarde, la revista "El Caudillo"
comenzó a exaltar la figura del p. Carlos como modelo y "mártir".
Msñor. Justo O. Laguna, opinión.
"A Carlos Mujica lo conocí en el seminario de Villa Devoto, en mi
último día de estudios, allá por 1953 y cuando él
recién ingresaba. Teníamos ambos veintitrés años.
Desde entonces mantuvimos una amistad que, a pesar de los muy diferentes caminos
que recorrimos en la vida pastoral, perduró hasta el fin. Siempre admiré
su pasión pastoral, su profundo amor a la iglesia y su servicio a los
pobres, a los marginados. Estos rasgos configuraban, una personalidad relevante,
a la que era difícil ser indiferente. Un ejemplo de su consagración
y de su entrega sacerdotal se manifestó en la clara defensa que hizo
del celibato, cuanto éste apareció atacado por algunos de sus
compañeros de compromiso social
Le tocó vivir un tiempo difícil para la patria y para la iglesia.
Su última condenación a la violencia subversiva constituyó
una importante contribución, en un momento oscuro de nuestra no muy lejana
y recurrente historia.
Diferimos muchas veces, es cierto. Como presbítero, nunca entendí
su partidismo político ni ciertas actitudes ambiguas respecto de la violencia
que luego condenara decididamente. Pero debo señalar que ése y
otros reparos importantes que tuve respecto de su actuación no invalidan
su fecundo trabajo sacerdotal en favor de los más pobres y desprotegidos,
en estrecha relación con la actitud preferencial de Jesús hacia
los humildes.
Me parece importante y oportuna la decisión de publicar sus escritos,
para que no se pierda en el olvido, al que los argentinos somos tan proclives,
esta figura de nuestro tiempo: apasionada, rica y clavada finalmente en la fidelidad
al Evangelio y a la Iglesia.
Justo Omar Laguna
Obispo de Morón
Morón, mayo de 19966
Msñor. Osvaldo Musto, entrevista
En oportunidad de la entrevista que me concediera el Obispo de la Parroquia
Ntra.Sra. de Balvanera, monseñor Osvaldo Musto, ante mi solicitud de
su opinión sobre el p.Carlos Mugica con quien tuvo relación personal
durante los primeros tiempos de la actuación del Movimiento de Sacerdotes
para el Tercer Mundo, estas fueron las declaraciones que formuló:
"De Mugica tengo el mejor de los recuerdos, un santo! Carlitos estaba en
la Villa 31, después que lo mataron, allí en San Francisco Solano,
al salir de la parroquia donde estaba el p. Jorge Vernazza, la primera misa
que se celebró la hice yo...
El p. Mugica entró al seminario procediendo de una clase muy alta, el
papá era el fundador del Partido Conservador pero él, desde el
seminario, mostró una gran inclinación de trabajar por los necesitados
y entonces lo hizo con una gran autenticidad, despojándose de todo y
siendo obediente. Claro que, para Carlitos la familia esperaba otra cosa, el
Cardenal Caggiano lo esperaba para otro tipo de carrera pero lo perdonó
cuando él no aceptó, como lo quería mucho lo envió
al Socorro, en realidad el quería que le dieran la villa. Bueno al final
logró ir y vivir en la villa miseria, donde la gente lo adoraba. Eran
seis grupos de villas y Carlitos enseguida lenvantó allí la capilla.
El era muy querido, unió a mucha gente en la villa, se desvivía
por ellos, además, muchos cristianos fueron a trabajar ahí con
él dando un testimonio de entrega a los necesitados. Algunos que nunca
faltan, también ciertos medios, lo han tratado de demagogo y otras cosas.
Nada que ver, no, el p.Mugica ha sido un hombre que ha entregado su vida por
los pobres. Un abanderado de los necesitados. Tal vez, el único error
que pudo haber cometido fue de tipo político, por haberse identificado
demasiado con un movimiento, el Justicialista, y eso es algo que a nosotros,
los sacerdotes, no nos corresponde. Creo que ese fue el problema de Carlitos
y de ahí vino todo el tema...Los de la Triple A, creo, fueron los que
lo identificaron demasiado con los Montoneros (que no era tan cierto, solamente
al principio el se relacionó pero desde otro lugar...)y bueno, por eso
lo mataron. Mugica nunca portó armas, jamás. Llevaba sí
un arma muy poderosa, el Evangelio. Aquellos que acusaron tanto a él
como a otros sacerdotes integrantes del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer
Mundo tildándolos de violentos o de curas guerrilleros o, no sé
cuántas cosas más, eran tipos integristas, fundamentalistas de
derecha que están en contra de todo lo que en la iglesia sea renovación,
todo lo que signifique, en la vida de la sociedad, un cambio. Son los que, por
supuesto van a decir con la boca abierta y con una total ignorancia, y por supuesto
lo siguen diciendo, tanto en la UCA como en muchas universidades, que la iglesia
condenó la teología de la liberación. Lo único que
la iglesia hizo fue afirmar la vigencia de la teología y luego señalar
los errores de algunos teólogos que la fundamentan, pero no la teología
misma, al contrario.
Mire, la única violencia que se quería en el tercer mundo era
la del corazón para rechazar el egoísmo y vivir en la solidaridad,
mal podríamos seguir a Jesucristo proponiendo la violencia. Claro, eso
no quiere decir que no haya habido un cura en Colombia que aparecía con
el cristo guerrillero, Camilo Torres, que llevaba el cristo y un fusil, pero
bueno, de esos franco tiradores, hay en todo el mundo". 7
Padre Miguel Ramondetti, entrevista
A continuación, expongo las palabras vertidas por el sacerdote Miguel
Ramondetti, quien fuera co-fundador del MSTM y secretario general del mismo
hasta fines de 1993. La charla fue en su domicilio, en la localidad de Hurlingham,
café de por medio y con excelente predisposioción de su parte
por colaborar con un trabajo de investigación que, desde la educación,
intenta poner luz sobre acontecimientos de nuestra reciente historia.
