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AVANZA LA CAUSA SOBRE LA MASACRE
DE DICIEMBRE
Policías
cerca de la cárcel
Por Adriana Meyer
"Responsables políticos"
Los policías federales que asesinaron a cinco personas el 20 de diciembre
irán presos. Los fiscales Luis Comparatore y Patricio Evers pidieron
que fueran llamados a declaración indagatoria una veintena de agentes
identificados como los que apretaron el gatillo durante la batalla de Plaza
de Mayo. Acusados de homicidio agravado, no tienen posibilidades de seguir
en libertad y así lo dispondría la jueza María Servini
de Cubría tras escucharlos e interrogarlos, a partir de la semana próxima
cuando empiecen a desfilar por su juzgado tras los interrogatorios del ex
jefe de la Policía Federal Rubén Santos y del ex secretario
de Seguridad Enrique Mathov (ver aparte). Además, la magistrada estudia
la posibilidad de decretar la inconstitucionalidad del decreto por el cual
el ex presidente Fernando de la Rúa estableció el estado de
sitio antes de retirarse del poder, tal como solicitaron los fiscales en su
dictamen de ayer. Servini decidió interrogar también al ex viceministro
del Interior Lautaro García Batallán para que confirme si el
ex presidente Fernando de la Rúa y su entorno en la residencia de Olivos
ordenaron la represión, tal como dijeron los diputados Luis Zamora
y Marcela Bordenave.
La declaración que prestará el ex funcionario delarruista será
testimonial, por lo cual está obligado a hablar y bajo juramento de
decir la verdad, aunque aún no fue determinada la fecha. Zamora y Bordenave
sostuvieron que en una conversación mantenida aquella mañana
el propio García Batallán les dijo que era necesario tener "despoblada"
la Plaza de Mayo para negociar el no alejamiento de De la Rúa del Gobierno,
y que por eso la represión habría sido una decisión que
tomó el ex presidente con su entorno. La idea era que la represión
televisada disuadiera a la gente de seguir acudiendo a la plaza. García
Batallán ya contestó que esa fue una interpretación "descabellada
y absurda" por parte de los legisladores. Comparatore y Evers pidieron la
indagatoria de un grupo oficiales y suboficiales que reprimió con gases
y escopetas 12.70, cargadas con perdigones de plomo en lugar de cartuchos
antidisturbios, en la Plaza de Mayo, la Plaza de los Dos Congresos, en el
tramo de Avenida de Mayo desde Casa de Gobierno hasta avenida 9 de Julio y
cerca del Obelisco. A través de videos (de canales de televisión
y aficionados) y las precisiones que aportaron los testigos que declararon
en la fiscalía pudieron ser identificados una veintena de policías,
entre los cuales se encuentran los autores materiales de los cinco asesinatos.
Los investigadores se negaron a dar más precisiones y pidieron a la
jueza que implante el secreto de sumario. Sin embargo, Página/12 pudo
saber que en ese grupo se encuentran los efectivos de civil que tiraron desde
un Fiat Palio hiriendo a Martín Galli y matando a Alberto Márquez.
Tras una relectura de los artículos 23, 75 y 99 de la Constitución
Nacional los fiscales concluyeron que el ex presidente De la Rúa, además
de estar imputado en la causa por homicidio agravado, habría incurrido
en violación de sus deberes de funcionario al decretar el estado de
sitio que rigió en Argentina a partir del 20 de diciembre. Consideran
que no estuvo dada la situación que lo justificaba. Pero, más
importante, entienden que la medida que suspende las garantías constitucionales
debió haber sido dictada por el Congreso, que por esas horas estaba
sesionando en forma extraordinaria. La jueza Servini analiza el planteo de
los fiscales pero quienes conocen sus convicciones aventuraron ante este diario
que aceptará el razonamiento. Esto es, declararía la inconstitucionalidad
del decreto en el cual se amparó la represión del 20, de inéditas
dimensiones.
De hecho, el comisario mayor Norberto Gaudiero, que condujo las operaciones
represivas, declaró que cuando le comunicó a Santos la orden
de Servini de frenar el procedimiento el ex jefe de la Federal respondió
que "el estado de sitio está por encima de la Justicia". Si el estado
desitio fue inconstitucional los acusados de este caso pierden su principal
argumento de defensa.
En un extenso dictamen, los fiscales pidieron secuestrar los automóviles
no identificados con los que se movió la Policía aquel día,
y el armamento utilizado que no fue secuestrado en las primeras horas, para
someterlo a los peritajes correspondientes. También citaron al gerente
de la sucursal del HSBC que funciona en Avenida de Mayo 701 donde murió
Gustavo Benedetto, quien murió al ser baleado desde adentro del edificio,
y a una chica que aseguró haber visto desde su balcón cómo
le dispararon desde un Fiat Palio a Diego Lamagna, que cayó muerto
en la esquina de Bernardo de Irigoyen e Hipólito Yrigoyen. Además,
los investigadores buscan los testimonios de unos 150 heridos leves. Hay otro
testigo en condiciones de identificar a un policía que disparó
montado en una moto, por lo cual solicitaron a la Federal la nómina
de los efectivos que reprimieron motorizados.