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La Lucha continúa

19 de febrero del 2002
Los sin tierra de Argentina
El campito del juez

CORREPI
Cerca de un millar de pobres, reclamando su derecho a tener un vivienda digna, ocuparon hace unas semanas un predio improductivo en la localidad de Florencio Varela [provincia de Buenos Aires]. A plena luz del día, sin clandestinidad ni forzamiento, incluso invitados por los típicos punteros del P.J., comenzaron a construir sus humildes casas. El lugar es un terreno amplio pero yermo y que antes que arribaran los ocupantes era un enorme basural. A sus alrededores hay otros asentamientos. O sea, propiedad privada improductiva.
Pero su dueño es nada menos que el juez civil de Quilmes, Dr. Dreyer que, aunque lo recibió por herencia, nada tenía que reinvindicar de su campito, hasta que los "negros" se le metieron. Cuando los "muchachos peronistas" se enteraron de quien era el dueño, dejaron a las familias en banda.
Y como la inmaculada familia judicial fue afectada, inmediatamente el Poder Judicial se puso a disposición del bendito derecho de propiedad del magistrado. Y así el fiscal Farina ordenó el procesamiento de todos los terribles delincuentes que osaron ingresar en el campito de Su Señoría. Y allí fue la policía bonaerense y con el cuento que "los iban a censar, para hacerles entrega de las tierras" (maniobra infame aprovechando la buena fe y la necesidad de la gente y a la que no puede ser ajeno el fiscal) los identificaron a todos. Entonces el Ministerio Público ordenó la imputación de alrededor de 300 ocupantes. Los excluidos recurrieron a la CORREPI para su defensa. El compañero Claudio Pandolfi junto al Dr. Pedro Serra (del colectivo de abogados Justicia y Compromiso) asumieron la defensa de los desposeídos.
Se decidió que todos los imputados declararan, cosa que enfureció al fiscal y a la jueza de garantías Miski. Los motivos del enojo judicial: odio de clase contra los sectores oprimidos, ya que van a tener que trabajar durante meses tomandoles declaración. Por último, que saben que de esta manera se le dilata el objetivo primordial, que el campito vuelva a manos del juez, el que, obviamente, nada hará con esas tierras.
A todo esto el juez Dreyer, frustrado ya que no podía echar a los "negros" inmediatamente, inició ante su mismo fuero una acción de desalojo urgente sin escuchar a los ocupantes. Pero el tiro también le salió mal, ya que el oficial de justicia no pudo llevar adelante la medida por las impugnaciones de la defensa de los ocupantes.
A partir de la semana que viene, el fiscal Farina comienza a indagar por el delito de usurpación a los "sin techo". CORREPI junto a colegas de Justicia y Compromiso y a los compañeros del CEPRODH los asistirán.