"En cuanto a la personalidad del p.Mugica, qué le puedo decir,...
para mí era una gran tipo, un idealista de aquellos, era la figura mediática
del movimiento(MSTM)y , eso es una de las cosas que, sin estridencias ni conflictos,
cuestionábamos desde el interior, nos parecía que desde Buenos
Aires, por ahí se abusaba un poco de eso. Pero bueno... personalmente,
creo que Carlos cometió errores, quién no además?Para mí
fue un error, dentro del enfoque político-ideológico, su admiración
a la persona de Perón, creo que había en él una especie
de actitud admirativa que lo hacía de alguna manera incondicional a la
persona.
Personalmente, desde el punto de vista subjetivo, sigo queriéndolo como
lo quise siempre, un tipo realmente querible, pero, no un sueperhombre ni un
superdios, como algunos pretenden hacerlo ver. Para mí, Mugica, como
tantos otros que-como él, han llegado al grado máximo de entrega
, que es dar la vida, son luminarias, es la mejor imagen que puedo darle de
él. Se trata de luces que, en este camino tan oscuro de una humanidad
que no encuentra su rumbo y comete barbaridades a cada paso, van generando luminarias.
Para mí, Mugica es una, pero también el "Che"Guevara
es otra, y Gandhi, y Luther Quin, y todos los que tuvieron el coraje de sacar
el pecho, todo aquel que entregó su vida por la coherencia de vivir como
se piensa, me parece bárbaro. Pienso que lo mataron a él y no
a otro sacerdote, en ese día, porque era un mensaje que querían
dar los de López Rega.
Mugica había renunciado con una carta que fue otro error de Carlitos.
Cómo va a aceptar estar en un ministerio, por más que sea a la
sombra de Perón, que tenía al frente a un delincuente que, muchos
sabíamos que era un delincuente internacional el hombre(López
Rega), y va a aceptar ser asesor. Una ingenuidad espantosa, y bueno, eso también
formaba parte de la personalidad de Carlos. Lo cierto que su asesinato fue un
mensaje para todos nosotros, que, le aseguro, pusimos las barbas en remojo y
tomamos nuestras precauciones, fue un mensaje8.
Marta Mugica, entrevista
Las palabras que presento a continuación, pertenecen al material obtenido
en casa de la hermana menor del p.Carlos, la Sra.Marta Mugica, con quien fue
muy enriquecedor poder hablar del sacerdote para obtener material sobre su relación
de familia, sus gustos, sus miedos y ciertos detalles que, de otro modo, hubiese
sido imposible ubicar en bibliotecas o a través de escritos de la época.
"Carlos es un signo de contradicción, una persona que definió
muy bien el p.Mamerto Menapacce, con quien hizo su último retiro en Los
Toldos, en abril de 1974. En esa oportunidad Carlos le pidió a Menapacce
que predicara sobre la violencia de la luz y la violencia de las sombras, un
tema que parece que es sobre el que ellos conversaban. Carlos era un violento
de la luz y, ante la violencia de la luz o aceptás y te convertís
o la rechazás, y él era una víctima de la violencia de
las sombras. A Carlos lo mataron los que estaban en contra de lo que predicaba.
El fue un sacerdote fiel al evangelio, era un cura hasta los tuétanos
al que le tocó vivir un momento político único en la Argentina
(el que no lo vivió es imposible que lo entienda) había grandes
ideales y había también una violencia impresionante, estaban quienes
querían producir un cambio a través del amor y quienes lo buscaban
por medio de la violencia. Carlos era un ingenuo idealista que creyó
que, en ese momento se iba a dar el cambio histórico y que, dentro del
gobierno justicialista iba a ser más fácil llevar adelante el
tema de la justicia social, y yo creo que fue muy válido ese momento,
porque no había respuestas de otro tipo. Como era un gran apasionado,
creyó, cuando lo conoció a Perón(que se encariñó
mucho con mi hermano y se creó una amistad), que era un gran seductor,que
con él los pobres iban a ser reconocidos y tenidos en cuenta desde la
dignidad. Carlos era un místico, un apasionado de todo en la vida, él
disfrutaba cada momento, desde saborear un helado hasta ver un partido de fútbol,
una película en el cine, comer con todos en la villa, ir a un acto político.
En el momento de la consagración, por ejemplo, él se quedaba,
se le veía en la cara su concentración, su devoción, su
profunda y total entrega. Además, era un cascabel, cuando el llegaba
a un lugar provocaba mucha luz, era un sol. Vivía la vida como si todo
se le fuera a terminar, era como si él hubiera sabido que había
poco tiempo. También era un deportista total, además muy eléctrico
y muy vital, toda una contradicción al verlo tan concentrado al rezar.
Carlos era atropellado y distraído, muy acelerado y parece que, como
profético, siempre decía que tenía una voz interior. Él
creyó en mucha gente y su credulidad de tipo recto lo traicionó.
Nunca se cuidaba demasiado, el había tenido dos atentados contra su vida
y no les dio importancia. Nunca investigaron nada,después de su muerte,cerraron
el caso y a otra cosa. El fue sacerdote y cumplió la misión que
tenía con los pobres y eso lo llevó a transitar por un movimiento
político que se dio en el país en esos años, porque creyó
honestamente que el pueblo iba a acceder a un estado de vida mejor , pero la
única identidad de Carlos fue la de sacerdote, él no era un militante.
Lo que hacía era recurrir a sus amigos ricos para conseguir de todo para
sus "villeros" , ante una necesidad él usaba sus contactos,
visitaba amigos poderosos e influyentes y les decía: Te vengo a ayudar
a liberarte de todos los bienes que te oprimen. Entonces sus amigos-poderosos,
le firmaban lo que fuera con tal de que se fuera, así consiguió
de todo para los pobres de la villa."9
Magdalenta Ruiz Guiñazú, opinión "Conocí a
Carlos Mugica en 1962. Mejor dicho, asistí a una de sus misas dominicales
en la Parroquia del Socorro y creo que me enseñó a rezar. Es quizás
difícil, para aquellos que no lo conocieron, imaginar hasta qué
p unto la profunda piedad y la oración personal y a la vez convocante
de Carlos, llamaban la atención. En todo momento, Carlos estaba con Dios,
......él extrajo la tranquila fuerza que lo hacía tan impactante.
