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9 de
febrero del 2002
Insurrección y movilización popular en Argentina
El Argentinazo
Ariel Ogando
Wayruro
"La defraudación post-electoral casi no tenía costos para el
gobernante. Después de lo acontecido en estos días una nueva
estafa como ésas puede originar un brote de indignación popular
que no se detenga respetuoso ante las puertas de la Casa Rosada o las residencias
de los ministros, sino que alimente el deseo de dar un castigo ejemplar a
los responsables de la nueva frustración.
Y si ése llegara a ser el caso no alcanzarían todos los batallones
policiales para contener a una ciudadanía empujada por la desesperación
a resolver por medio de la acción directa lo que las instituciones
son incapaces de procesar"
Atilio Borón
Intentar narrar lo sucedido en el último mes en la Argentina,
nos lleva a repasar lo ocurrido en la pasada década de los noventas.
En 1989 asume la Presidencia Carlos Menem, del Partido justicialista, prometiendo
"Salariazo y Revolución Productiva", a los pocos meses y en
alianza con los sectores del capitalismo financiero, deja en el olvido esta
propuesta y plantea una política neoliberal, cuyos ejes son la privatización
de empresas públicas (agua, luz, gas, teléfonos, líneas
aéreas, empresas petroleras, autopistas, etc, etc.), liberalización
de la economía, virtual dolarización de la economía mediante
la Ley de Convertibilidad, entre otros temas.
El FMI y el Banco Mundial aplauden al gobierno Argentino y a su ministro de
economía "estrella" Domingo Cavallo, el "modelo argentino de desarrollo",
esta en la boca de los directivos del Fondo Monetario.
El país recibe prestamos de miles de millones de dólares que
benefician a sectores concentrados de la economía y sirven para enriquecer
a toda una camada de funcionarios corruptos cómplices del endeudamiento.
Crece la brecha entre ricos y pobres, la desocupación trepa en un par
de años del 6% aproximadamente, al 14%. Menem deja el país en
la ruina, con una deuda externa superior a los 130.000 millones de dólares,
un déficit fiscal de 12.000 millones de dólares, un pobreza
que alcanza al 40% y una población con problemas del empleo superior
al 30%.
En 1999, luego de una década del mas descarnado neoliberalismo, Fernando
De la Rua gana las elecciones (a Eduardo Duhalde del Partido Justicialista),
con una Alianza de partidos, prometiendo en su plataforma de gobierno combatir
las políticas económicas del menemismo, generar empleo, y luchar
contra la corrupción.
El gobierno Delarruista fue sin lugar a dudas, uno de los mas inútiles
e ineficientes de la historia. Lejos de cumplir sus promesas acentuó
las políticas del ex presidente Menem, causando la virtual quiebra
del Estado Nacional, el desempleo siguió creciendo llegando prácticamente
al 20%, (sumando a esta cifra el subempleo, los argentinos con problemas
de trabajo llegan casi al 50% de la población económicamente
activa) la deuda externa siguió creciendo llegando a los 170.000
millones de dólares.
Las recetas Fondomonetaristas mostraron su cara mas cruel de pobreza y desempleo,
desde estos organismos internacionales, sin embargo, se insistía con
mas ajuste a los sectores populares, menos gasto social, etc., etc.
La respuesta desde los trabajadores
Sin embargo, frente a la política de los gobernantes, distintas manifestaciones
de lucha antimodelo se hicieron presentes en la Argentina, durante los primeros
años de la década de los noventa. En estas luchas participaron
las distintas vertientes del sindicalismo opositor (MTA, CTA, CCC) junto a
los trabajadores desocupados, grandes actores de esta década.
Las llamadas "crisis provinciales" encabezadas por lo general por el sindicalismo
estatal hicieron frente a los planes neoliberales en las provincias. Así
Jujuy estalló en 1991 primero y en 1994 después haciendo caer
a varios gobernadores que intentaban sin éxito aplicar ajustes y despidos
en el sector estatal; en 1993 el "Santiagazo" en la provincia de Santiago
del Estero, fue una masiva muestra contra las prácticas políticas
locales, donde fueron quemadas por los manifestantes la Casa de Gobierno junto
a las casas de los principales dirigentes políticos del lugar, sospechados
de corrupción. En otras provincias como Catamarca, Tucumán,
Chaco, Formosa, Corrientes los trabajadores también se movilizaron
contra el modelo y frente a la destrucción de aparato productivo regional
por parte de las políticas menemistas.
