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Buenos Aires, 28 de marzo de 2002
Carta abierta al Presidente Eduardo Duhalde, a
la dirigencia política, a la burocracia sindical:
Vemos con horror el panorama social de nuestro país donde la muerte, el hambre, la desocupación son los protagonistas del estado de deterioro del sistema político.
Los piqueteros se convirtieron en la pequeña llama de esperanza que calienta e ilumina a muchos de nosotros. Las asambleas barriales crecen y se aglutinan con toda clase de problemas donde la intervención de los dirigentes políticos de izquierda trata de copar o imponer sus decisiones.
Desde el poder se escuchan frases como "no nos preocupa el dólar". Por otro lado el presidente dijo "al que puso dólares se le devolverán dólares", "habrá solidaridad para todos". La Chiche Duhalde promete planes trabajar y bolsas de comida, ni hablar de trabajo digno, eso ni se nombra. Sabemos que la intención de Chiche es repartir entre los gobernadores el dinero que llegue de la Iglesia, de Europa y lo que su marido le dé, éste es el negocio. Para que los gobernadores apoyen la gestión de Duhalde, se reparten los mangos para permitirle seguir robando.
Mientras tanto al pueblo, cuando lucha, cuando hace piquetes, corta las rutas, cuando se lleva comida de los supermercados se lo acusa de terrorista. Y se vota contra Cuba en Naciones Unidas porque Argentina dice que en Cuba se violan los derechos humanos. Y se ofrece al gobierno de Colombia entrenamiento de pilotos de helicópteros para combatir a la "guerrilla terrorista".
Nos preguntamos: ¿dónde está el terrorismo?
El terrorismo está en el Presidente, los gobernadores, los diputados, los senadores, los concejales que esquilman a la república. Cada uno de ellos tiene sueldos mensuales que pasan los cinco mil dólares, más los gastos reservados, mujer, amante, 5 secretarias, 25 empleados, casas de veraneo , 2 o 3 autos, pasajes en avión y cuentas en las Islas Caimán donde depositar todo lo que roban por mes.
En cambio los revolucionarios, nuestros hijos antes, y ahora la guerrilla colombiana de las FARC, los Sin Tierra brasileños, los Zapatistas mexicanos entre otros, se ponen al servicio de sus pueblos para combatir el hambre, la miseria, el analfabetismo, la falta de protección a la salud. Ofreciendo lo más preciado, sus vidas, en defensa de sus pueblos.
Nadie se imagina a Tirofijo de las FARC, ni a Stédile de MST, ni a Marcos, el comandante zapatista. viajando en limosinas o en un Mercedes Benz. Tampoco los podemos imaginar nadando en una piscina de un country o en Miami.
Entonces ¿donde existe el terrorismo? En las instituciones, en los gobiernos sirvientes de las grandes multinacionles, de los bancos y del imperialismo de EE.UU. que lo consumen todo como un cáncer.
Nunca un revolucionario es terrorista porque no quiere nada para él ni para su familia, todo lo entrega. Nuestros piqueteros que ocupan las rutas con sus mujeres y sus niños, ponen sus cuerpos valientes para exigir trabajo, no prebendas ni favores. Los diputados y senadores que junto a los jueces, defienden sus beneficios y sueldos como no son capaces de defender las causas del pueblo.
La Asociación Madres de Plaza de Mayo, junto a todos los que luchan, no vamos a permitir el estado de sitio, ni trasnochadas de militares asesinos que junto a algunos políticos ladrones se atrevan a pensar en implantar un nuevo gobierno sirviente de EE.UU.
Combatimos y resistimos al terrorismo del estado. Exigimos la libertad de todos los presos políticos y el desprocesamiento de todos los luchadores populares.
La Asociación Madres de Plaza de Mayo está decidida a entregar hasta la última gota de sangre, hasta el último suspiro, hasta el último latido de nuestro corazón que late al compás del corazón de nuestros amados hijos que donde estén nos siguen iluminando.
La vida solo vale vida, pero vale cuando uno la entrega para que otros coman, para que otros sueñen, y sobre todo para unir nuestras gargantas exigiendo:
¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!
¡Ni un paso atrás!
Hebe de Bonafini
Presidenta