Podía conmoverse, enojarse, polemizar, pero se producía en él
un instantáneo paréntesis de paz (casi diría como una agua
mansa) cuando acudía o se aferraba a esa presencia que en ningún
momento(por lo menos eso transmitía) parecía abandonarlo. Y probablemente
de allí provenía también el don absoluto de sí mismo
que le permitió acercarse a todos y a cada uno como un verdadero hermano....Carlos
estaba efectivamente a disposición de quien pudiera necesitarlo....Sentía
que Dios le había confiado un ministerio y por eso estaba permanente
dispuesto, de día y de noche....Carlos tenía un enorme respeto
por aquellos que, aún en causas no compartidas, ofrecían la vida
en forma de entrega. Rendía culto a la generosidad, a la solidaridad,
y ello le valió infinidad de problemas, con la jerarquía eclesiástica(a
la cual siempre respetó y obedeció), con el entonces Ministro
de Bienestar Social, José López Rega, con la cúpula montonera.
Carlos muerto, asesinado, acribillado no sólo por las balas de la Triple
A sino por la aquiescencia de los que permitieron que eso fuera así,
logró lo que en vida hubiera sido imposible: en su entierro estaban todos.
Representantes de los grupos más diversos y antagónicos. Entre
esos miles de personas flotaban las pasiones que desgarraron a nuestro pobre
país. Todos estuvimos allí sin marcar diferencias. Honrando la
memoria de ese hombre joven y justo que sonreía levemente desde el otro
lado de las cosas como explicando, casi pidiendo disculpas: "Yo estaba
listo, preparado, ahora estoy con mi amigo Jesús".
Magdalena Ruiz Guiñazú.10
Bs.Aires, abril de 1998.
Padre Luis Farinello, entrevista.
El sacerdote Luis Farinello también se prestó a hablar de sus
recuerdos del "cura rubio de la capital", como lo recordó cuando
telefónicamente acordamos un encuentro personal en la sede de su fundación
en la localidad de Quilmes este, provincia de Buenos Aires. Aquí plasmo
las frases que expuso esa mañana, el p. Farinello:
"Carlos era la figura de la Capital Federal, la figura más representativa,
el "cura rubio", el rostro visible de otros muchos curas que pensábamos
igual, pero claro él era al que llamaban todos los medios de comunicación
porque tenía amigos periodistas. Posiblemente por eso pasó momentos
tan difíciles y pasó lo que pasó con su vida, estaba muy
expuesto, yo tenía unos años menos y un perfil muy bajo en ese
momento, yo estaba en Quilmes, recién empezaba mi sacerdocio y para mi
él era un monstruo, al igual que otros. Carlos trabajaba en el movimiento
villero peronista junto con Vernazza, otro gran sacerdote también tercermundista,
un hombre muy humilde y muy bueno, mayor que Carlos, y a quien Mugica respetaba
y escuchaba mucho. Posiblemente Vernazza influía mucho en Carlos, lamentablemente
también murió. En el grupo de la villa había muchos sacerdotes
que trabajaban en diferentes tareas, albañilería, carpintería...
De Mugica te puedo decir que era muy sacerdote, a pesar de su opción
política, que fue también formidable, mirá, él todo
lo hacía desde su fe cristiana, eran los años setenta en que queríamos
cambiar todo, revolucionar todo y entonces había que comprometerse hasta
las últimas consecuencias, entonces vino el cambio por el peronismo y
por este grupo de peronistas, él era muy apasionado y muy comprometido,
pero todo lo hacía desde su sacerdocio, como hombre de Dios que quería
meterse en la historia para que todo fuera reino de Dios, tenía una profunda
fe, muy sacerdotal, rezaba una barbaridad, sabés? Su fe no quedaba en
el aire sino que estaba bien metida en las cosas de los hombres. Esto es lo
que te puedo decir de Carlos, también que era muy alegre, muy buen mozo,
era "el cura rubio", deportista, hincha de Racing.
Pasé con él varios retiros espirituales, ..."Vamos a rezar,
Luis..."y ahí rezaba, estaba en la capilla tantas horas, era un
apasionado por todo, cuando jugaba al fútbol, cuando rezaba, cuando se
comprometía con algo. El predicó misa en mi parroquia y entonces
no sé qué decía, con tanta fuerza con la que predicaba
todas las cosas que una abuelita le dijo, en un momento, "!pero padre,
entonces usted no cree en Dios!", "En el suyo no señora"!,
fuerte, así, polémico, muy claro, podías discutir con él
pero nunca podías dejar de respetarlo porque todo lo hacía con
mucha pasión y con mucha sinceridad. Imaginate, hijo de una familia rica,
él podía tener una vida distinta, y sin embargo dedicó
su vida a los pobres, hizo realmente una vida de retiro. Pero te voy a decir
una cosa, siempre hay distintas formas de ver las cosas, yo era amigo de él,
estaba dentro de lo que era el tercer mundo, y como lo quiero te voy a contar
siempre casas lindas por yo las veo así, hay otro curas, de otra trilogía
distinta que te van a decir, no, Mugica era politizado, se equivocó,
un cura que celebra misa no debe meterse en esas cosas, y entonces puede haber
distintas versiones.
Pasa que la iglesia más eclesial, más cerrada en sus estructuras,
no entendía a los curas tercermundistas, muchos obispos nos han condenado,
a los sacerdotes del MSTM. Pasa que nosotros concretábamos la cosa y
eso resultaba molesto, porque de repente tocás intereses concretos. Mientras
vos hagas cosas lindas todos te aplauden, ahora, cuando vos organizás
una cooperativa, en un lugar concreto, y esas tierras pertenecen a una familia
rica, ahí ya empieza lo concreto...muchas veces muchos sacerdotes no
concretizan como en el tercer mundo y, claro, Mugica salió de las esferas
clericales y se metió en el tercer mundo y eso les resultaba muy molesto,
nunca lo vieron bien. No sé que más puedo agregar, quizás
que era muy crédulo, confiaba demasiado y a lo mejor no le respondieron
de la misma forma, qué se yo, era mi amigo, yo lo quise mucho, el era
muy sacerdote."11
El Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo en Argentina
Veintiún sacerdotes, representando a trece diócesis, se reunieron
en Córdoba en los primeros días de marzo de 1968, y dieron a luz
el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM). En los años
siguientes, las regionales del interior establecerían un fluído
intercambio con el sindicalismo, especialmente en Corrientes, Chaco y Tucumán,
donde los sacerdotes del movimiento mantuvieron intensas relaciones con la dirigencia
obrera, en especial con la Federación Obrera Tucumana de la Industria
Azucarera(FOTIA) y, en Corrientes, auspiciados por el obispo Devoto, con las
Ligas Agrarias, las cuales habían encabezado las luchas de los trabajadores
agrícolas del norte de Santa Fe, Chaco y Formosa.