Hacia 1996 irrumpen en la vida social los desocupados con su nuevas formas
de lucha "los piquetes y los cortes de ruta". La provincia de Neuquén
primero, Jujuy, Salta, Santa Fe, Buenos Aires (La Matanza) son los escenarios
donde en principio se desarrolla la protesta. Los cortes de ruta surgen entonces
como la materialización de la lucha y el lugar donde se visualizan
las necesidades de un sector de los trabajadores expulsados del circuito productivo
por este capitalismo neoliberal, cuya principal característica es la
exclusión de grandes masas de la población. Los desocupados,
los nuevos (los jóvenes que todavía no trabajaron nunca porque
no encuentran trabajo) y los viejos desocupados (obreros del surco,
las minas, la explotación petrolera, ex trabajadores del Estado,
etc.) son los grandes protagonistas de esta historia. Los desocupados
crecieron desde 1996 en organización y lucha, siendo hoy uno de los
principales eslabones de la lucha antimodelo en la Argentina.
Así llegamos a otro momento de la lucha antimodelo, la que arrastró
a la lucha a amplios sectores de la clase media, estos sectores reacios a
las movilizaciones de los trabajadores, críticos muchas veces a los
cortes de ruta, fueron también duramente golpeados por las políticas
impuestas en esta última etapa, (rebajas de salarios, impuestazo, etc)
radicalizando sus posturas y empujándolos a la lucha. Esta clase media
se hizo visible claramente en las elecciones de octubre de 2001, donde el
denominado "voto bronca" apareció como un escalón mas de la
lucha encarada por el pueblo argentino y donde las distintas manifestaciones
de esta forma de votar contra las políticas del gobierno (voto en
blanco, no voto, voto impugnado, etc) constituyeron la primera fuerza
con mas de 9.500.000 votos. Así llegamos al diciembre del Argentinazo.
Las palabras de Heinz Dieterich Steffan resultan explicativas del proceso
vivido en la Argentina y en otros países de Latinoamérica; "el
modelo neocolonial que sufre la Patria Grande (Latinoamérica) hace
imposible la sobrevivencia de sus pueblos y, crecientemente, de sus clases
medias. Y al levantarse contra el yugo neocolonial de los banqueros internacionales
y nacionales y sus elites políticas, han logrado repetidas veces neutralizar
al aparato represor militar y derrocar o sustituir a los gobiernos neoliberales
impuestos por Washington"
El denominado Argentinazo, fue la síntesis destilada por 10 años
de políticas antipopulares y corruptas, que ya habían mostrado
su fracaso en el Perú de Fujimori, el Ecuador de Bucaram, la Venezuela
de Pérez, el México de Salinas de Gortari, etc.
El argentinazo, paso a paso.
Los primeros días de diciembre de 2001, el gobierno reacciona
tardíamente para frenar la fuga de los depósitos bancarios (ya
se habían retirado alrededor de 20.000 millones de dólares,
del circuito financiero, con la complicidad de funcionarios y banqueros)
el Ministro de Economía de la Presidencia De la Rua, Domingo Cavallo
impone restricciones para el retiro de dinero de los pequeños ahorristas;
por 90 días solo se podrá retirar hasta 250 dólares semanales.
Esto comienza a generar tensión en distintos sectores que temen por
la caída de los bancos y la perdida de sus ahorros.
El 5 de diciembre, y luego de idas y vueltas el FMI pide mas ajustes y anuncia
que no desembolsará el dinero pactado con Argentina (1.264 millones
de dólares) empujando al país a una situación aun
mas difícil, el Premio Nóbel de Economía Joseph Stiglitz
decía respecto del FMI y su política hacia Argentina "Se
suponía que la austeridad fiscal iba a restaurar la confianza. Pero
las cifras del programa del FMI eran ficticias; cualquier economista podía
haber predicho que las políticas de ajuste del gasto incitan a la recesión
y que los objetivos presupuestarios no serían alcanzados. No hace falta
decir que el programa del FMI no alcanzó sus metas. Rara vez se recupera
la confianza cuando una economía cae en una profunda recesión
y en un porcentaje de desempleo de dos dígitos."
El 13 de diciembre, una huelga general, en rechazo a la marcha económica
del país, paraliza a Argentina, la situación se recalienta.
Ese día se conocen las cifras del desempleo 18,3 por ciento .
El 14 de diciembre comienzan los saqueos a supermercados y comercios por parte
de ciudadanos empobrecidos, el país en busca de alimentos, La dramática
situación de millones de Argentinos indigentes se hace visible en el
robo de mercadería, un país construido en base a la producción
de alimentos, mata de hambre a sus habitantes, las contradicciones hacen estallar
al poder político.