Denunciando situaciones de injusticia social en sus primeros documentos, habrían
de convertirse en un molesto testigo de la realidad social Argentina. Un país
donde las ideas políticas de gran parte de la población estaban
proscriptas y en donde Perón continuaba siendo el "tirano prófugo"
sin ninguna posibilidad de retorno.
Una Argentina gobernada por el General Juan Carlos Onganía, quien había
derrocado al gobierno constitucional del presidente Arturo Illia en 1966. La
proscripción del peronismo en las elecciones que llevaron al cargo de
primer mandatario al Dr.Illia hizo que el golpe de Estado fuera mirado con simpatía
por sectores partidarios de Perón, que lejos estaban de imaginar que
tras la fuerte imagen del conductor de la Revolución Argentina se escondía
la realidad de un hombre ambicioso que reprimiría cualquier intento de
protesta social con tal de mantenerse en el poder. Un golpe de Estado que no
sólo contó-el de Onganía-con el visto bueno del peronismo,
sino también de un gran sector de la jerarquía eclesiástica,
que veía con complascencia la activa participación de las principales
cabezas de la Revolución Argentina en los Cursillos de Cristiandad. Los
"Cursillistas" recibían una sólida formación
católico nacionalista, que parecía garantizar el establecimiento
de un gobierno que respetara el ideario del conservadurismo de la jerarquía
católica. La política económica seguida por el gobierno
de Onganía motivó que el sindicalismo esencialmente peronista
comenzara a desentantarse con la línea dura que adoptó en cuanto
a conquistas sociales y a niveles salariales, y empezara un lento pero progresivo
enfrentamiento.
El MSTM, fundado por los sacerdotes Miguel Ramondetti, Rodolfo Ricciardelli
y Andrés Lanzón, para setiembre de 1968 produce su primer boletín
oficial "Enlace", una publicación que reflejaría en
sus páginas las diferentes posturas que el momviento asumiría
a lo largo de su existencia. Un movimiento cuya creación fue recibida
en forma dispar por parte de sectores cercanos a la Iglesia en Argentina, que
desconfiaba de esos sacerdotes que impartían un evangelio de resistencia
y lucha. Ya para fines del mismo año seguían llegando adhesiones
de todo el país al movimiento, que estaba presidido por el Secretario
General, presbítero Miguel Ramondetti, y los integrantes del Secretariado
General, los padres Héctor Botán, Rodolfo Ricciardelli y Jorge
Vernazza, los tres trabajando en villas de la Capital Federal.
A lo largo de los años, muchos sacerdotes participarían en el
movimiento con distintos grados de compromiso, desde la simple firma de algunos
de los documentos hasta la participación ocasional en sus reuniones o
la incorporación activa a los actos de protesta social. El momento de
mayor participación en el movimiento tercermundista encontrará
a más de quinientos sacerdotes relacionados con sus postulados, esto
es, aproximadamente el 10% del clero argentino en ese momento, lo que cuantitativamente
habla de la importancia que llegaron a tener como movimiento eclesial.
Resistidos por gran parte del episcopado argentino, contaron, sin embargo, con
el valioso apoyo de los obispos Brasca, Devoto, Zazpe, Di Stéfano y Podestá.
"Ser la voz de los que no tienen voz", el lema utilizado por Helder
Cámara, resume el ideal religioso político de este Movimiento
de Sacerdotes para el Tercer Mundo al que, el p. Carlos Mugica adhiere, ni bien
es informado de su creación, encontrándose en Francia, y al que
se incorpora, meses más tarde, de regreso en Argentina.
Los encuentros del MSTM se sucedían, en un país en medio de conflictos
sociales y políticos, a fines de mayo de 1970 se produce el secuestro
y asesinato del general Pedro Eugenio Aramburu, un més y medio después,
su cuerpo aparece en el sótano de una casa en la localidad de Timote.
Los primeros indicios señalan a un grupo guerrillero que irrumpe en la
lucha política, Montoneros. A principios de julio es arrestado el p.Carbone,
quien dirigía el boletín "Enlace" del MSTM. Paralelamente,
se registra el segundo operativo de la organización guerrillera, con
el ataque y la toma por horas de la localidad cordobesa de La Calera. Otro sacerdote
es detenido con relación al hecho. Unos meses después, la detención
de sacerdotes relacionados con el movimiento, bajo la acusación de incitación
a la violencia a través de retórica revolucionaria, se convertirá
en una costumbre, aunque luego, ante la falta de evidencias, lentamente todos
recobrarán la libertad.
También desde la prensa y la Secretaría de Información
del estado, se ataca a los tercermundistas acusándolos de "agentes
del comunismo". Los diarios de la época ofrecerán amplios
espacios con títulos como "Estamos ante la Iglesia Clandestina".
Días más tarde, la comisión permanente del Episcopado,
presidida por el arzobispo de Paraná Adolfo Tortolo, advierte"...los
movimientos de grupos sacerdotales no pueden ni deben actuar sin estar en comunión
son sus propios obispos y, en último término, con el Pastor Supremo
de la Iglesia".12
Un mes más tarde el movimiento será nuevamente cuestionado. Durante
los funerales de los montoneros abatidos Carlos Gustavo Ramus y Fernando Abal
Medina, quienes habían intervenido en el secuestro de Aramburu y resultaron
muertos es siete de setiembre, durante un enfrentamiento, se produce un nuevo
incidente. En la misa exequial, concelebrada con los tercermundistas Jorge Adur
y Jorge Vernazza, en la parroquia de San Francisco Solano, el p.Carlos Mugica
espresa: "No puedo sino pronunciar unas palabras de despedida para quienes
fueron mis hermanos Carlos Gustavo y Fernando Luis, que eligieron el camino
más duro y difícil por la causa de la dignidad del hombre. No
podemos seguir con indefinición ni miedo, sin comprometernos. Recuerdo
cuando con Carlos Gustavo hicimos un viaje al norte del país y allí
lo vi llorar desconsolado al ver la miseria y el triste destino de los hacheros.
Fue fiel a Cristo, tuvo un amor concreto y real por los que sufren; se comprometió
con la causa de la justicia, que es la de Dios, porque comprendió que
Jesucristo nos señala el camino del servicio. Es un ejemplo para la juventud,
porque tenemos que luchar para alcanzar la sociedad justa y superar el mecanismo
que quiere convertirnos en autómatas. Que este holocausto nos sirva de
ejemplo". Mugica y el antiguo confesor de Eva Perón, el padre Hernán
Benítez, también presente en la misa, son arrestados por unas
horas bajo el cargo de apología del crimen.
La enorme confusión reinante en la República y diversos hechos
más la violencia generalizada desde diferentes rincones, fuerzas de la
guerrilla y fuerzas represoras del poder, hacen que gran parte de la opinión
pública estigmatice al MSTM involucrándolo con la violencia guerrillera,
aunque no existían pruebas fehacientes de ello. Todo era confusión
cuando, en nuestro país, alcanza especial repercusión el libro
del ultranacionalista católico Carlos Sacheri, "La iglesia clandestina",
una suma de acusaciones conspirativas que abarcan desde los jesuitas del Colegio
Máximo hasta el director de la revista "Criterio", el p. Jorge
Mejía, acusando al movimiento y a su secretario general de pertenecer
a grupos subversivos conectados con células comunistas de Argelia.(el
p.Ramondetti tenía una relación de amistad con sacerdotes misioneros
franceses y esta fue un arma útil a la hora de querer encontrar fundamento
para denunciar al MSTM como marxista). Desde ya, este libro va a ser obsequiado
a los integrantes de las fuerzas armadas, tiempo después, un comando
guerrillero asesinará a Saccheri, en una serie de atentados contra destacados
miembros de la ultraderecha argentina.
Día a día se producía una serie de atentados, de ambos
extremos mientras los sacerdotes intentaban continuar su misión pastoral,
pero siempre comprometidos con la realidad al punto de hacer frente a la dictadura,
en varias oportunidades. Asi, se llega al punto de la destrucción de
la Capilla de Luján de los Obreros de Villa Lugano donde días
atrás, cinco abogados y tres de los sacerdotes más conocidos del
Movimiento, Jorge Goñi, Carlos Mugica y Rodolfo Ricciardelli, habían
realizado una huelga de hambre para pedir la liberación de ciento quince
presos políticos del penal de Devoto. Los responsables del atentado fueron
los integrantes de la organización de derecha M.A.N.O.(Movimiento de
Acción Nacionalista Organizado). En diciembre de 1971 el diario "La
Opinión" informa que, durante ese año, el número de
sacerdotes de "tendencia tercermundista" arrestados llega a más
de medio centenar. En medio de la violencia producida por el accionar de Montoneros
y el Ejército Revolucionario del Pueblo(E.R.P.) y la matanza de prisioneros
en Trelew, se lleva a cabo el Quinto Encuentro Nacional de Sacerdotes para el
Tercer Mundo en agosto de 1972, en la ciudad de Carlos Paz(Córdoba) donde
se profundiza la división a nivel interno entre quienes optaron por el
peronismo revolucionario y quienes observaban con desconfianza a un Perón
convertido en lider socialista adorado por la masas. Ya a fines del mismo año
se produce el retorno de Perón al país, después de diecisiete
años de exilio. Entre la nutrida comitiva que lo acompaña en el
vuelo chárter, compuesta por representantes de distintas disciplinas,
se encuentran los sacerdotes Carlos Mugica y Jorge Vernazza, com parte del movimiento
tercermundista. En todas las ciudades aparecen pintadas con "PERON VUELVE".
El movimiento está llegando a su fin, cuando en 1973, cuatro presidentes
pasan por el poder en el país. Lanusse que deja el cargo del gobierno
de facto, Cámpora, resignado al lema "Cámpora al gobierno
Perón al poder", un efímero Lastiri y Perón ya gobernando
en la segundad del año. Pero, paradógicamente, el tan ansiado
retorno a la democracia por el que, entre otros, mucho habría luchado
el MSTM, coincidirá con su disolución, ya que 1973 será
el principio del fin. A comienzos de ese año aparece una obra de Carlos
Mugica, "Peronismo y Cristianismo", al parecer, sin su autorización13.
El protagonismo de Mugica comienza poco tiempo después de la irrupción
del M.S.T.M.; su distinguido origen social, su capacidad intelectual y apostura
lo convierten en el blanco favorito de los medios de comunicación que
permanentemente procuran sus declaraciones. El rostro más conocido de
los tercermundistas es mencionado como candidato a diputado nacional por el
FREJULI (Frente Justicialista de Liberación). Luego, un grupo de sacerdotes
enviarán una carta a Perón, a través de Cámpora,
en donde argumentan que el lugar de los miembros del Movimiento está
con los pobres y no en los ministerios, lo que según fuentes provoca
enojo en el General. Esta decisión junto con la defensa pública
de Mugica sobre la necesidad del celibato en el sacerdocio, demostraba a sus
detractores la equivocación que implicaba el considerarlos un movimiento
de características cismáticas. En junio del mismo año,
el movimiento recibe de parte del presidente Cámpora la invitación
para que una delegación episcopal integrara la comitiva que viajaría
a España a traer definitivamente a Perón a su país. Allí
se opta por la propuesta de Carlos Mugica de que dos curas que trabajasen en
las villas sean los elegidos, entonces Botán y Ricciardelli, van a acompañar
a Perón en su regreso definitivo en representación de los pobres.