Durante los días sucesivos se recrudece el conflicto, trabajadores
desocupados, jóvenes, sectores empobrecidos se plantan frente a grandes
supermercados en busca de alimentos. Acá se visualizan dos sectores,
uno corresponde a los sectores mas organizados en las demandas, movimientos
de trabajadores de desocupados, organizaciones gremiales y políticas
que exigen la entrega de alimento frente a los grandes hipermercados transnacionales
(Wall Mart, Carrefour, Norte, etc.) por el otro, grupos de habitantes de barriadas
y villas pobres, con pocos niveles de organización que arrasan con
todo lo que encuentran a su paso, caen así pequeños comerciantes
al igual que grandes tiendas. El presidente, no advierte la gravedad de la
situación y declara "Se esta exagerando. No es tan grave, hay algunos
problemas en el Gran Buenos Aires", el país estalla, las provincias
donde se producen saqueos suman 11.
El 19 de diciembre ya son miles los comercios saqueados en todo el país,
el gobierno argentino decreta el estado de sitio por 30 días. La Cámara
de diputados, frente al descontrol, deroga los poderes especiales que tiempo
atrás había dado al del ministro de Economía. De la Rúa
dirije un mensaje por cadena nacional, que las protestas fueron organizadas
por "enemigos de la república", el presidente sigue sin advertir la
gravedad de la situación económica, los muertos en enfrentamientos
con la policía suman alrededor de 10, al menos dos de ellos menores
de edad.
El día 20 de diciembre a la madrugada se movilizan de forma espontánea
miles de personas blandiendo cacerolas hacia Plaza de Mayo, (30.000 según
algunos medios) exigiendo la renuncia de Cavallo, de De la Rua, y el fin de
la nefasta política económica.
Cavallo presenta su renuncia mientras varios miles de manifestantes con cacerolas
reclaman frente a su domicilio, y horas después se ve obligado a hacerlo
el presidente De la Rua ante la falta de apoyo hasta de su propio partido.
La represión policial contra los manifestantes es feroz y causa mas
muertes, (alrededor de 35), son miles los heridos entre ellos varias ancianas
Madres de Plaza de Mayo que son atacadas por la infantería montada
con balas de goma, los detenidos hacienden a mas de 5000 manifestantes.
El fin del gobierno de De la Rua marca el fin de la alianza del poder político
con el capital financiero y deja varios puntos en claro:
El golpe de cacerolas, la movilización popular hacen temblar a gobiernos
y gobernantes, estos sectores tendrán que ganarse la confianza en base
a políticas que beneficien a las mayorías y no a las élites.
El fracaso estrepitoso del modelo económico neoliberal, y de las políticas
de ajuste estructural.
El fracaso de los sectores concentrados de la economía (poder financiero,
empresas privatizadas, etc), que de manera insultante acumularon riquezas
y poder a costa del empobrecimiento de la mayoría del pueblo, con la
complicidad de los principales partidos en el poder.
El visible fracaso de las recetas de los organismos multilaterales de crédito
(Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, BID, etc).
Epílogo...
Luego de la renuncia del Presidente De la Rua, la Asamblea Legislativa
elige al gobernador justicialista Rodríguez Saa como su sucesor, de
manera provisoria hasta el día 3 de marzo fecha en la que habría
elecciones. Entre sus primeras medidas, declara la cesación de pagos
de la Deuda Externa (medida que es festejada por el pueblo), la emisión
de unos bonos denominados Argentinos para el pago de salarios y la creación
de un millón de puestos de trabajo.
Luego de tres días, un cacerolazo por la falta de respuestas del nuevo
gobierno y por los ministros designados por Rodríguez Saa, muchos de
ellos sospechados por hechos de corrupción, hacen temblar al Gobierno.
Al cumplir una semana, el día 30 de diciembre, el presidente renunciaba
ante la falta de apoyo por parte de su partido, el justicialismo.
En una nueva Asamblea Legislativa asume Eduardo Duhalde, confirma el no pago
de la Deuda Externa y varias de las medidas de su predecesor, Rodríguez
Saa como creación de puestos de trabajo y la ayuda social, en su asunción
declaró "Mi compromiso es terminar con un modelo agotado (...) y
crear un nuevo modelo capaz de recuperar la producción, el trabajo
de los argentinos, el mercado interno y promover una distribución mas
justa de las riquezas".
Así llegamos e la actualidad donde la historia se está escribiendo
día a día, la gente no le firmó ningún cheque
en blanco y se mantiene alerta, esto llama la atención a los políticos
de los distintos partidos ya que no es común el estado de movilización
permanente de la gente. Se realizan cacerolazos, cortes de ruta y protestas
espontáneas frente a distintos temas que le preocupan a la sociedad:
la confiscación de depósitos (corralito bancario), la corte
suprema, la entrega de alimentos, la falta de medicamentos, la ayuda social,
etc., El pueblo muestra una madurez importante al imponer nuevas formas de
acción democrática y de presión para hacer que los gobernantes
cumplan con sus promesas. El tejido social esta sensibilizado y los gobernantes
lo saben, no hay margen para políticas impopulares, es hora de trabajar
por un país mejor para todos.
S.S. de Jujuy, Argentina
Enero de 2002