En ese vuelo que llega al país el 20 de junio viajaban muchas espectativas
que, a su llegada, se encuentran, sin poder aterrizar, con el panorama de la
masacre de ezeiza, un enfrentamiento entre dos alas extremas peronistas que
deja un saldo de gran cantidad de muertos, un enorme indicio del baño
de sangre que aguardaba a nuestro país.
El Movimiento estaba virtualmente quebrado, se produce un nuevo encuentro al
que muchos deciden no asistir, en los meses siguientes fracasan todas las tentativas
de reestructurarlo, toda la voluntad de unidad que se había hecho fuerte
en resistencia a los gobiernos militares se estaba desvaneciendo ante los conflictos
de las contradicciones del gobierno peronista. Perón asume la presidencia
con más del 60% de voto del electorado, con la fórmula Perón-Perón
y con la figura del designado Ministro de Bienestar Social, José López
Rega, en quien muchos vieron al Rasputín del último círculo
áulico que rodeó a Perón. El Presidente le ofrece un cargo
ad-honorem al p.Mugica en ese Ministerio el que es aceptado por el "cura
rubio" pensando en sus "villeros" y la necesidad de los pobres
que tanto habían esperado el retorno de su líder, pero ante las
presiones que sufre y los fuertes enfrentamientos con López Rega, Mugica
deja el puesto de asesor ya en el mes de marzo, sus desacuerdos con el titular
de la cartera ante el plan de erradicación de villas frente a la proposición
de Mugica y los habitantes de Retiro de realizar cooperativas populares con
su propia mano de obra para obtener una vivienda digna, serán el detonante.
Meses más tarde, el asesinato del p.Mugica, la muerte del Gra.Perón
y la situación de violencia y desconcierto general, encontrarán
a la mayoría de los integrantes del MSTM diseminados. La jerarquía
eclesiástica, que nunca acompañó al MSTM, que aparentemente
permitió las persecuciones de sus integrantes y que tampoco tuvo interés
de indagar en los asesinatos de sus integrantes, esta vez sí se hacía
oír cuando López Rega aparece en el escenario de la Argentina
como una especie de primer ministro, presionando a la primera mandataria, Isabel
Perón que, dada la molestia que ocasionaba a estas jerarquías
que semejante personaje no ensalzara a los representantes de la Iglesia Católica
y sí mostrara públicamente pácticas "no católicas"
tuvo que darle otro destino enviándolo como embajador extraordinario
al exterior, pero ya era julio de 1975, el MSTM estaba prácticamente
destruído y el p. Mugica había sido asesinado, sin que nadie,
desde el "poder" quisiera saber qué pasó. ¿Cómo
reflexionaba el Padre Mugica respecto su propia religiosidad?
"La originalidad del mensaje de Cristo"
"Pienso que hoy, como una reacción precisamente a todo ese cristianismo
trascendentalista y espiritualista, se tiende a reducir el mensaje de Cristo
a un mensaje de redención humana o redención social, y eso no
es hacerle justicia a Cristo. Si bien el compromiso cristiano pasa por el compromiso
revolucionario para asumir incluso una transformación radical de las
estructuras sociales, políticas, económicas y culturales, sin
embargo Cristo es mucho más ambicioso que un revolucionario.
Cristo no pretendió inaugurar un nuevo orden social, un nuevo orden político.
Cristo pretende inaugurar un nuevo tipo de existencia, la existencia del ser
divinizado. Sartre define muy bien al hombre como esencialmente, apetito de
ser Dios, y luego concluye con su lógica inexorable: es así como
Dios no existe, por lo tanto el hombre es una pasión inútil. Precisamente,
Cristo viene a decir al hombre que sí es posible acceder a la dimensión
divina. Porque como dice San Agustín, el hijo de Dios se hace hombre
para que el hombre se haga Dios. Entonces, lo que Cristo pretende del hombre,
lo que le ofrece al hombre no es simplemente un orden más justo, más
fraternal. Pues aunque todas las necesidades del hombre estuvieran satisfechas,
aunque no hubiera más injusticias sociales, ni explotación, ni
enfermedad, ni neurosis, igual Cristo tendría su palabra original para
ofrecer al hombre: la posibilidad de acceder a la divinidad, de entrar en una
dimensión en la cual el hombre jamás hubiera podido entrar por
sí mismo. Pues fue necesario que Dios se lo revelara a través
de su hijo Cristo, que es el hombre pleno, porque en el fondo es el hombre Dios.
De ahí que el misterio fundamental de Cristo para un cristiano es su
Resurrección, y por eso Pablo dice:"si Cristo no resucitó,
los cristianos somos los más tontos de los hombres porque creemos en
alguien que nos ha engañado", y es así donde entra la dimensión
de la fe.
Para mí personalmente si Cristo no resucitó, si Cristo no es el
hombre, Dios no me interesa. Será un hombre importante como fue Gandhi,
como fue Mahoma, como fue el "Che" pero no es el hombre que soluciona
el problema radical del ser humano, que es la muerte, que es el límite,
diríamos así, de la contingencia.
Porque el hombre es imagen y semejanza de Dios y Cristo le da al hombre un valor
absoluto, la iglesia toma conciencia y nos enseña que no hay que separar
la creación de la redención en la Biblia sino que Dios es el gran
creador, que Dios no es pasividad sino vida. Dice Cristo:"Mi padre está
obrando siempre". La iglesia nos enseña a través del concilio
que el hombre el co-creador con Dios y que la gloria de Dios es que el hombre
viva. Dios no hace milagros, el milagro que hace Dios es darle al hombre la
libertad, de modo que el hombre que crea el arte a través de la pintura,
la arquitectura, etc. está glorificando a Dios, lo sepa o no lo sepa.
El hombre necesita una atmósfera de libertad para poder expresarse, es
decir en el fondo el sistema que padecemos no tiene confianza en la vida ni
en el hombre, y yo pienso que Cristo nos enseña de una manera maravillosa
a creer en la vida y que hay que tener confianza en el hombre.
Fundamentalmente, el sistema que padecemos hoy en la Argentina, ha sido condenado
claramente por los obispos cuando ellos dicen que se caracteriza por dos elementos
nefastos: 1) una reducción económica, una concepción global
de la economía en la cual el hombre está puesto al servicio de
la economía en lugar de estar puesta la economía al servicio del
hombre, ya que el motor de la economía en nuestra patria es el lucro,
y 2)la subordinación de lo social a lo económico, lo cual trae
como consecuencia la miseria, las migraciones, la desocupación y la disminución
de la capacidad creadora del pueblo. Hoy un creador tiene que vivir en cierta
manera a contracorriente, pero eso no me preocupa demasiado: pienso que siempre
los creadores fueron un poco seres que vivieron en la dificultad, que realizaron
sus creaciones un poco en el dolor, en la lucha, en la dificultad. Como dice
Saint-Exupéry, el hombre se realiza frente al obstáculo."
p. Carlos Mugica 14
"A un año de la muerte del Padre Carlos Mugica
Movimiento de sacerdotes para el Tercer
Mundo,Capital.
En la tarde de su muerte Carlos Mugica proclamó el evangelio de la postrera
Misa que se celebrara:"En esto conocerán que son mis discípulos:
si se aman unos a otros como yo lo he amado."
Y Jesús nos amó hasta la muerte. Bajo esta luz cobra nueva dimensión
sus últimas palabras:"Ahora más que nunca debemos estar junto
al pueblo."
A un año de su muerte, creemos que el principal homenaje es descubrir
el desafío que su vida-y por supuesto su muerte-dirige a todo cristiano
que quiere realmente serlo.
Con el correr de los meses la personalidad del Padre Carlos se proyecta más
claramente en aquello que fue manifestado por él con toda energía:
el sacerdote.
Lo vivió en la Iglesia Católica, que no teme enfatizar la preferencia
de Jesús por los pobres, los humildes, los pecadores.
"Todo cristiano, precisamente por ser cristiano, debe colocarse del lado
de los necesitados. Debe ponerse a disposición para asistirlo en sus
necesidades más urgentes. Debe comprometerse a sí mismo para ayudar,
como sea, a la construcción de un mundo mejor, de un mundo más
justo...Este año santo nos exige un testimonio de completa solidaridad
para con todos aquellos con quienes Jesús se identificó de un
modo particular"(Pablo VI, 12-2-1975.)
Lo vivió a través del compromiso con sus hermanos del Movimiento
de sacerdotes para el Tercer Mundo.
Junto con ellos advirtió que "estamos en el umbral de una nueva
época histórica de nuestro continente, llena de un anhelo de emancipación
total, de liberación de toda servidumbre, de maduración personal
y de integración colectiva"(Obispos en Medellín, Introducción,
4.)
Siguiendo esas convicciones –que son las de la Iglesia- tratamos de hacernos
presentes en el difícil camino del proceso popular que procura romper
estructuras de dependencia para plasmar un proyecto de justicia, liberación
y soberanía. Para iluminación de este proceso nos ofrecemos como
instrumento de la Iglesia aportando lo mejor de su tesoro: la luz de la fe y
la fuerza de los Sacramentos.
Este compromiso no es ninguna novedad en América hispánica.
Desde sus comienzos los obispos y sacerdotes asumieron un fuerte liderazgo religioso
con serias repercusiones en las actitudes políticas, económicas
y culturales de nuestros pueblos.
El padre Carlos Mugica puede inscribirse entre quienes buscan hacer del sacerdocio
una audaz aventura en un mundo que necesita con urgencia preparar el Reino de
Dios.
Laicos, sacerdotes, religiosos, obispos, todos, nos sentimos interpelados y
acompañados por quién, más allá de las palabras,
quiso hacer suyo el amor de Jesús por los pobres, para convertirse en
servidor de su pueblo.
Así hacemos nuestra la frase que el día de su muerte un villero
redactó bajo el dibujo de una cruz coronada de flores:
Un sacerdote cae muerto
¿Quién se anima a seguirlo? " 15
Trasladan a la villa 31 los restos de Carlos Mugica.
Bergoglio rezó por los "SILENCIOS CÓMPLICES"
Procesión: el féretro fue llevado a pulso desde la Iglesia del
Pilar hasta la parroquia Cristo Obrero: de allí salió hace 25
años.
La bandera se veía desde lejos y flameaba con furia. Decía "Villa
31". La sostenía con dificultad un chico de 12 años que no
conoció a Carlos Mugica, pero que sabe casi todo de él: vive en
Retiro, cerca de la capilla Cristo Obrero, donde el sacerdote cumplió
con su apostolado hasta que lo acribillaron a balazos en 1974.
La bandera estaba escrita con letras rojas y salió ayer, muy temprano,
de la Villa 31: su abanderado la puso bien en alto, frente a la Iglesia del
Pilar, en la Recoleta, de donde partieron en procesión los restos del
sacerdote. Desde ayer, un nicho grande, muy grande, construído en la
entrada de Cristo Obrero, es la nueva sepultura de Mugica, "el cura villero",
como dijeron ayer, "el sacerdote que se desveló por la suerte de
los pobres", como recordó el cura Héctor Botán, durante
la misa celebrada en la villa. Como hace 25 años Hubo rostros emocionados
cuando el féretro de Mugica comenzó a partir de la Recoleta. Otro
tanto ocurrió hace 25 años, cuando también a pulso lo trajeron
desde Cristo Obrero, donde lo habían velado.
"A mí me molieron a palos en 1974 cuando sacamos el cajón
para llevarlo al cementerio", dijo Rubén De Alba, que llevaba una
antorcha encendida y los ojos con lágrimas.
Se quebró al recordar: "Yo era militante de la jotapé y ese
día la policía nos golpeó como para matarnos", dijo.
Y ya no disimuló el llanto.
Extraño lo que el hombre contaba, porque mientras hablaba de la policía
que lo golpeó, a su lado pasaban varios efectivos de la federal que custodiaron
la trayectoria del cajón en todo su recorrido, incluso dentro de la villa.
Extraño ver a la policía cuidando a esas cuatro cuadras de villeros
que marcharon con las imágenes de las vírgenes de Copacabana y
de Caacupé, con banderas del Paraguay y de Bolivia y con las consignas
que, seguramente, dijeron hace 25 años pero a contramano: pan, techo,
trabajo.
También había familiares de Mugica, como su hermana Carmen, amigos
de la familia y una treintena de sacerdotes de todas las diócesis de
la Capital y de la provincia, como Eduardo de la Serna, que vino desde Quilmes
para honrar la memoria de Mugica.
La procesión partió a las 14.30 desde el Pilar y cruzó
la plaza hasta Libertador, mientras algunos mimos simulaban ser La Piedad y
un tanguero interpretaba "Mano a Mano". Hubo altos en el camino para
rotar a los portadores del cajón.
En la villa, mezclado entre quienes le dieron la bienvenida a la procesión,
estaba el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Bergoglio, que caminó
por las callecitas de la villa hasta llegar a Cristo Obrero, donde se celebró
una misa.
"Oremos por los asesinos materiales, por los ideólogos del crimen
del padre Carlos y por los silencios cómplices de gran parte de la sociedad
y de la Iglesia", dijo Bergoglio a los fieles.
Héctor Botán arrancó lágrimas cuando contó
parte de la vida de Mugica y también sonrisas: "El decía
.."cuando una mujer te hace picar la espalda, mejor rajemos", recordó.
Hubo murgas y cantos. Y el comienzo del desfile de devotos, por lo que ya se
considera un santuario.
Alejandra Rey
Copyright 1999 La Nación16
Conclusiones
De acuerdo con el material investigado el sacerdote Carlos Mugica, pudo haber
tenido una vida cómoda y sin sobresaltos llegando a ocupar un cargo en
las altas esferas de la jerarquía eclesiástica por pertenecer
a una familia de clase alta porteña, sin embargo ha quedado demostrado
que decidió renunciar a los privilegios para dedicar su sacerdocio a
los pobladores de la villa de Retiro. Hoy podría decir que realizó
una clara opción por los pobres.
También se evidencia, de acuerdo con las afirmaciones de las personas
entrevistadas y publicaciones de la época, que había llegado a
un total convencimiento de que como cristiano debía participar en política
para transformar la sociedad y debía hacerlo en el peronismo porque lo
consideraba la única forma de estar "del lado de los pobres",
además de observarse, en su persona una "especial" admiración,
me animaría a decir hasta extremadamente idealizada, de la figura del
General Perón, acontecimiento muy especial en su vida que lo llevó
a integrar la comitiva que acompañó al viejo líder en su
retorno al país tras dieciocho años de exilio.
Probablemente, el gran error de Mugica haya sido haber aceptado un cargo de
asesor ad honorem en el ministerio de Bienestar Social que encabezaba José
López Rega y la ingenuidad que manifestaba, de acuerdo a quienes lo conocieron
muy bien, suponiendo que, desde ese lugar, iba a poder hacer más por
sus "villeros".
A la luz de los acontecimientos, entiendo que estamos en presencia de un sacerdote
íntegro, muy religioso y obediente de la jerarquía eclesiástica
que, ante la enorme cantidad de riesgos que permanentemente corría, llegó
a declarar que, de lo único que tenía miedo era de que el arzobispo
lo echase de la iglesia.
Sin duda carismático, generoso, polémico y apresurado, el padre
Carlos condensa en su figura los ideales y contradicciones de la generación
del 70’, aquella en que los argentinos sintieron que realmente estaba en sus
manos cambiar la historia.
Por lo que se ha visto, Mugica, en sus últimos tiempos se debatió,
transitando la vida entre las amenazas de la Triple A y los Montoneros más
la presión del episcopado y, todo indica que fue López Rega quien
decidió primero que tenía que desaparecer.
Considero que no quedan dudas de que se trató de un revolucionario pacífico,
alguien que jamás hubiera empuñado un arma de fuego porque demostró
que no estaba dispuesto a matar, sí a morir. Sin embargo, se escucharon
voces que lo acusaron de violento y lo relacionaron con la guerrilla de la época,
evidentemente, él conoció a tres jóvenes estudiantes, siendo
asesor de la Acción Católica en el Colegio Nacional Buenos Aires,
Firmenich, Ramus y Abal Medina, que más tarde serían los fundadores
de la agrupación Montoneros.
A partir de su muerte su figura se agigantó incluso en quienes lo denostaron,
ya que desde ese momento comenzaron a aparecer publicaciones que hablaban de
una breve pero intensa vida de entrega, en una etapa crucial de la historia
argentina, tanto en lo político como en lo eclesial, un período
controvertido en el cual Mugica perfectamente podría ser un referente,
tal vez un símbolo, alquien que se lo apoyara o se lo cuestionara, suscitaba
sentimientos diversos, pero nunca el de la indiferencia.
Fuentes Consultadas
Bibliografía
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Vernazza, Jorge. "Una vida con los pobres: los curas villeros". Bs.Aires,
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Entrevistados
Mugica, Marta, hermana menor del p. Carlos Mugica.
p. Farinello, Luis.
p. Ramondetti, Miguel
Msñor. Musto, Osvaldo
Mayol, Alejandro, amigo personal del p. Carlos Mugica.
De Biase, Martín, escritor y periodista.
Folletos
Carlos Mugica,"El católico frente a los partidos políticos",
Buenos Aires,
colección
"Poco y bueno", Nro. 105.
Red de Jóvenes Carlos Mugica. "El desafío de construir una
sociedad donde quepan
Todos/as. Red Fe y Política. Comunidad Florencianos, febrero/2000.
Documentos digitales en Internet
La Nación Line,(10-10-99), "Bergoglio rezó por los silencios
cómplices".
Padre Eduardo de la Serna, "El padre Mugica, su vida".
Clarín Cultura y Nación. Nestor Kohan, "Estudio sobre la
iglesia de los años 60,
Religiosos y militantes."
Programa de Radio
"El colador", Radio El Mundo, (AM 1070), Sacerdotes del Tercer Mundo,
Buenos Aires, 30-06-2000.
AGRUPACION LA DIGNIDAD REBELDE ( A.L.D.R.)